Por Josep Gifra, ASVET VETERINARIS SL
El pienso debe considerarse como lo que es, comida. Con ello deberíamos seguir criterios más similares a la de una cocina que la que se tiene en el reparto de cemento.
Empezaremos haciendo un repaso del circuito que sigue nuestro pienso desde que lo pedimos hasta que se distribuye en las tolvas.
A la llegada del camión, tanto sea a granel o en sacos, debemos comprobar los albaranes y etiquetas antes de la descarga para asegurar que sea todo correcto.
El PIENSO (mejor dicho, alimento). El pienso en sí mismo, es un factor de riesgo. Podría llegar a estar en mal estado o contaminado. Por eso, debemos trabajar con empresas que nos dan garantías de calidad en la fabricación y que garanticen y sigan un código de buenas prácticas. En la elaboración de pienso únicamente se deben emplear aditivos y materias primas autorizadas por la normativa vigente, debiendo conservarse la oportuna documentación (etiqueta y albarán), que permita su trazabilidad a lo largo de la cadena productiva. Debemos guardar una pequeña muestra de pienso anotando la fecha, el fabricante, el tipo de pienso, el número de silo y el lote de animales que lo ha tomado.
LAS MEDIDAS DE BIOSEGURIDAD SON EL CONJUNTO DE ASPECTOS ESTRUCTURALES Y DE MANEJO ORIENTADOS A PROTEGER A LOS ANIMALES DE LA DIFUSIÓN DE LAS ENFERMEDADES INFECTOCONTAGIOSAS Y PARASITARIAS DE LA GRANJA.
EL ALMACENAJE. Por lo general, el pienso a granel se almacenará en un silo. Este es uno de los puntos más críticos del circuito debido al volumen que suele albergar. Los elementos a controlar son:
- Estanqueidad. No puede tener ningún tipo de fisuras ni agujeros que permitan la entrada de agua.
- Tapa. Debe cerrarse la tapa después de descargar el pienso. Podría permitir la entrada de agua y favorecer la fermentación.
- Limpieza y desinfección. Debemos hacerla por lo menos dos veces al año. Para desinfectar podemos utilizar pastillas de formaldehído o otros productos registrados para tal fin.
- Material de construcción del silo. El material debe respetar la estanqueidad y la fácil limpieza. Los mejores son los de poliéster. La mayoría son metálicos y pocas veces, por poco seguros, son de obra, aunque estos ya están en franca desaparición.
- El cajetín. Es lo más complicado de limpiar por su naturaleza, no obstante sería interesante realizar alguna limpieza en seco un par de veces al año. Cuando se utiliza agua debemos asegurarnos que se ha secado bien o sino tendremos problemas de fermentación.
El reparto y almacenaje de sacos se utiliza para piensos de los cuales tenemos un bajo consumo. A veces, suelen ser piensos con aportes extras de vitaminas y minerales, por tanto son más delicados y perecederos. No debemos tener cantidades excesivas en el almacén para que este sea lo más fresco posible.
El almacén debe ser realmente un almacén. Es decir, una sala o habitación perfectamente cerrada, seca y con cierta ventilación. Es necesario que los sacos no esten en contacto con el suelo ni con las paredes. Debemos prevenir que no se humedezcan y tener las trampas para roedores.
Imagen. Tolvas de distribución de pienso.
LA DISTRIBUCIÓN. Al igual que el cajetín del silo, los circuitos del tornillo sin fin y bisen fin son complicados de limpiar y por lo general, nunca se hace. Lo lógico sería hacer una limpieza en seco al menos una vez al año con un compresor de aire.
LAS TOLVAS. Estos elementos son en definitiva los platos de nuestro restaurante. Es importante, limpiarlos y desinfectarlos al final de cada ciclo. Es frecuente, tener que pasar a repasar y si es necesario limpiarlos ya que hay riesgo de fermentaciones.
La tolva debe mantenerse en buen estado y integra, más por el bienestar y salud del animal que por el buen mantenimiento del alimento.
PRACTICAS POCO CORRECTAS. Finalmente, queremos hacer mención de la reutilización de los pienso bien por derrame o bien por aprovechamiento de otras tolvas. Anteriormente era una práctica frecuente que comportaba un riesgo en el contagio de enfermedades o en la fermentación del pienso.
En conclusión, es conveniente entrar en la rutina de trabajo todos estos pequeños controles del reparto y distribución del pienso a fin de obtener los parámetros productivos óptimos y constantes.
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