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Bioseguridad entre Lotes: Limpieza y Desinfección como Herramientas Clave en la Sanidad Avícola

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En la producción avícola intensiva, la limpieza y desinfección entre lotes representa una de las etapas más importantes del ciclo productivo. Este proceso, también conocido como “vacío sanitario”, permite eliminar agentes patógenos del ambiente y cortar los ciclos de transmisión de enfermedades entre un lote de pollos y el siguiente. Una adecuada aplicación de estas prácticas no solo previene brotes infecciosos, sino que también mejora el rendimiento productivo y reduce la necesidad de tratamientos antimicrobianos.

¿Por qué es crítico el período entre lotes?

Durante la crianza, los galpones acumulan una gran cantidad de materia orgánica: excretas, polvo, plumas y restos de alimento. Estos residuos pueden ser un caldo de cultivo ideal para bacterias, virus, hongos y parásitos. Si no se realiza una correcta higienización antes del ingreso del nuevo lote, el riesgo de que las aves se infecten desde los primeros días es elevado.

Además, muchas enfermedades infecciosas, como la coccidiosis, la colibacilosis, la salmonelosis o enfermedades respiratorias como la bronquitis infecciosa, pueden persistir en el ambiente si no se eliminan correctamente los agentes etiológicos.

Fases del proceso de limpieza y desinfección

  1. Retiro de aves y desarme de equipos
    Una vez finalizado el ciclo productivo, se procede al retiro completo de las aves. Inmediatamente después, se deben desmontar los equipos móviles como bebederos automáticos, comederos, campanas de calefacción y sensores. Estos serán limpiados por separado.
  2. Remoción de cama usada
    La cama (viruta, cascarilla de arroz, etc.) debe ser completamente retirada del galpón. Esta materia puede ser utilizada como fertilizante o ser sometida a un proceso de compostaje, siempre en una zona alejada de los galpones. Nunca debe dejarse acumulada cerca de las instalaciones activas para no comprometer la bioseguridad.
  3. Limpieza en seco
    Antes de aplicar agua, se realiza una limpieza en seco para eliminar la mayor cantidad posible de residuos sólidos. Esto incluye el barrido de pisos, rincones y techos, así como el retiro de polvo acumulado en ventiladores, lámparas y estructuras metálicas. Este paso es clave, ya que la presencia de materia orgánica reduce la eficacia de los desinfectantes.
  4. Limpieza con agua y detergente
    Con el uso de hidrolavadoras o bombas de presión, se aplica una solución jabonosa o detergente sobre todas las superficies internas del galpón, incluyendo paredes, pisos, techos y estructuras metálicas. El objetivo es remover grasas, proteínas y otras sustancias que podrían proteger a los microorganismos. Se recomienda utilizar agua caliente si es posible, ya que mejora la acción del detergente.
  5. Enjuague y secado
    Una vez aplicada la solución jabonosa, es necesario enjuagar completamente con agua limpia. Posteriormente, el galpón debe dejarse secar de forma natural o asistida, ya que la humedad residual también puede favorecer la proliferación de microorganismos no deseados.
  6. Desinfección
    Una vez seco el galpón, se procede a aplicar el desinfectante. Es importante elegir productos aprobados para uso avícola, eficaces contra una amplia gama de patógenos y compatibles con el tipo de superficie del galpón. Los desinfectantes más comunes incluyen amonios cuaternarios, glutaraldehído, yodóforos y peróxidos. Se debe asegurar la cobertura total de todas las superficies, incluso zonas de difícil acceso.
  7. Desinfección de equipos móviles y herramientas
    Los equipos desmontados también deben ser lavados, enjuagados y desinfectados antes de volver al galpón. Las herramientas utilizadas durante la limpieza deben seguir el mismo proceso, y almacenarse en condiciones limpias y secas.
  8. Descanso sanitario (vacío sanitario)
    Una vez completada la desinfección, se recomienda dejar el galpón vacío durante un mínimo de 10 a 14 días antes de ingresar un nuevo lote. Este tiempo permite que el ambiente se estabilice, disminuye la carga microbiana residual y potencia la efectividad de la limpieza realizada.

Control y monitoreo del proceso

Es importante llevar registros de cada fase del proceso, con fechas, productos utilizados, concentraciones, responsables y observaciones. También es recomendable realizar pruebas microbiológicas antes de ingresar el nuevo lote, especialmente si hubo problemas sanitarios en el ciclo anterior.

Además, un buen programa de bioseguridad debe incluir auditorías internas o externas para verificar que el proceso se haya realizado correctamente, y corregir fallas si las hubiera.

Impacto sobre la salud animal y la rentabilidad

Un buen protocolo de limpieza y desinfección tiene beneficios directos sobre la salud de los pollos. Disminuye la mortalidad, mejora los índices de conversión alimenticia, reduce el estrés sanitario y, por ende, se traduce en mejores rendimientos económicos. A largo plazo, también contribuye a reducir el uso de antibióticos, lo que es clave para enfrentar la problemática de la resistencia antimicrobiana.

Conclusión

La limpieza y desinfección entre lotes no es solo una rutina operativa, sino una verdadera estrategia de bioseguridad que protege la salud de las aves, el ambiente productivo y la calidad del producto final. La disciplina en su ejecución, el seguimiento detallado y la conciencia de su importancia por parte del personal son esenciales para mantener una producción avícola sostenible y rentable.

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