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La calidad de los huevos está directamente relacionada con la dieta de las aves

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calidad del huevo

Varios factores se analizan para determinar la calidad del huevo, incluyendo desde la formación de la cáscara hasta sus características internas como la albúmina, color, sabor y olor. Normalmente, los huevos son puestos por la mañana. “La yema se libera del ovario aproximadamente diez minutos después de la oviposición. Luego se liberan el albumen y las membranas internas en un proceso que dura de 5 a 6 horas. El óvulo entra al útero para que se inicie la hidratación del albumen, que ocurre durante aproximadamente 4 horas. En las 12 horas siguientes, se observa la formación de la cáscara mediante la deposición de una capa uniforme de carbonato de calcio”, explica la PhD y experta Christiane Fernanda de Queiroz Matias.

“El color de la yema es la característica interna más observada por el consumidor, aunque sea subjetiva dado que puede variar desde el amarillo claro hasta el naranja rojizo. Sin embargo, esta característica no indica la calidad nutricional, sino únicamente el aspecto visual. El color está relacionado con la dieta de las aves y puede darse por los aditivos colorantes o alimentos ricos en carotenoides”, explica Christiane Matias, qui es Gerente Técnica Comercial de Biomin, empresa de soluciones naturales para la nutrición animal.

La cáscara del huevo está formada de carbonato de calcio (CaCO3), el cual se encuentra en el hueso medular y en forma de partículas en el buche. “A pesar de esto, las aves tienen una capacidad limitada de almacenamiento. La atención del productor debe dirigirse para la calidad y el tamaño de las partículas de calcio ofrecidas durante la alimentación. La vitamina D también tiene un papel fundamental, dado que es responsable del transporte de calcio del intestino hacia los huesos y útero”, resalta la PhD.

Christiane explica que la principal fuente de calcio para aves es la caliza, una roca sedimentaria formada a partir de fósiles de animales marinos que han vivido hace millones de años. Sin embargo, la experta alerta que la calidad y la pureza de la caliza pueden variar. “La caliza puede contaminarse con sales de magnesio, sílice, arcilla y metales pesados. La caliza calcítica es la ideal para uso en dietas de aves cuando tiene en su composición niveles de carbonato superiores al 50% y concentraciones de magnesio inferiores al 3%”.

Existen formas más económicas en el mercado, como la caliza dolomítica, pero debe evitarse su uso dado que contiene altos niveles de magnesio, el cual se une al calcio e impide su absorción por las aves. El tamaño de las partículas también debe elegirse con cautela, puesto que partículas muy pequeñas pueden pasar directamente por la molleja y el duodeno y, así, no son utilizadas por las aves.

“El productor avícola también encontrará en el mercado soluciones que facilitan la absorción de nutrientes, como los aditivos fitogénicos. Estos productos contribuyen a la producción de enzimas pancreáticas, que mejoran la digestibilidad de los nutrientes y disminuyen las poblaciones de patógenos en el tracto gastrointestinal”, destaca Christiane.

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