Bronquitis infecciosa complicada con una infección secundaria causada por E. coli

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La bronquitis infecciosa es una enfermedad de gran relevancia en todos los países de producción avícola. Esta enfermedad está causada por el virus de la bronquitis infecciosa (IBV), un coronavirus que muestra continuas mutaciones y recombinaciones.

La bronquitis infecciosa cursa principalmente con problemas respiratorios, aunque también se han descrito renales.

• Además, en gallinas provoca caída de la puesta, huevos deformes, decolorados y cáscara frágil; e incluso se han descrito las “falsas ponedoras” al producirse una destrucción temprana del oviducto.
• El IBV también predispone a las aves a infecciones bacterianas secundarias, como Escherichia coli, lo que se relaciona con un aumento de mortalidad.

CASO

• Granja de gallinas ponedoras criadas en jaula de 7.500 animales de 35 semanas de edad.
• Presentan una leve sintomatología respiratoria, mala calidad de la cáscara (“huevos arrugados”) desde el inicio de la puesta y una caída de la puesta de un 10-15%.
• Además, diariamente tienen de 16 a 20 bajas.
• La nave tiene programa de luz y temperatura controlados, y ventilación forzada.

Se remiten al laboratorio 3 animales con sintomatología respiratoria acusada. A la exploración, los animales estaban 0,5 kg por debajo del peso patrón. La necropsia revela que las aves presentaban:

Los hallazgos de la necropsia y la anamnesis son inespecíficos, pero podrían ser compatibles con un proceso de bronquitis infecciosa. Los primeros signos de la enfermedad cursan con signos típicos de enfermedad del tracto respiratorio superior (tos, estornudos, sacudida de cabeza…), siendo estos más comunes en las aves jóvenes. La infección puede dar lugar a un retraso en el crecimiento y algunas aves pueden morir de manera repentina por la oclusión bronquial.

Además, suele ir acompañados de una marcada caída de la puesta (10-15%), huevos de mala calidad (albumen líquido, cáscara final, frágil y despigmentada…), degeneración del ovario e inflamación de los oviductos. Las tasas de mortalidad son generalmente mayores en presencia de infecciones secundarias. Una colibacilosis debido a una infección secundaria por Escherichia coli se puede manifestar de diferentes maneras en las aves, siendo la colisepticemia la manifestación más característica.

Para el diagnóstico, se realizaron análisis serológicos de los animales (prueba indirecta), análisis microbiológico, y moleculares (PCR) como prueba diagnóstica para detectar el agente causal.

Los estudios serológicos se realizan principalmente para identificar si los animales han desarrollado anticuerpos frente a un patógeno, tanto de campo como vacunal

Por lo que respecta al análisis microbiológico, se realizó a partir de los hisopos tomados de los focos de fibrina de la cavidad celómica compatibles con un proceso bacteriano.

Y, finalmente, la PCR se realiza como prueba diagnóstica directa para detectar el agente principal. Para la PCR las muestras más idóneas son las del aparato respiratorio. Sin embargo, en un caso de IBV agudo también se pueden tomar muestras de riñón, oviducto, heces y tonsilas cecales

Tanto las pruebas serológicas, como la PCR dieron como resultado animales expuestos a IBV de la variante QX. Además, a partir de las muestras de hisopos analizadas microbiológicamente, se aisló E. coli. En este caso, el diagnóstico fue un proceso infeccioso de Bronquitis infecciosa complicada con una infección secundaria causada por E. coli. Escherichia coli es un microrganismo comensal presente en los animales, como las aves, que generalmente no cursa con sintomatología clínica.

• A diferencia de Salmonella o Campylobacter, no suele suponer un riesgo para la salud pública, a excepción del serotipo O157: H7 el cual es muy patógeno para las personas y se ha aislado tanto de pollos como de pavos.
• Su importancia en las aves radica en su actuación como agente secundario a otras patologías, manifestándose de diferente manera.

Escherichia coli patogénico aviar (APEC) es un grupo cepas de E. coli que causa una variedad de enfermedades extra-intestinales en las aves, causando principalmente colisepticemia.

• Su forma más frecuente de aparición en avicultura es produciendo aerosaculitis; además de presentar un alto tropismo por el aparato reproductor, pudiendo causar salpingitis y salpingoperitonitis. E. coli es un miembro del género Escherichia de la familia Enterobacteriaceae.
• Se trata de un bacilo Gram negativo, mesófilo, anaerobio facultativo, que crece tanto en condiciones aeróbicas como anaeróbicas. Su diagnóstico se basa en el aislamiento de la bacteria.
• Para ello, como en este caso, se debe realizar un antibiograma previo que identifique los antibióticos autorizados frente a los que la bacteria es sensible.
• En este caso se realizó el antibiograma con el formato AviPro ® placa, que está diseñado para establecer una prueba de susceptibilidad antimicrobiana por microdilución para patógenos que afectan a las aves de corral (Figura 9).

La bronquitis infecciosa es una enfermedad aguda y altamente contagiosa, caracterizada por alteraciones respiratorias (jadeo, estornudos, descarga nasal), así como por un descenso de la producción de huevos (calidad del huevo), e incluso alteraciones renales (cepas nefropatógenas). Esta enfermedad está ocasionada por el virus de la bronquitis infecciosa (IBV).

• El IBV es un Coronavirus que forma parte de la familia Coronaviridae, dentro del género Gammacoronavirus, que incluye solo virus que afectan a las aves.
• Se trata de un virus ARN monocatenario, con envoltura lipídica, siendo lábil en condiciones ambientales.
• En su superficie presenta las proyecciones de los peplómeros que le dan a la partícula viral la apariencia de corona solar.
• La proteína S de su superficie es la responsable de la unión del virus a las células del animal, y de la fusión de la envoltura del virus con la superficie celular, dando lugar a la liberación del ARN en el interior de la célula, donde se produce su replicación.

 

Existen diferentes serotipos atendiendo a su distribución geográfica, en Europa destacan los serotipos D274 (Holanda), CR88 (88121, 88061, 88099) origen en Francia, 4/91 o 793B en UK. Además, en 2004 en los Países Bajos se aisló la cepa D388, parecida a la cepa china QX, que ha causado multitud de problemas clínicos en la mayoría de las granjas avícolas y en 2006 se detectó una nueva cepa en varios países de la Unión Europea, la IT-02. Asimismo, en 2015 se ha aislado una nueva variante, la IB80 la cual causa graves pérdidas en la producción de huevos, con caídas repentinas del indice de puesta

• El IBV fue el primer coronavirus que se aisló.
• El primer hallazgo de este virus fue en la década de 1930, y debido a su gran impacto económico en la avicultura, ha sido ampliamente estudiado.
• Muchos autores como Cavanagh et al. (2007) y Jordan et al. (2017) destacan que IBV es una de las principales causas individuales de pérdidas económicas relacionadas con enfermedades infecciosas.

En lo referente a su epidemiología se considera a las aves domésticas (Gallus gallus) su único hospedador, siendo las aves jóvenes las más susceptibles.

• Presenta una diseminación rápida de 24 a 48 horas, con una morbilidad del 100%.
• La vía de infección es la respiratoria por medio de aerosoles, replicándose en tráquea y sacos aéreos.
• Posteriormente, da lugar a una viremia que le permite diseminarse por todo el organismo, pudiendo dar lugar a una replicación secundaria y secreción por moco (Figura 10).

 

Se trata de un virus frente al cual se vacunan a todas las producciones (broilers, gallinas reproductoras y gallinas ponedoras) debido a su rápida difusión, variabilidad e importancia económica en el sector. La vacuna viva del serotipo Massachusetts se utiliza en todo el mundo, ya que fue el primer tipo de vacuna producido y la única disponible durante muchos años. En muchos países es el único serotipo autorizado.

• La primera dosis vacunal tiene lugar en la incubadora, se emplean vacunas vivas en pollitos de engorde, en ponedoras y reproductoras.
• Además, en el caso de gallinas ponedoras y reproductoras se revacunan con vacuna viva durante la recría.
• Se deben emplear diferentes cepas de IBV en el programa vacunal ya que existe una deficiente inmunidad cruzada entre los serotipos y, la continua aparición de nuevas cepas hace que las aves puedan reinfectarse en varias ocasiones.
• Esto pone de manifiesto la importancia de la evaluación continua de los planes de vacunación y de la producción de nuevas vacunas. Para ello, tras la vacunación es importante realizar serologías seriadas para evaluar su correcta aplicación.

Recientemente, en la Revista Vaccines de 2021, aparece una revisión extensa sobre el desarrollo de vacunas frente a IBV, a cargo del profesor Anthony C. Ike y colaboradores. En la revisión citada se destaca que tanto la dosis como el momento de aplicación de la vacuna son fundamentales para el éxito de la vacunación

IBV continúa siendo una de las principales preocupaciones económicas del sector avícola a nivel mundial. Actualmente no existe un tratamiento frente a bronquitis infecciosa. A ello se le suma la predisposición a las infecciones secundarias como E. coli, que, con el aumento de las resistencias bacterianas y de las restricciones al empleo de antibióticos, hace que disminuya la productividad y aumenten la mortalidad y los fallos en el tratamiento.

Por ello es muy importante la profilaxis vacunal así como las buenas prácticas de manejo y medidas de bioseguridad para controlar el patógeno desde el inicio del ciclo productivo.

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