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Seis declaraciones fueron firmadas por los ministros de Agricultura de Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile, en el cierre de la 36ª reunión del CAS, Consejo Agropecuario del Sur, el 21 de septiembre de 2018, en Buenos Aires. Los temas de los documentos se basan en el enfoque común en la región del límite máximo de residuos y en relación con la resistencia antimicrobiana, la convergencia regulatoria, el acceso a recursos fitogenéticos, las técnicas de edición génica y el acceso a mercados de productos genéticamente modificados.
El ministro Blairo Maggi (Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento) de Brasil, observó que hay 1.450 insumos utilizados en este conjunto de países, cuyas reglas de uso no coinciden con las brasileñas. Él adelantó que «En Brasil se están iniciando pruebas de productos importados de Argentina y Paraguay. Y, por supuesto, que si no tenemos una armonización se va producir un problema. Tenemos que anticiparnos. Y la propuesta es adoptar en el Mercosur límites determinados por el Codex Alimentarius».
En cada país, los índices son definidos por órganos relacionados con la salud. En Brasil, la cantidad de residuos químicos permitidos en los alimentos es determinada por la Anvisa.
Por sugerencia del ministro Blairo Maggi se hizo un levantamiento sobre el límite de residuos de moléculas de insumos usados en cada país. Y las diferencias en los índices detectados llegaron a más de 70. Algunos índices están por encima de los valores establecidos por el Codex, siendo que, en ciertos casos, hay productos usados en países vecinos, pero están prohibidos en Brasil.
Para que ese problema entre en pauta es necesario que sea discutido y aprobado por el Mercosur, dijo el ministro. «Estamos haciendo una provocación aquí en el CAS para intentar cambiar una situación práctica y que necesita ser resuelta. Queremos armonizar la legislación y ser más rápidos en el comercio», afirmó Maggi.
La investigación presentada durante la reunión de dos días mostró que los países sudamericanos dan mucha importancia a la erradicación de la aftosa, pero necesitan aumentar la atención a otras enfermedades y a la resistencia antimicrobiana. Brasil, sin embargo, figura con un programa avanzado y laboratorios preparados para lidiar con los antimicrobianos.
El ministro brasileño sugirió que los países integrantes del CAS refuercen la seguridad en el control de la peste porcina clásica y africana, a causa del brote que golpeó a los países del Este Europeo, Rusia y China. La alerta es importante para que la enfermedad no llegue al continente sudamericano.
Los ministros también firmaron una carta para ser enviada al ministro de Agricultura de China, invitando a un encuentro, a fin de acelerar la aprobación de nuevos eventos de OMG, organismos genéticamente modificados. Ellos proponen un encuentro a principios de noviembre en el evento China International Import and Export , la mayor feria agropecuaria del mundo o durante la reunión de los ministros de agricultura del G20 a finales de mes.
También se discutieron puntos críticos en el comercio intrarregional de productos agropecuarios, la creación de grupo sobre miel, evaluación técnica para la circulación de bovinos en pie entre los países de la región, atención sobre los controles de frontera relacionados a riesgo sobre la peste porcina clásica y africana, estudio sobre buenas prácticas de producción utilizadas. En noviembre próximo, los ministros del CAS vuelven a reunirse.
Asesoría de Prensa del MAPA