El agua: un componente crítico en la avicultura
El agua es esencialmente el “alimento olvidado” en la avicultura, según lo expresado por Julio Barbosa de PIPASA (Cargill Costa Rica) en 2017.
En el contexto de la bioseguridad en las explotaciones avícolas, el agua no solo es frecuentemente ignorada por granjeros y técnicos, sino que también es un componente crítico para el éxito operativo de estas explotaciones.
La calidad deltiene un impacto directo en la bioseguridad de la carne avícola producida, lo que subraya la importancia de mantener un suministro adecuado y de calidad.
La escasez de agua representa un riesgo significativo para la viabilidad de las explotaciones avícolas, no solo por su disponibilidad sino también por su calidad.
Problemas como el mantenimiento inadecuado de los sistemas de suministro pueden llevar a la proliferación de microorganismos y hongos, lo que a su vez puede causar enfermedades en las aves.
Por otro lado, un suministro inadecuado puede afectar negativamente el Índice de Conversión (I.C.), esencial para la eficiencia de la producción avícola.
Potabilizar el agua es un proceso, en el que tenemos que seguir unos pasos previos antes de implementar ningún otro.
¿Qué es potabilizar?
¿En qué consiste el proceso?
Potabilizar el agua no es solo usar cloro, no consiste en tener un depósito con agua y poner lejía (Hipoclorito sódico) y tampoco en poner una pastilla de disolución lenta de ácido Tricloroisocianúrico dentro de una redecilla o una media.
Veamos cuales serían estos pasos:
1 Análisis del agua; El estudio microbiológico, fisicoquímico y organoléptico del origen del agua en la explotación
2 Diseño completo del sistema de potabilización
3 Dosificación y acidificación para la disociación del biocida
4 Calibrado, recirculación y medición constante del biocida en la línea, a ser posible, en tiempo real antes de enviarlo a las líneas de bebida.
Importancia de una correcta potabilización del agua de bebida
- Proporcionar agua limpia y fresca garantiza un crecimiento adecuado y aumenta la rentabilidad para granjeros e integradoras.
- Estudios como los de Bobiniené et al. demuestran que la desinfección del agua reduce la mortalidad y mejora variables como el Índice de Conversión (I.C.), el peso promedio y la integridad intestinal de las aves.
- La desinfección efectiva previene la transmisión de microorganismos patógenos que pueden estar presentes en el agua y las conducciones, asegurando así el bienestar animal.
- El proceso de potabilización implica la utilización de s específicos que inactivan o destruyen patógenos como bacterias, hongos, esporas y virus, siendo esencial seleccionar el desinfectante adecuado basado en su espectro de acción y su eficacia también para eliminar biofilm.
Parámetros que afectan a la calidad del agua y al consumo por parte de las aves
Hay una gran cantidad de parámetros que pueden afectar a la calidad del agua en las explotaciones avícolas.
- Aunque el Real Decreto 3/2023 es una buena guía de referencia con los criterios técnico-sanitarios de la calidad del agua, no es específica para la potabilización del agua en las explotaciones avícolas.
- Esto se debe fundamentalmente a que esta guía hace referencia al punto donde el agua se trata y no tiene en cuenta el final de línea, punto en el que se pueden apreciar sustanciales diferencias en los parámetros medidos.
Veamos cuales son los parámetros que debemos valorar antes de seleccionar qué producto biocida es el adecuado para la potabilización.
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El agua como vehículo transmisor de enfermedades
El agua es un vector crucial para la transmisión de enfermedades en avicultura, debido a que puede contaminarse en diversas etapas, desde su captación hasta su distribución.
- Un suministro contaminado expone a un número masivo de aves rápidamente, potencialmente alcanzando a miles, a diferencia de la comida contaminada que podría afectar a menos individuos.
- La transmisión de patógenos a través del agua no solo incrementa el número de aves infectadas, sino que también puede aumentar la virulencia de las enfermedades.
- Los patógenos en el agua pueden evolucionar hacia formas que causan enfermedades más severas, propagándose incluso cuando las aves están demasiado enfermas para moverse.
- La contaminación puede originarse en la fuente de agua, como pozos, o en sistemas de almacenamiento y conducción, donde la falta de limpieza adecuada permite que los patógenos persistan y se propaguen, exponiendo a las aves a graves riesgos sanitarios.
La limpieza interna de las líneas;
El flushing
La limpieza interna de las líneas de agua, conocida como flushing, es esencial en las granjas avícolas, especialmente cuando se cambia de producto biocida o durante un vacío sanitario para eliminar biofilm o algas acumuladas.
- Esta práctica de desinfección y limpieza debe ser meticulosa y es típicamente realizada por empresas especializadas en bioservicios, pudiendo completarse en aproximadamente 2 horas para una granja con cinco líneas de agua, siempre y cuando se disponga del equipo y la formación adecuada.
El proceso de flushing implica el uso de productos específicos como los C.I.P. (Clean in Place), que son no espumantes y actúan basándose en el pH, ya sea alcalino o ácido.
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Tras la limpieza, es recomendable mantener las líneas llenas con una solución de peróxido de hidrógeno a concentraciones de 50-70 ppm hasta la llegada de un nuevo lote de aves o ácido hipocloroso a unas 5-10ppm a final de línea.
- Esto previene que los residuos desprendidos sean ingeridos por los pollitos.
- La eliminación efectiva de residuos como lípidos, proteínas, y biofilm, que se pueden acumular por el uso continuo de medicamentos, vitaminas o ácidos orgánicos en el agua, es crucial para reducir la colonización de microorganismos patógenos en el microbiota aviar, lo que podría afectar directamente a su microbioma.
Tratamiento del agua y las superficies que la contienen;
Los biocidas
La efectividad de la limpieza de líneas y conducciones de agua en granjas avícolas puede ser comprometida si no se controlan adecuadamente las bacterias, hongos, esporas, y otros microorganismos, que pueden llevar a la rápida re-generación de biofilm.
- Por esta razón, es crucial el uso diario de biocidas aprobados para mantener higienizadas estas superficies.
- La aplicación de estos biocidas puede realizarse mediante sistemas simples como bombas dosificadoras o sistemas más avanzados como generadores in situ de dióxido de cloro o ácido hipocloroso, los cuales pueden ser controlados por equipos de dosificación autónomos en tiempo real, que nos pueden dar valores clave para la higiene del agua como son la Tª, pH, ppm del biocida empleado y el ORP como medida de la eficiencia del sistema implementado.
El biofilm, una biopelícula que puede variar entre 10 a 150 micras de espesor, requiere un punto de anclaje para su desarrollo. Por lo tanto, la eliminación tanto del biofilm como de estos puntos de anclaje es fundamental para mantener la higiene y eficacia de las líneas de suministro de agua en la avicultura.
Al instalar y operar sistemas de tratamiento y suministro de agua, es fundamental considerar varios aspectos:
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La selección del biocida adecuado depende de varios factores, incluyendo la composición físico-química y microbiológica del agua, la eficacia demostrada del biocida frente a diversos microorganismos, su capacidad para eliminar biofilm, y consideraciones económicas como el costo de tratamiento, instalación y mantenimiento.
- Entre los biocidas permitidos se incluyen derivados del cloro como el dióxido de cloro y ácido hipocloroso, además de alternativas como el peróxido de hidrógeno, el ozono y la luz ultravioleta.
- Estos elementos deben ser calibrados y mantenidos adecuadamente por personal cualificado para garantizar su eficacia y seguridad.
La acidificación del agua y su mecanismo de acción; Ácidos Orgánicos Vs. Ácidos Inorgánicos
La acidificación del agua de bebida en la avicultura de carne es una práctica común que busca mejorar la absorción de nutrientes y prevenir enfermedades.
ÁCIDOS ORGÁNICOS
- Los acidificantes, ya sean orgánicos o inorgánicos, pueden trabajar en sinergia con biocidas para optimizar la potabilización del agua.
- Los ácidos orgánicos tienen la capacidad de ser reconocidos por la membrana plasmática de los microorganismos y de penetrar hacia el interior. Este proceso ocurre cuando un ácido orgánico en su forma no disociada atraviesa la membrana, gracias a su naturaleza orgánica. Una vez dentro del microorganismo, el ácido se disocia en protones H+ y aniones.
- La acumulación en el interior de estos protones H+ puede generar la desnaturalización de proteinas y orgánulos internos alterando así las funciones metabólicas esenciales para la vida del microorganismo. Por otro lado, la acidez debida a la acumulación de H+, puede interferir con la síntesis de ARN o ADN así como con la producción de ATP.
- Por último, este desequilibrio de la homeostásis unido a la acumulación de compuestos de desecho lleva a la lisis de la membrana celular que generaría la muerte del microorganismo.
- Los ácidos orgánicos, como el ácido fórmico, láctico y acético, son de origen natural, biodegradables y poseen propiedades antimicrobianas que pueden ayudar al control de patógenos como la como la Salmonella spp. en el tracto gastrointestinal, mejorando la microbiota y el microbioma del animal.
- Sin embargo, el uso continuo de ácidos orgánicos puede provocar la formación de biofilm y algas, por lo que se recomienda su administración en pulsos durante las horas de mayor consumo de agua.
ÁCIDOS INORGÁNICOS
- Por otro lado, los ácidos inorgánicos, como el fosfórico, clorhídrico o sulfúrico ofrecen una acción más rápida y potente en la reducción del pH para ayudar al control de la carga microbiana, aunque su uso puede asociarse con riesgos de irritación gastrointestinal y otros efectos adversos si no se manejan correctamente.
- Además, los ácidos inorgánicos son necesarios para disociar biocidas en base a cloro, y por otro lado, necesarios para generar el metabolito activo como es el ácido hipocloroso.
RECOMENDACIONES DE BIOSEGURIDAD APLICADA Y CONSEJOS
Como recomendaciones prácticas aquí van algunos consejos:
Consumo ad libidum
- El consumo varía en función de factores como el número de tetinas, altura de las líneas, caudal, de la temperatura ambiente así como la del agua, del estatus sanitario de la nave, por supuesto, de la edad de los animales, de la calidad del agua y de la fase del ciclo productivo, de las horas del día y de la composición del pienso en función del ciclo.
- El control por medio de los caudalímetros nos ayuda a comprobar que el consumo está dentro del rango marcado y a adelantarnos a comprobar la existencia de cualquier alteración en el consumo de agua del lote.
Esto ayuda a evitar la obstrucción de sistemas y a mantener la eficiencia en el sistema de potabilización.
Analíticas semestrales
- Cada explotación, por norma, debe hacer analíticas semestrales.
- Esta medida, no solo debería realizarse al origen desde donde se capta el agua, sea de pozo, de tanque reservorio/intermedio, o de canalizaciones, ya sean, públicas o de cuencas hidrográficas, sino también, al final de línea para determinar cómo de eficiente es nuestro sistema de potabilización.
Cabe recordar que la calidad del agua avicultura puede verse afectada durante periodos de lluvias o sequías, ya que, los acuíferos de los que se alimentan los pozos varían su caudal, y con ellos, no solo la carga microbiana sino también la físico-química, donde debemos estar atentos a posibles cambios en la analítica del agua lo que afectaría a ciertas partes del sistema de potabilización como filtros, descalcificadores y en el peor de los casos a las plantas de ósmosis.
CONSEJOS PARA UN MEJOR MANEJO
Revisa, limpia y sustituye filtros frecuentemente
- Los sedimentos y otras partículas pueden acumularse y provocar fugas en las tetinas lo que puede provocar efectos en la cama debido al exceso de agua.
- Los filtros obstruidos restringen el flujo de agua al bebedero y a los paneles evaporativos o pad-coolings.
- Además de servir para la filtración de partículas más groseras e indeseadas, los filtros te dan una visión rápida y precisa del estado en el que están las líneas de conducción de agua dentro de la granja.
- Un error común es no limpiar los filtros frecuentemente, o cambiarlos solamente una vez por año.
El mantenimiento de los filtros debe hacerse cotidianamente para asegurar que funcionen adecuadamente al menos una vez por semana, y en el caso que tengamos algún problema en las líneas, diariamente
Limpia las líneas, conducciones y depósitos regularmente
- Realizar el flushing de las líneas y conducciones en cada vacío sanitario es algo simple que no llevará mucho tiempo, de esta forma, podremos eliminar restos de biofilm, algas, medicamentos, vitaminas así como otros precipitados.
- Cada 2-3 lotes, es recomendable la limpieza de los tanques de maceración así como el tanque reservorio al menos una vez al año, para evitar el acúmulo de lodos y materiales sedimentados.
- Es aconsejable drenar las tuberías que van a los bebederos regularmente, al menos una vez por semana, pero cuanto más se haga mejor.
- Esto ayuda a mantener el sistema de agua limpio.
Drenar tras medicar
- Además de la descarga diaria, las líneas de conducción deben ser drenadas y posteriormente higienizadas después de cada uso del medicador.
- Hacer esto ayuda a eliminar mediante el caudal posibles fuentes de alimento y/o puntos de anclaje para bacterias u otros organismos.
Planifica antes de tratar
Antes de implementar programas de tratamiento o saneamiento del agua, asesórate bien con una empresa de bioseguridad que maneje no solo la instalación, el tratamiento, sino también el calibrado de los equipos y el seguimiento posterior.
Además, ellos podrán asesorarte sobre las condiciones del agua de la zona en la que tengas la explotación.
Si vas a medicar
- Asegúrate antes del pH ideal de la mezcla para poner la predilución adecuada en el tanque de medicación y agitación.
- Si vas a vacunar, retira con al menos 24h los biocidas y/o ácidos que puedan estar inyectándose para evitar la interferencia con las mismas.
Medidas para el control de la higiene del agua
- Controlar ciertos valores de una forma simple y fácil es de gran ayuda para confirmar y asegurar que el agua que proporcionamos a nuestras aves es la adecuada.
- Aunque está ampliamente extendida la medida del CLR (Cloro Libre Residual) al principio y final de línea, este valor, de manera aislada, no es sinónimo de agua potable.
- Además de este parámetro, en el caso de emplear productos en base a cloro, es de bastante utilidad medir también, pH, temperatura y ORP, e idealmente, conductividad, dureza total, alcalinidad y TDS