Se ha publicado este interesante artículo, que alcanzó el premio del Instituto del Huevo, sobre las asociaciones entre el consumo de huevo y el riesgo de padecer demencia en un gran estudio prospectivo en España, la cohorte EPIC-España Demencia.
Este trabajo ha pretendido investigar más a fondo los resultados obtenidos previamente en la misma cohorte en la que un mayor consumo de huevo se vio asociado a un menor riesgo de fallecer por enfermedades del sistema nervioso, entre las cuales destaca la demencia y la enfermedad de Parkinson.
La cohorte EPIC-España Demencia está formada por unos 25.000 hombres y mujeres de entre 30-70 años, reclutados en la década de los años 90, de zonas geográficas de España: Murcia, Navarra y Guipúzcoa.
Hasta donde sabemos, este es el primer estudio que analiza la asociación entre el consumo de huevo y la incidencia de demencia en una cohorte mediterránea. En el presente trabajo, no se observó el riesgo, sin embargo, en la cohorte EPICEspaña, se encontró que el consumo moderado de huevos estaba asociado con un 10% menos de riesgo.
La demencia se define comúnmente como un deterioro cognitivo progresivo que afecta múltiples dominios causando una disminución en la independencia y en las funciones diarias.
La Enfermedad de Alzheimer (EA), es la causa más común de demencia, lo que explica el 60-70% de los casos.
Todavía no hay un tratamiento efectivo para la demencia. Por lo tanto, la prevención es la estrategia más eficiente para reducir las tasas de incidencia/carga de la enfermedad.
Los huevos son de especial interés nutricional, ya que son ricos en aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados, todas las vitaminas B, ácido fólico, vitaminas liposolubles y minerales, como fósforo, selenio, hierro, yodo y zinc.
Después de considerar un gran número de posibles estudios, un metanálisis general reciente concluyó que principalmente no hay asociación entre el consumo de huevos y resultados en salud, como cáncer, enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Por otra parte, la yema de huevo es una fuente importante de colesterol dietético e hipercolesterolemia, que ha sido reportado como un factor de riesgo para enfermedades neurodegenerativas.
EFECTOS BENEFICIOSOS DEL CONSUMO DE HUEVOS
Los huevos proporcionan compuestos bioactivos, como luteína, colina, zeaxantina y proteínas de alto valor, que pueden tener un efecto protector contra la demencia debido a sus efectos beneficiosos sobre la inflamación.
Se ha sugerido que la luteína puede ayudar a proteger los tejidos cerebrales de la acumulación de efectos del estrés oxidativo e inflamatorio.
La ingesta de colina en adultos también puede influir en la función cognitiva a través de un efecto sobre la fosfatidilcolina. Especies poliinsaturadas de fosfatidilcolina cuyos niveles se reducen en pacientes con AD y se asocia con un mayor rendimiento de la memoria y resistencia al deterioro cognitivo.
De este modo, una cohorte en Finlandia observó una asociación inversa entre ingesta dietética de fosfatidilcolina y riesgo de demencia. Los huevos son la principal fuente alimenticia de fosfatidilcolina en las dietas de Occidente.
En este estudio, la asociación protectora solo se observó en participantes con baja adherencia.
LA PREVENCIÓN ES PRIMARIA PARA EVITAR LA DEMENCIA
El hallazgo de que algunos alimentos específicos de la dieta están asociados con un riesgo reducido de demencia es clave para impulsar la prevención primaria, que tiene como objetivo retrasar la evolución patológica con cambios que ocurren en el cerebro y que determinan el desarrollo de demencia.
El valor añadido del trabajo reside en la evaluación de un nuevo factor protector potencial, la ingesta de huevos que puede contribuir a mejorar estrategias de prevención.
El estudio tiene algunas limitaciones:
Modificaciones dietéticas en los años previos de la demencia o después de la determinación de la enfermedad crónica son probables, pero las exclusiones de cualquiera de los casos de demencia que han ocurrido en los primeros 5 años del seguimiento o prevalencia de casos de enfermedades crónicas en el momento del reclutamiento.
En los resultados principales del estudio no se ha observado ninguna asociación entre el consumo de huevo y el riesgo de demencia o enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, cuando se dividió la población por la adherencia a la dieta mediterránea, se observó que:
Un mayor consumo de huevo en los participantes que no seguían una dieta mediterránea se asociaba con un menor riesgo de padecer demencia, especialmente enfermedad de Alzheimer.
Mientras que en los participantes que sí seguían una dieta mediterránea, el consumo de huevo no influyó en el riesgo de demencia.