Avicultura y porcicultura brasileña, a través de las entidades afiliadas a la Asociación Brasileña de Proteína Animal, ABPA, han puesto en evidencia públicamente la grave situación que enfrentan los sectores productivos responsables de tres de las proteínas animales estratégicas para la seguridad alimentaria de la población – carne de pollo, porcina y el huevo – de este país
En 2020, justo al inicio de la pandemia, según se señala desde ABPA, estos productores fueron convocados a garantizar el abastecimiento de estos alimentos básicos, y así sucedió. Para lo cual, se invirtieron billones en todo el sector productivo, con el compromiso no sólo de producir, sino también ampliar la oferta de alimentos para la población brasileña – y destacan que aumentaron en todas las proteínas: aves (6,5%), porcinos (5,5%) o huevos (9,1%).
Sin embargo, en medio del escenario pandémico, un marco de fuerte especulación llegó a estos sectores. El maíz y la soja, insumos básicos que conforman el 70% de los costos de producción, acumulan alzas nunca registrados en Brasil, en el caso del maíz se registraron aumentos superiores al 100% en las diversas plazas consumidoras de este país. En el caso de la soja, los incrementos acumulados se ubicaron por sobre el 60% con respecto al mismo período de 2020.
Adicionalmente, a los aumentos mencionados anteriormente a la avicultura se suman otros, como el diésel (+/- 30%), los embalajes de cartón (+60%) y los embalajes rígidos y flexibles (+80%).
En 12 meses, según el monitoreo más reciente efectuado por el Índice de Costos de Producción, ICP, de EMBRAPA Suínos e Aves (abril de 2021), producir pollo es 39,79% más caro en comparación con abril de 2020, que ya fue un momento de fuerte alza de los costos. Lo mismo ocurre con el sector porcino, con un incremento del 44,5%.
Los efectos nocivos de esta fuerte especulación sobre los insumos ahora están llegando al consumidor, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor Amplio, ICPA, del IBGE. La consecuente e inevitable transferencia al consumidor ya está en los anaqueles, pero a valores que aún no alcanzan los niveles de los costos.
Y hay otro factor agravante: la carne de ave, porcina y los huevos, que actualmente tienen precios más elevados, se produjeron con granos comprados en 2020, cuando los valores por tonelada eran menores. Por eso, según la publicación de ABPA “nuevos aumentos de precios deben llegar a la población brasileña en los próximos meses, en un momento crítico para la seguridad alimentaria y de ingresos de nuestro país”.
Para evitar que este cuadro se agrave, las representaciones sectoriales de la avicultura y porcicultura solicitaron al gobierno medidas para que el sector de proteína animal en Brasil tenga igualdad de competencia por los insumos en relación al mercado internacional, evitando la desindustrialización y la pérdida de puestos de trabajos, especialmente en las ciudades ubicadas en el interior de este país. Al mismo tiempo, las representaciones buscan reducir la desigualdad de condiciones que existe entre la importación y la exportación de granos. Hoy en día, éstas indican que es mucho más fácil enviar granos al exterior que importarlos.
Lo anterior solicitado por las sectoriales mencionadas se lograría adoptando las siguientes medidas:
- Viabilidad de emergencia de las importaciones de maíz y soja estrictamente para uso en alimentación animal. Hoy existe una reducción arancelaria para esta importación, pero no hay factibilidad técnica;
- Suspensión del Impuesto Adicional al Flete por Renovación de la Marina Mercante (AFRMM) sobre la importación de estos insumos desde países no Mercosur;
- Suspensión temporal de los cargos PIS y COFINS para importaciones de países extra-Mercosur, para empresas que no puedan realizar Drawback;
- Suspensión temporal de los cargos PIS y COFINS sobre fletes realizados en el mercado interno;
- •Creación de un sistema oficial de información anticipada sobre futuras exportaciones de granos, así como ocurre en otros países, para brindar mayor transparencia al mercado de insumos, evitando situaciones especulativas como la actual.
- •Financiamiento para la construcción de bodegas y almacenamiento de productos, dando más estabilidad al mercado;
- Políticas de incentivos para la siembra de maíz y cereales de invierno en Brasil;
La avicultura y porcicultura de Brasil solicitan apoyo. Dado que existen 4 millones de empleos directos e indirectos en juego, junto con la seguridad alimentaria de la población de este país. Las medidas rápidas son de emergencia para evitar que la pérdida de ingresos se vea afectada por la reducción del acceso a los alimentos básicos, agravando el hambre de este país.