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Durante esta entrevista con el Dr. Héctor Cervantes, nos enfocaremos en los programas para controlar la coccidiosis exitosamente. Un buen plan de prevención de la coccidiosis debe tener un buen fundamento científico y considerar numerosos aspectos, incluidos los de manejo, como el tipo de alojamiento, cama, ventilación, densidad de población, estación del año, etc.
¿Nos podría explicar qué son las coccidias, cómo se transmiten y cuál es su ciclo biológico?
Coccidias es el término utilizado para describir parásitos protozoarios unicelulares del género Eimeria que son el agente etiológico que causa la enfermedad más común de los pollos y otras aves; “la coccidiosis”.
- Las coccidias se transmiten por la vía oral-fecal. Los huevos del parásito se conocen como ooquistes y se excretan en las heces de las aves infectadas, sin embargo, cuando los ooquistes son recién excretados no han esporulado y por lo tanto no son infecciosos.
Con las condiciones apropiadas de oxigenación, temperatura ambiental y porcentaje de humedad en la cama, rápidamente (hasta en tan solo 24 horas) se transforman en la forma infectante por medio de un proceso conocido como la esporulación (o fase de esporogonia del ciclo biológico) en el que cada ooquiste produce internamente 4 esporoquistes de los cuales cada uno contiene 2 esporozoitos que cuando son ingeridos por un ave infectan el tracto intestinal resultando en la enfermedad que conocemos como la coccidiosis.
Es un ciclo bastante complicado implicando 3 fases:
- La esporogonia es la única fase del ciclo de vida que ocurre afuera del ave.
- Mientras, las otras 2 fases se llevan a cabo dentro del pollo – conocidas como la esquizogonia y gametogonia– y más específicamente, en el tracto intestinal.
Es importante recordar que cada tanda de multiplicación parasitaria resulta en la destrucción de millones de células intestinales lo que sirve para comprender los efectos adversos que tiene la coccidiosis sobre la absorción de nutrientes y los resultados productivos.
¿Cuál es la importancia de la coccidiosis para la industria avícola?
Por lo menos en EE.UU., durante los últimos años, la coccidiosis se ha ubicado como la enfermedad más importante de los pollos, pavos y otras aves. A pesar que la mayoría de las infecciones son subclínicas, la infección del tracto intestinal resulta en la destrucción de millones de enterocitos con la consecuente falla en la absorción de nutrientes, que, a su vez, resulta en ganancias diarias promedio de peso y conversiones alimenticias subóptimas, además predisponiendo a las aves a otras enfermedades entre las cuales destaca la enteritis necrótica.
El costo estimado más reciente de la coccidiosis a nivel global asciende a 11.000 millones de dólares.
¿Cuáles son los desafíos relacionados con el control de la coccidiosis en la producción avícola?
Mi experiencia proviene principalmente del ejercicio de la profesión en Estados Unidos, por lo que, aunque mis comentarios pueden coincidir en otros países, reflejan la situación actual en EE.UU. y tenemos muchos desafíos para controlar la coccidiosis aviar debido a nuestras circunstancias únicas:
- El primero, existe una percepción errónea por parte de los consumidores que los pollos y aves de corral criados sin antibióticos son más saludables, más nutritivos o más inocuos. La realidad es que al evitar el uso de anticoccidianos ionóforos que no tienen importancia médica en humanos, ni pueden generar resistencia cruzada a ninguna clase de antibióticos de importancia en la medicina humana o dejar residuos en tejidos comestibles.
Por lo anterior, la prevención de la coccidiosis, y por lo tanto también la de la enteritis necrótica, se complica mucho más.
- Desafortunadamente, en EE.UU., los anticoccidianos ionóforos, que han sido el principal medio para prevenir la coccidiosis en los pollos de engorde y en las aves de corral en todo el mundo, no se pueden usar en la producción sin antibióticos, como las designadas como NAE (“no antibiotics ever”) y RWA (“raised without antibiotics”).
En el año 2019, en EE.UU. el 58% de los pollos para carne eran criados bajo programas NAE o RWA, y probablemente alrededor del mismo porcentaje en la actualidad.
- Lo que esto significa es que, bajo estos sistemas, la coccidiosis solo se puede prevenir con anticoccidianos sintetizados químicamente, los llamados «químicos» o con vacunas vivas contra la coccidiosis.
Con quizás solo una o dos excepciones, como, por ejemplo, la nicarbazina, los anticoccidianos sintéticos son más propensos al desarrollo de resistencia, por lo que se deben rotar y descansar para prevenir o retrasar el desarrollo de la resistencia.
- Las vacunas anticoccidianas son una buena alternativa para descansar los anticoccidianos sintéticos y volver a sembrar los galpones con parásitos sensibles a los anticoccidianos. Sin embargo, para que las vacunas vivas induzcan inmunidad activa, se requiere su replicación en el tracto intestinal y esto a veces predispone a los pollos a la enteritis necrótica.
Durante las décadas en que los aditivos alimentarios antibióticos con buena actividad anticlostridiana se usaban como «promotores del crecimiento», la enteritis necrótica se mantuvo bajo control y las parvadas vacunadas no desarrollaban casos de enteritis necrótica.
¿Cuáles son los métodos actuales para detectar o diagnosticar la coccidiosis aviar?
Hoy en día, existen muchos métodos disponibles para detectar la coccidiosis, por ejemplo, las técnicas moleculares pueden usarse para identificar las especies de Eimeria presentes en una muestra, sin embargo, estas técnicas aún no son lo suficientemente simples para ser aplicadas en la práctica diaria.
El método más común usado para monitorear la prevalencia de coccidiosis en parvadas comerciales es a través de necropsias periódicas de aves “clínicamente sanas” representativas de la parvada.
Dado que todos los productores usan alguna forma de prevención de la coccidiosis (es decir, agentes anticoccidianos o vacunas vivas), rara vez se observa la coccidiosis clínica, pero las infecciones subclínicas son muy comunes y las más difíciles de diagnosticar y evaluar, ya que las parvadas no manifiestan ningún signo clínico de la enfermedad.
- Por lo tanto, la necesidad de los “chequeos de cocci” periódicos para evaluar el estado del control de la coccidiosis.
¿Cómo podemos crear un plan exitoso para el control de la coccidiosis?
La creación de un plan exitoso para la prevención de la coccidiosis es de suma importancia. Un buen plan de prevención de la coccidiosis debe tener un buen fundamento científico y considerar muchos aspectos, incluyendo los de manejo, como, por ejemplo:
- Tipo de alojamiento,
- Cama,
- Ventilación,
- Densidad de población,
- Estación del año, etc.
Todos estos factores pueden influir sobre la eficacia de los anticoccidianos para prevenir la enfermedad.
En términos generales y en condiciones ideales, se deben realizar rotaciones entre los fármacos anticoccidianos con base a su modo de acción para prevenir o retrasar el desarrollo de la resistencia. Por ejemplo, rotaciones entre un programa de ionóforos y un programa de productos químicos sintéticos o vacunas.
Entre los productos químicos sintéticos, no se han dilucidado todos los modos de acción. Sin embargo, se determinó el modo de acción de algunos y se deben hacer rotaciones basadas en el modo de acción en vez de en el principio activo.
También es importante señalar que existen combinaciones sinérgicas de nicarbazina con varios ionóforos (narasina, monensina, maduramicina, semduramicina) que están disponibles en diferentes partes del mundo y que se han utilizado ampliamente y con éxito para prevenir la coccidiosis en pollos para carne.
Un complemento importante para manejar proactivamente los programas de prevención de la coccidiosis es el uso rutinario de las pruebas AST (pruebas de susceptibilidad a anticoccidianos). Estas pruebas están diseñadas para predecir la eficacia de los agentes anticoccidianos mediante el envío de muestras de deyecciones o cama de varias parvadas de un complejo de producción para aislar las especies de Eimeria presentes y realizar un estudio de desafío bajo condiciones controladas.
Para controlar la eficacia de las vacunas anticoccidianas vivas, se recomienda medir la producción de ooquistes (OPG) en las excretas de los pollos o en muestras de la cama durante varios períodos de tiempo después de la vacunación para garantizar que las especies de Eimeria presentes en la vacuna están replicándose conforme a lo esperado y estimulando el desarrollo de la inmunidad activa. La replicación adecuada de las coccidias es crítica cuando se usan vacunas anticoccidianas vivas.
¿Cómo varían los programas de control de acuerdo con los diferentes segmentos productivos?
Los programas de prevención de la coccidiosis deben adaptarse para abordar las necesidades de cada tipo de producción. En la producción de pollos para carne las principales especies de Eimeria de interés son la E. acervulina, E. maxima y E. tenella. Además, el tipo de pollo es importante, los pollos pequeños (3,6 lb o 1,6 kg) tienen menos tiempo para desarrollar inmunidad activa contra la coccidiosis que los pollos grandes (8,5 lb o 3,9 kg) porque se procesan a una edad más temprana.
Durante años, los anticoccidianos añadidos al alimento fueron el método preferido para prevenir la coccidiosis en pollos para carne, las vacunas vivas solo se usaban en las aves más longevas como las reproductoras pesadas y las gallinas de postura. Sin embargo, con el mayor peso de mercado de los pollos para carne y las nuevas restricciones en el uso de agentes anticoccidianos provocadas por los programas de mercadeo (como los NAE o RWA), el uso de las vacunas anticoccidianas se ha vuelto muy común en los pollos para carne.
De hecho, hace unos años, calculé que 4.500 millones de pollos para carne en EE.UU. fueron vacunados anualmente para prevenir la coccidiosis.
Todas las vacunas para pollos de engorde contienen las 3 especies importantes, i.e. E. acervulina, E. maxima y E. tenella. En algunos casos, a los pollos vacunados se les administra posteriormente un anticoccidiano en el alimento (idealmente después de los 21 días de edad), ya que se ha demostrado que este tipo de programa conocido como programa «bio-shuttle» o «híbrido» mejora el rendimiento en términos de ganancia diaria de peso e índice de conversión alimentaria.
- Dado que la coccidiosis es una enfermedad autolimitante que genera inmunidad activa después de la infección, las vacunas vivas se han utilizado durante mucho tiempo en las reproductoras (pesadas y ligeras) y en las pollas destinadas para la producción de huevos de mesa.
- Además de E. acervulina, E. maxima y E. tenella, las aves más longevas, como las reproductoras y ponedoras, requieren protección contra la E. brunetti y E. necatrix, por lo que todas las vacunas comerciales para uso en reproductoras y ponedoras contienen estas 5 especies.
¿Qué deberíamos de tomar en cuenta para prevenir brotes de coccidiosis?
Los brotes de coccidiosis clínica son raros porque la mayoría de los productores utilizan alguna forma de prevención, es decir, agentes anticoccidianos en el alimento o vacunas vivas para prevenir la enfermedad. Brotes de coccidiosis han ocurrido y pueden suceder cuando se ha desarrollado un nivel alto de resistencia a un anticoccidiano, esto generalmente es el resultado de permanecer demasiado tiempo con el mismo agente anticoccidiano sin rotar a otro anticoccidiano con un modo de acción diferente.
La mejor manera de manejar proactivamente la eficacia de los anticoccidianos a largo plazo es mediante el uso rutinario de las pruebas de AST (Anticoccidial Sensitivity Tests).
Aunque estas pruebas tienen un costo y requieren el envío de excretas o muestras de cama a un laboratorio equipado para realizar la prueba, dichas pruebas pueden ser muy útiles para guiar a los productores a realizar rotaciones racionales de anticoccidianos que ayuden a preservar su eficacia y retrasen o prevengan el desarrollo de la resistencia.
¿Qué podemos esperar en términos de nuevas regulaciones a nivel local e internacional?
Las regulaciones locales e internacionales están sujetas a cambios constantes, los cambios tanto a nivel local como internacional pueden deberse a la presión de grupos de defensa del consumidor, organizaciones internacionales como la OMS o la FAO.
Los productores de aves de corral de todo el mundo deben estar atentos a las tendencias en la producción avícola que se desarrollan en los países del primer mundo porque, tarde o temprano, es probable que esas tendencias afecten a sus propios mercados.