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Apilado de cama de pollo: ¡Una alternativa sanitaria!

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Apilado de cama de pollo: ¡Una alternativa sanitaria!

Productores avícolas argentinos trabajan junto al INTA en el apilado de cama de pollo, proceso mediante el cual se logra bajar el nivel de contaminación y esto genera mayores índices productivos, según los resultados obtenidos por la entidad.

La cama de pollo constituye una fuente de nutrientes para las plantas y es ampliamente utilizada en cultivos agrícolas extensivos e intensivos y en pasturas. Para los productores que tienen disponibilidad de este recurso implica un ahorro de fertilizantes químicos, pero debería ser tratada previamente a su utilización agronómica.

 

 

Tras  la demanda de productores y veterinarios de las granjas de Concepción del Uruguay en Argentina, un equipo del INTA la evaluó para utilizarla en condiciones comerciales. Con muy buenos resultados, este tratamiento de la cama de pollo -residuo que se genera en las granjas después de la crianza de los pollos- busca bajar la carga de microorganismo patógenos.

 

El investigador del INTA Concepción del Uruguay, Juan Martín Gange, explicó “El beneficio para los productores al utilizar el apilado es que la siguiente crianza de pollos tiene una carga mucho menor de microorganismos patógenos, es decir, se enferman menos y esto genera mayores índices productivos. Hay mejor conversión, menor mortandad, entonces se va a percibir una mejor tarifa cuando termina la crianza”.

¿EN QUÉ CONSISTE EL APILADO DE CAMA DE POLLO?

Asimismo, Juan Martín Gange señaló “Lo que promovemos desde INTA es que ese apilado también se haga al finalizar, cuando la cama se retira definitivamente de la granja y se utilice agronómicamente, entonces si un productor lo distribuye en el campo disminuye el riesgo de contaminación con esos patógenos a otras granjas vecinas”.

 

El procedimiento se realiza habitualmente entre crianza y crianza, en particular, cuando hay enfermedades y lo que se logra es que, al hacer la pila se produce un aumento de la temperatura por los microorganismos que degradan la materia orgánica, esto permite que se mueran microorganismos que son patógenos, bacterias y virus que pueden ocasionar la contaminación de la siguiente crianza de pollos.

A diferencia del compostaje, este procedimiento lleva menos días, el apilado de cama de pollo sería la primera etapa del compostaje, una fase termófila inicial.

IMPACTO AMBIENTAL

Cada actividad que se desarrolla en la provincia de Entre Ríos tiene un plan de gestión ambiental donde se prevén todos los impactos ambientales que pueda llegar a generar esa actividad. Se procura evitar lo evitable y gestionar los que necesariamente se va a producir. Por ejemplo, en la actividad avícola se debe planificar la gestión de la cama de pollo.

 

Al finalizar todo el procedimiento de evaluación de cualquier tipo de actividad que se desarrolla en la provincia y se encuentre técnicamente apto y legalmente apto de aprobarse, se emite una declaración de impacto ambiental. Esa declaración tiene primero una resolución que la firma la Secretaría de Ambiente y la figura de esa declaración de impacto ambiental positiva es el certificado de aptitud.

Los clientes externos del país exigen la certificación mencionada a la hora de comprar y según información de la Secretaría de Ambiente, se han otorgado alrededor de 250 certificados desde 2017 para granjas de engorde. La ventaja comparativa de los últimos 4 años es que se cuenta con una alternativa adicional de gestión de la cama de pollo, con el respaldo de INTA.

PROCEDIMIENTO PRÁCTICO EN GRANJA AVÍCOLA

Juan Bordet es segunda generación de productores avícolas, actualmente se encuentra integrado a una empresa de la zona de Concepción del Uruguay y está en un proceso de restructuración de los procedimientos con el uso de tecnologías. Produce pollo para producción de carne en dos granjas, tienen 17 galpones en total e implementó la técnica de apilado sanitario entre crianzas

Juan Bordet indicó “Lo que nos impulsó al cambio es que en la zona hay muchas empresas, en Concepción hay una de las cunas avícolas más grandes del país, esto genera poco descanso sanitario y mucho traslado. Por eso en la nuestra granja hicimos junto al INTA el apilado de camas. Al reciclar las camas, se contaminan y con el apilado se logra bajar el nivel de contaminación”.

Además, explicó que “El tema de la integración quiere decir que una empresa nos provee del pollito bebé, de la cama, del alimento, del servicio veterinario la faena, nosotros como integrados ponemos la estructura, el gasto energético y la crianza. Ponemos el trabajo y la atención en los pollos. Tenemos en producción 230.000 pollos vivos y un promedio de 5 crianzas al año, hablamos de 1.200.000 pollos al año”.

El productor avícola describió que “Antes hacíamos un picado de las camas y se volvía a utilizar tal cual estaba, en ese caso no levanta temperatura y no hace el proceso de fermentación, entonces en lo que es carga bacteriológica queda igual, con el apilado, según los resultados del INTA se logró mejorar ese aspecto”.

 

 

Posteriormente detalló que “Luego los técnicos del INTA sacaron muestras del pre apilado y pos apilado. Se hizo un análisis de temperatura y microbiológicos y los resultados fueron muy buenos. Las mediciones que obtuvieron les permitió armar un protocolo propio de la empresa para el apilado”.

 

No es un trabajo sencillo de hacer, pero las empresas están tomando conciencia de la importancia de hacer este tratamiento de las camas. destacó el productor. Ante lo cual, Juan Bordet manifestó “Nosotros sin dudas lo vamos a seguir implementando porque es la única forma de mantener un equilibrio. El beneficio doble sanitario y económico y sobre todo para ser más eficientes en la producción”.

 

Fuente: Con información del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, INTA, Concepción del Uruguay, Argentina.

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