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Brasil se protege frente a la Influenza Aviar

Escrito por: Priscila Beck
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Dr. Ariel Pousada

Contenido disponible en: Português (Portugués, Brasil)

En la sanidad no existe el riesgo cero. Por ello, Brasil, ante el incremento de casos de Influenza Aviar en el mundo, está intensificando las medidas para proteger a su sector avícola de la enfermedad.

Para Ariel Antonio Mendes, Director de Producción de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA), tan importante como evitar la entrada de la enfermedad al país, es estar preparado para actuar con transparencia y agilidad en el caso de un foco eventual. «Cuando se trata de la Influenza Aviar el gran secreto es estar, primero, preparado para identificar rápidamente al virus y, segundo, tener capacidad para eliminarlo lo más rápido posible», asegura. «Hemos trabajado para esto», completa. Según él, la detección de la enfermedad en más de 50 países sirve de alerta para Brasil.

En una entrevista exclusiva para aviNews, Mendes valora el grado de vulnerabilidad de la avicultura brasileña a la Influenza Aviar, habla sobre las medidas que el país está tomando para mantener sus explotaciones libres de enfermedad y analiza el impacto que la detección eventual de la enfermedad podría tener en el sector avícola nacional. Los puntos más importantes tratados se pueden ver a continuación.

La avicultura mundial asiste al incremento de los casos de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) en distintas regiones. ¿Cómo se ve el progreso de los casos de la enfermedad en el mundo? ¿Es preocupante?

Ariel Mendes – Actualmente, la enfermedad se ha detectado en más de 50 países. La situación obliga a incrementar la vigilancia y pone en alerta a Brasil.

¿Qué se ha hecho desde el sector público y privado brasileño frente a esta situación? 

Ariel Mendes –Hemos mejorado e intensificado nuestras medidas de prevención para evitar que el virus llegue a Brasil. Cuando se trata de la Influenza Aviar, el gran secreto es estar, primero, preparado para identificar rápidamente al virus – lo cual se hace mediante diagnóstico – y segundo, eliminándolo lo más rápido posible. Actualmente, el mundo está globalizado. Ya no contamos con el aislamiento como bioseguridad como en el pasado. Se ha visto en otros casos de enfermedades como la Peste Porcina y la Fiebre Aftosa, por ejemplo, detectadas en otras partes del mundo, como Europa o Japón. Las distancias se han acortado mucho. Hoy en día, se puede coger un avión en China, o en cualquier país asiático, y 48 horas después puede aterrizar en Brasil, pudiendo entrar en una granja y contactar con aves. Por ello hemos procurado intensificar las medidas de prevención y concienciación de los productores brasileños.

Ariel Antonio Mendes, Director de Producción de la Asociación Brasileña de Proteína Animal (ABPA)

¿De modo que restringe las vistas a las granjas?

Ariel Mendes – No solo eso, sino que no reciben visitas. Se refuerza el programa de bioseguridad de las granjas, quedando registradas las visitas a las aves, se realiza una desinfección adecuada de las instalaciones, se controla rigurosamente el acceso de vehículos a la propiedad, se evita la reutilización de equipamientos de una granja en otra, de  forma que se fortalezcan las medidas que mantengan el estatus sanitario de la manada. Y sobre todo, se debe estar atento a los síntomas de las aves, ya que es el avicultor quien está en contacto con ellas a diario.

Brasil cuenta con un Programa de Prevención de la Influenza Aviar bastante sólido…

Ariel Mendes – Sí, tenemos en Brasil un Programa de Bioseguridad y un Programa de Prevención y Monitorización de Influenza Aviar bastante exhaustivo. El año paso realizamos una encuesta epidemiológica durante el segundo semestre que mostró que Brasil está libre de Influenza Aviar, tanto de alta como de baja patogenicidad. Este programa actúa de manera preventiva. Por ejemplo, en el caso del registro de una alta mortalidad, superior a 12% en un período de 72 horas, el veterinario oficial es notificado y visita la granja para analizar la situación. De esta forma, llega a la explotación y la examina, y si hay cualquier síntoma o indicio de enfermedad respiratoria, se recogen muestras que se envían al laboratorio. Durante ese período de tiempo, la granja queda inmovilizada de forma preventiva, levantándose la restricción una vez recibidos los resultados del laboratorio. Es decir, el productor no puede mover a sus aves de la granja, siendo muy importante la colaboración del productor. En el caso de que haya alguna anomalía se debe notificar inmediatamente a los servicios oficiales. Siempre partiendo de la premisa de que es importante notificar rápidamente para que un equipo entrenado pueda eliminar el foco lo antes posible.

Desde el 2002, el mundo vive bajo la amenaza de la Influenza Aviar. ¿Por qué aun no se ha conseguido avanzar en las medidas de prevención y control de la enfermedad? 

Ariel Mendes – Existen varios factores, como el hecho de que el virus de la Influenza Aviar tiene una rápida difusión. La primera cuestión es el aumento de la densidad de población. La avicultura ha crecido mucho en los últimos años, asociado al incremento de la población mundial, que ha generado la necesidad de producir más alimentos. La carne de pollo no tiene ninguna restricción y su consumo y importante. En segundo lugar, la crisis económica global de los últimos años, especialmente en Europa y algunos países asiáticos, ha contribuido a la reducción en la inversión en sanidad y prevención. El tercer factor es el asunto del Bienestar Animal, la ecología, la producción de aves camperas y en libertad, como ocurre en Europa. En Francia por ejemplo, el 30% de la avicultura se hace en libertad. Eso es algo muy difícil de controlar. El año pasado, Europa tuvo que recoger todas. Solo ahora, países como Dinamarca por ejemplo, se está permitiendo soltar a las aves de nuevo. La avicultura doméstica en muchos países, principalmente los asiáticos, es también muy importante. Incluso los mismos gobiernos han fomentado este sistema de desarrollo de la avicultura como fuente de alimento para las familias necesitadas. Estas aves criadas en el entorno familiar representan un riesgo muy grande con respecto a la Influenza Aviar.

¿Se refiere a la cría de aves para consumo personal? 

Ariel Mendes – Sí, para consumo propio. Aquí mismo en Brasil, tenemos algunos programas en varios estados que estimulan la avicultura familiar. Lo que hemos tratado de demostrar al gobierno es que resulta más barato para proporcionar 1-3 pollos por semana a cada familia que distribuir pollos para ser criados sueltos. Hemos intentado trabajar con el gobierno para desalentar este tipo de práctica en nuestro país, porque el objetivo de Brasil es centrarse en la avicultura industrial. Brasil es el mayor exportador mundial de carne de pollo y el segundo mayor productor, por lo que estamos intentando desalentar ese tipo de programas.

En Sudamérica, en Chile se registró un foco de la enfermedad al inicio de este año. A pesar de su baja patogenidad, el caso preocupó a las autoridades brasileñas. Brasil es el único gran producto y exportador de carne de pollo libre de enfermedad. ¿Usted asegura que el país está preparado para evitar la entrada de la Influenza Aviar aquí? ¿Por qué?

Ariel Mendes – Sí, estámos preparados. Más preparados de lo que hemos pasado nunca. Ello no implica que podamos dejarnos llevar por la confianza. Estamos preparados, pero siempre hay que se puede mejorar. En la sanidad no existe el riesgo cero. Tenemos muchas cosas por hacer. Por ejemplo, las medidas de prevención del gobierno, el aumento de la capacidad de diagnóstico y de prevención en puertos y aeropuertos, son cuestiones sobre las que hay que seguir trabajando. El Ministerio de Agricultura está difundiendo videos y carteles informativos en los aeropuertos. En Viracopos, esto ya es una realidad, el aeropuerto cuenta con tapete sanitario, de forma que las personas que llegan de un vuelo internacional han de pasar por este tapete. Entonces, tenemos mucho por hacer. Es un trabajo constante, que nunca acaba. Tenemos varias nuevas acciones de prevención en marcha.

¿Cuál es el grado de vulnerabilidad de la avicultura brasileña frente a la Influenza Aviar? 

Ariel Mendes – La vulnerabilidad de Brasil es menor que otros países. Primero, por todo lo que hemos hecho hasta ahora en términos de medidas preventivas. Segundo, por la Bioseguridad. La Bioseguridad en Brasil es mucho mejor que en Estados Unidos y Europa, por ejemplo. Esa es una diferencia de la avicultura brasileña que disminuye nuestra vulnerabilidad. Aun así, debemos mantenernos vigilantes, no nos podemos relajar.

Usted habla sobre la necesidad de perfeccionar constantemente las medidas preventivas. ¿Sobre cuáles se está trabajando? 

Ariel Mendes –Estamos trabajando para aumentar nuestra capacidad de diagnóstico. Es un esfuerzo que estamos realizando con el Ministerio de Agricultura. El Mapa está implementando la técnica de PCR en todos los laboratorios de la red Lanagro. También se autoriza a los laboratorios estatales a aplicar la biología molecular, PCR, así como a laboratorios particulares de algunas empresas para realizar pruebas de Influenza Aviar. Esta es una diferencia que tenemos. Estados Unidos tiene 96 laboratorios habilitados para realizar el diagnóstico de Influenza Aviar. En Brasil tenemos 15 laboratorios. Considerando el tamaño de nuestra avicultura y su importancia para la economía del país, tenemos que aumentar bastante ese número.

Otro punto es mejorar la bioseguridad y control de los puertos y aeropuertos del país. A este respecto, hemos evolucionado bastante. Hoy en día, el equipaje procedente de países de riesgo pasa por un detector de materia orgánica, los restos de comida del avión se incinera en el propio aeropuerto, pero tenemos que evolucionar un poco más en esto. Y finalmente, debemos avanzar más en cuestiones de bioseguridad de las granjas, especialmente en el sector de puesta. Muchas explotaciones aun no tienen vallado perimetral y eso es algo que queremos mejorar a corto plazo.

La avicultura brasileña cuenta con el GEPIA – Grupo Estratégico de Prevención de la Influenza Aviar – que une esfuerzos de la autoridad pública y del sector privado. ¿Podría hablarnos sobre este grupo? ¿Cómo funciona?

Ariel Mendes – El GEPIA es un grupo estratégica que se reúne periódicamente en la sede de la ABPA para identificar los retos y definir las acciones que deben realizarse para mitigar los riesgos de entrada de la enfermedad al país. A partir de estas reuniones, llevamos sugerencias al Ministerio de Agricultura, que también nos ayuda bastante. El propio Ministerio ha creado un GT (Grupo de Trabajo) de Influenza Aviar, que es un grupo mixto de trabajo, con representantes del gobierno y del sector privado. Este grupo se reúne cada tres semanas en Brasilia (DF) y van repasando punto por punto lo que puede hacerse. Hemos avanzado bastante.

¿El GEPIA funciona como un comité de crisis? 

Ariel Mendes – Exacto, discute los problemas y las acciones que deben ser implementadas para reforzar la prevención de la Influenza Aviar, y actúa también como grupo de crisis. Es lo que ha ocurrido ahora con la Operación Carne Fraca. El gobierno creó un grupo de crisis en Brasil para discutir el asunto las 24 horas del día y tomar decisiones. El GEPIA, en realidad, funciona como un grupo de crisis para tratar el asunto de la Influenza Aviar. Corresponde al GEPIA, por ejemplo, tomar las decisiones necesarias en el caso de la entrada del virus al país. Se trata de un grupo de alto nivel, vinculado directamente a la dirección de las empresas del sector y al consejo del ABPA, para la toma de decisión en el caso de la aparición de un brote de la enfermedad en el país.

Se puede medir el impacto que tendría un foco de Influenza Aviar en la avicultura brasileña? 

Ariel Mendes – El impacto sería muy grande, ya que Brasil es el mayor exportador mundial de carne de pollo, con 4,5 millones de toneladas exportadas al año. Existe una verdadera paranoia global en relación a la Influenza Aviar. A la menor señal de enfermedad, todos los países cierran sus mercados. Esto tendría consecuencias catastróficas para el sector y para el país. Habría impacto tanto para las exportaciones como para el mercado interno, ya que el pollo no exportado se redirigiría al mercado nacional, provocando una caída de los precios. Por ello, tenemos que estar preparados para minimizar el riesgo de entrada de la enfermedad, y en el caso de su detección, estar preparados para diagnosticar y eliminar el foco con agilidad.

¿Incluso con conceptos como la regionalización y compartimentación habría riesgo, en el caso de la detección de la Influenza Aviar en el país, de restricciones desde los países importadores? 

Ariel Mendes – Sí, en un primer momento, consideramos el cierre de practicamente todos los mercados de carne de pollo brasileño. Una vez aislado el foco en la región afectada, evaluamos la reapertura paulatina de los mercados. Lo mismo ocurrió con el caso de la Operación Carne Fraca. Tras el incidente, algunos países cerraron completamente sus mercados, otros solo restringieron las importaciones de las empresas investigadas. Una vez aclarado el asunto, se retomaron las importaciones desde Brasil. Pero sin duda, el impacto financiero sería muy grande.

Por otro lado, ¿usted cree que el avance de la Influenza Aviar por el mundo puede abrir un espacio para la carne de pollo brasileño? ¿Cómo ve esta oportunidad para este año? 

Ariel Mendes – Actualmente, si tenemos en cuenta todos los países que tienen Influenza Aviar, existe un mercado de 700 mil toneladas que han dejado de ser exportadas. Esta cantidad se atribuye a la detección de la enfermedad en los países europeos y Estados Unidos. Brasil ha ampliado sus exportaciones, pero no en esa proporción. Es complicado prever un avance más acentuado de la carne de pollo brasileño en el mercado internacional, porque actualmente representa el 40% de las exportaciones. La situación actual ayuda, pero ello no implica que Brasil salga tan beneficiado. En realidad esperamos que los países afectados consigan eliminar los focos rápidamente para que sea posible reducir el riesgo de que la enfermedad se extienda a otras regiones del mundo.

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