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Aportaciones de la nutrición a la problemática actual de la canal en pollos

Escrito por: Gerardo Santomá
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canal pollos de engorde

Contenido disponible en: English (Inglés)

La impresionante mejora de la eficiencia zootécnica de la producción avícola, ha conducido como efectos colaterales no deseados a muy diversos tipos de problemas en la canal de los pollos con repercusiones económicas importantes para los productores de carne de pollo.

Todos estos problemas de la canal tienen, en mayor o menor grado, componentes de origen genético, sanitario, de manejo y de nutrición, y en este trabajo vamos a intentar dar un poco de luz sobre cómo la nutrición puede acompañar a estos procesos, reconociendo que la solución no se halla únicamente en este campo, sino que debe ser fruto del esfuerzo coordinado y pro-activo de cada una de estas parcelas

En este trabajo abordaremos aquéllos problemas que hoy en día estimamos como más relevantes por la experiencia adquirida en las visitas a mataderos españoles durante los últimos años:

  1. Pododermatitis
  2. Resistencia de la Piel
  3. Resistencia Ósea
  4. Resistencia Vascular
  5. Miopatías

1.-Pododermatitis

La pododermatitis es un problema multifactorial de la industria avícola de gran importancia económica (venta de patas y criterio de bienestar animal que afecta directamente a las densidades máximas en kg/m2 utilizables en granja), sobre el que hay que controlar todos aquéllos factores que influyen sobre la humedad de las camas, especialmente los relacionados con el manejo:

Entre los factores nutricionales, para limitar la humedad de la yacija habría que considerar:

Resistencia de la Piel

La presencia de arañazos o rasguños y de desgarros de la piel después de pasar por el proceso de escaldado y desplume, es otro componente importante del conjunto de canales de segunda recogida en los mataderos. Cualquier factor que provoque un cierto nerviosismo conducirá a más problemas.

Entre los factores de manejo más destacables hemos de considerar:

La presencia de arañazos y rasguños es más relevante en estirpes de emplume lento (Bilgili, 1999), al tener más tiempo la piel expuesta. La resistencia de la piel también aumenta con la edad y es mayor en machos que en hembras ya que éstas tienen un mayor porcentaje de colágeno insoluble, un menor contenido de proteína, y un mayor contenido de grasa en su piel.

Entre los factores nutricionales a considerar para un buen emplume se encuentran:

Resistencia Ósea

Los principales problemas de calidad del pollo que llega al matadero y de la canal vinculados a la resistencia ósea son:

Unas buenas prácticas en incubadora, de carga en granja (evitar la carga del pollo por una sola pata), de colgado, de calibrado del aturdido y de un proceso de desplumadora no demasiado agresivo son aspectos clave a considerar cuando aparece un alto grado de estas lesiones.

Con todo, los mecanismos de formación del hueso y la composición del mismo están cambiando en respuesta a una continua selección de los pollos de engorde para un crecimiento rápido, y ello está causando un cambio en sus requerimientos nutritivos.

Durante los últimos años la alimentación mineral ha experimentado grandes avances, especialmente en cuanto al calcio y al fósforo gracias al espectacular desarrollo de las fitasas.

También hay que controlar la incidencia de micotoxinas por su influencia a nivel de salud intestinal y de funcionalidad del hígado (metabolismo de la vitamina D). Para la prevención de algunos problemas óseos de origen más bien patológico (e.g. necrosis de cabeza de fémur), es importante mantener una buena salud intestinal, tomando las medidas mencionadas en el apartado de pododermatitis.

Resistencia Vascular

Para reducir los problemas vinculados a la fragilidad vascular son muy importantes:
  • la adecuada gestión y realización de la carga de los pollos
  • la densidad en las jaulas de transporte
  • cuelgue, aturdido, sangrado, escaldado y desplume

De este modo se podrán minimizar los problemas de puntas de alas rojas, golpes y hematomas en general.

Por otra parte, hay que tener en cuenta que como consecuencia de su elevado crecimiento, el pollo se encuentra en una situación de “estrés metabólico”, acentuado cuando se halla sometido a procesos infecciosos o de altas temperaturas (estrés por calor). Estas situaciones dan lugar a que el metabolismo genere una elevada cantidad de radicales libres producidos en las mitocondrias dentro de las células que pueden destruirlas y aumentar la fragilidad vascular.

Por tanto, desde un punto de vista nutricional, reforzar las medidas antioxidantes del pienso es el aspecto más importante a tener en cuenta ante esta problemática. Desde el uso de grasas de buena calidad, hasta la inclusión de los oligoelementos que intervienen en la defensa antioxidante del organismo (Cu, Zn, Mn, Se de forma altamente disponible), pasando por las vitaminas E y C, y antioxidantes naturales como muchos polifenoles, nos pueden ayudar en disminuir este problema.

Miopatías

Durante la primera década de este milenio apareció la miopatía pectoral profunda (músculo verde o enfermedad de Oregón), y más recientemente, los procesos de pechugas estriadas (white stripping; WS), pechuga de madera (wooden breast; WB) y falta de cohesión de las fibras musculares (spaghetti meat; SM).

El desarrollo genético basado en la velocidad de crecimiento y el rendimiento en pechuga ha conducido a que la vascularización se haya visto limitada en los músculos pectorales de las aves que presentan tales lesiones. Además, tanto el suministro inadecuado de oxígeno como la deficiente eliminación de los desechos metabólicos inducen estrés oxidativo, necrosis y, en última instancia, daño muscular

 

FACTORES NUTRICIONALES

Desde un punto de vista nutricional, para acompañar esta problemática se podrían tomar las siguientes medidas:

Durante los últimos 4 años, Trouw Nutrition ha estado desarrollando una combinación de aditivos para intentar paliar los problemas de miopatías y en la actualidad se están realizando ya pruebas de validación con resultados prometedores.

CONCLUSIONES

En este artículo se revisan aquéllos problemas de canal de pollos que la investigación y nuestra experiencia reciente manifiesta como más relevantes, así como las medidas de manejo, y especialmente las medidas nutricionales que mejor pueden acompañar para intentar disminuir la incidencia de estos problemas.

Entre ellas cabe destacar el interés de una adecuada salud intestinal y la alimentación mineral, con énfasis en las fuentes disponibles de oligoelementos (Zn, Cu, Mn, Se), así como la administración de antioxidantes metabólicos (vitamina E, C, polifenoles) para disminuir las consecuencias negativas a las que lleva la situación de estrés metabólico, en la que se encuentra el pollo actual.

La implantación de un sistema de análisis de riesgos de micotoxinas también es importante. En determinadas situaciones, como es el caso de las miopatías, también será necesario modular la velocidad de crecimiento en algunas fases del cebo para favorecer una adecuada vascularización.

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