El sector avícola advierte que la gripe aviar puede convertirse en un “problema recurrente” debido a los brotes de gripe aviar presentes.
Para recobrar la normalidad de las exportaciones a terceros, los productores y la industria del pollo están trabajando en ello, tras superar los focos de gripe aviar, una enfermedad que ha tenido especial incidencia desde inicios de año en la península y que podría convertirse en un “problema recurrente”.
El secretario general de la interprofesional de carne avícola (Avianza), Jordi Montfort, valora que el país haya recobrado recientemente su estatus de libre de influenza aviar “gracias al gran trabajo” desarrollado por el sector, en coordinación con el Gobierno y las autonomías.
Hay que considerar la migración periódica de las aves entre el norte de Europa y Rusia hacia África es la principal causa de esos brotes, y que cada vez es mayor el número de aves que se quedan en zonas de la península donde encuentran ya “unas temperaturas adecuadas”.
Esas “cuestiones climáticas”, apunta Jordi Montfort, son las que podrían hacer el problema recurrente en el tiempo por lo que insiste en la necesidad de ser rigurosos con la medidas de bioseguridad en las granjas: “son esenciales para una explotación”.
El reto, en todo caso, es ahora reabrir los mercados terceros cerrados debido a la influenza, con la mirada puesta especialmente en Sudáfrica, donde se venden cada año cerca de 50.000 toneladas de producto.
Más allá de recuperar ese destino fundamental, el sector sigue trabajando para abrir mercados que son “muy interesantes” como México,China y Filipinas, entre otros.
También Avianza se ha embarcado ahora en un plan europeo de comercialización junto con la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) para ir a Japón y otro junto al ICEX para trabajar en Emiratos Árabes Unidos.
Otro de los objetivos trata de recuperar el consumo nacional, ya que ha descendido un 17 % en la última década, según los datos aportados. En 2020, la situación del sector había presentado su complejidad debido a la gran caída de consumo fuera del hogar que implicó mayores dificultades en la salida del producto, teniendo que congelar en muchos casos, y que afectó igualmente a los precios.