Como sabemos, la fuente más común de colina en alimentación animal es el cloruro de colina de síntesis química, sin embargo, problemas asociados a su uso como:
- Higroscopicidad
- Corrosividad
- Degradación de vitaminas y pigmentos
- Aporte excesivo de cloruro
- Generación de trimetilamina
Lleva a la búsqueda de alternativas de forma constante.
En el artículo de hoy abordaremos las alternativas existentes, siendo las más importantes las lecitinas, la betaína y los productos poliherbales, poniendo especial énfasis en éstos últimos.
LECITINA DE SOJA
La harina de soja destaca por su elevada concentración de colina, aunque presenta una gran variabilidad, entre 1 y 3 g/kg.
En otros subproductos de la soja como la lecitina, la colina está ligeramente más concentrada, aunque todavía con contenidos bastante variables debido a un nivel variable
de impurezas, resultando concentraciones entre el 40 y el 70% de fosfolípidos, siendo aproximadamente un 26% de fosfatidilcolina, un 20% de fosfatidiletanolamina, un 14% de fosfatidilinositol, un 13% de fitoglicolípidos y un 4% de fosfatidilserina (Attia et al., 2009).
Aunque puede ser una fuente de colina, la lecitina se utiliza principalmente en dosis de 1-5 kg/tonelada de pienso, buscando emulsionar los aceites y/o grasas presentes en el pienso, lo que aumenta la superficie de contacto con las lipasas y favorece la formación de micelas de los productos de la lipólisis, facilitando la absorción (Raber, 2009).
A pesar de presentar un contenido elevado de fosfatidilcolina, ésta está representada principalmente por el isómero C16:0 C18:2, lo que, según Lamaziere y Wolf (2010), limita sus funciones dentro del metabolismo hepático.
En otras plantas, sin embargo, puede encontrarse el isómero C16:0 C18:1 de la fosfatidilcolina.
BETAÍNA
La relación con la colina proviene precisamente de su estructura química (C5H11NO2) que contiene tres grupos metilo que participan en las reacciones de transmetilación (Eklund et al., 2005).
A través de este proceso, la betaína participa en la síntesis de compuestos metilados como la carnitina y en la reducción de la necesidad de otros donantes de metilo como la colina y la creatina (Zhan et al., 2006; Eklund et al., 2005).
El papel de la betaína en la donación de grupos metilo:
1.Toda la colina tiene que ser oxidada a betaína para donar grupos metilo para la transformación de homocisteína en metionina.
2.Cuando es suplementada, la betaína está 2 pasos metabólicamente por delante de la colina para este efecto, siendo más eficiente cuando se trata únicamente de la donación de grupos metilo y por lo tanto siendo capaz de sustituir la colina en esta función.
3.La betaína no puede reducirse a colina (sentido inverso de la reacción), por lo que no suple las carencias de colina en sus otras funciones más allá de la donación de metilo, para las cuales los animales siguen dependientes del aporte de colina de los granos.
PRODUCTOS A BASE DE PLANTAS O POLIHERBALES
Los productos poliherbales contienen más de una planta y/o partes de plantas en su composición. Se encuentran en su estado natural, habiendo pasado únicamente por procesos de secado, triturado y mezclado, sin presencia de productos de extracción de ningún tipo.
Este sistema de formulación y elaboración pretende aprovechar el mayor número de sustancias activas, aunque sea en menor concentración. De este modo se reduce en gran medida el riesgo de toxicidad y aumenta la variedad de sustancias y combinaciones que pueden aprovecharse de forma sinérgica. A medida que aumenta el número de sustancias activas, también lo hace la complejidad y singularidad de cada producto.
La mayoría de los productos destinados a esta sustitución declaran como principal compuesto activo la fosfatidilcolina y sus conjugados. En estos productos, el contenido de este grupo de sustancias suele variar entre el 0,5 y el 3,2%.
Este rango de valores puede parecer bajo a primera vista, pero es importante recordar que para las principales funciones de la colina, la fosfatidilcolina es la sustancia metabólicamente activa, estando 3 pasos metabólicos por delante de la colina pura, procedente del cloruro de colina. Por lo tanto, se requiere una dosis mucho menor, ya que no habrá pérdidas en el proceso para formarla.
Entre las funciones más interesantes de la fosfatidilcolina en el organismo se encuentra la estimulación de un grupo de receptores intranucleares denominados PPARα.
Los PPAR son factores de transcripción que regulan diversos aspectos de la homeostasia energética, metabolismo lipídico y lipoproteico, homeostasia glucídica, metabolismo de aminoácidos y de la síntesis de urea (Panadero et al., 2008).
Es importante recordar que no todas las moléculas de fosfatidilcolina son capaces de estimular los PPARα. Sólo la fosfatidilcolina C16:0 C18:1, que se encuentra en algunas plantas seleccionadas, es capaz de entrar en el núcleo y estimularlas. Como se comentó anteriormente, la fosfatidilcolina de la lecitina es del tipo C16:0 C18:2 fosfatidilcolina y no ejerce este efecto (Lamaziere y Wolf, 2010).
En pruebas de performance y nutrigenómica utilizando BIOCHOLINETM en aves se observó que una vez estimulados de forma intensa y continuada, los PPARα activan una cascada de reacciones que promueven un cambio en la distribución energética del organismo, favoreciendo la utilización de los lípidos de la dieta en detrimento de su depósito en forma de grasa corporal.
En este proceso intervienen varias sustancias, entre ellas la adiponectina, una hormona con alto poder lipolítico (Kim et.al., 2019). El resultado de la alteración en la distribución energética es una mayor cantidad de energía disponible para el aumento de peso y la reducción de la conversión alimenticia, generando menor deposición de grasa abdominal, en hígado y en canal.
Un recuerdo sobre los beneficios de la sustitución de cloruro de colina de la dieta:
A parte de evitar los problemas técnicos que se han mencionado al inicio de este artículo, al eliminar el cloruro de colina de las formulaciones, se reduce la ingesta de cloro, disminuyendo el riesgo de incidencia de problemas metabólicos relacionados con su exceso y facilitando el equilibrio electrolítico, lo que puede generar ahorros en los costes de formulación.
Los productos a base de plantas, tienen una dosis de inclusión mucho menor (hasta casi 5 veces menos), lo que se traduce en una ganancia de espacio en la formulación de piensos y premezclas, en los almacenes y en menores costes de transporte.
Además, los productos 100% poliherbales no son higroscópicos y no aceleran la degradación de vitaminas y pigmentos como lo hace el cloruro de colina, por lo que son ideales para añadir a premezclas y núcleos. Esto es debido a que la colina presente en el producto esta en forma orgánica unida por un enlace éster a una molécula fosfatidilo que la hace estable a la temperatura, no es fermentada por la microbiota intestinal y es inerte frente a vitaminas y pigmentos.
En este sentido, Singh et al. (2010) demostraron que con el uso del producto poliherbal BIOCHOLINE™, había una menor pérdida de vitaminas después de mantener la premezcla 6 meses respecto al cloruro de colina 60% (CC60%).
Como se puede ver en la tabla siguiente (Tabla 1) las pérdidas de vitaminas observadas a los 6 meses a 24ºC fueron del 12.5% para el control, 16.5% para la BIOCHOLINE™ y 34.2% para el CC60%. Por otro lado, en situaciones más extremas de 45ºC y 60% de Humedad Relativa, las pérdidas de vitaminas correspondieron a un 29.8% para el control, 25.5% para la BIOCHOLINE™ y de 63% para el CC60%.
Tabla 1. Fuente: Singh et al., 2010. Phytomedica.
CONCLUSIONES
Por lo tanto, hemos visto como de entre las alternativas al Cloruro de Colina, únicamente los productos poliherbales como la BIOCHOLINE™ consiguen superar la colina sintética de muchas maneras y, además de esto, sin los problemas técnicos industriales asociados a su uso.
Además, BIOCHOLINE™ es más respetuosa con el medio ambiente que el cloruro de colina (derivado del petróleo) y suelen tener un coste de inclusión menor y más estable, al no depender directamente de las fluctuaciones del precio del petróleo y sus derivados.
Hay que enfatizar que los productos poliherbales son así clasificados por razones didácticas, pero son muy distintos entre sí. No es posible extrapolar resultados o cambiar de un producto a otro sin una evaluación criteriosa.
Los múltiples compuestos activos tienen acción en diversos sistemas del organismo de los animales y solamente un dossier científico robusto y técnicos con amplia experiencia en poliherbales pueden garantizar el éxito de la aplicación a través de recomendaciones customizadas para cada especie, fase de producción, circunstancia de campo y objetivo deseado.
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