Un problema que afecta a la mayoría de las propiedades rurales productoras de aves, porcinos y bovinos es el destino o empleo de las canales de animales que mueren por causas rutinarias o catastróficas. La preocupación se debe principalmente a la falta de una reglamentación específica para la remoción y empleo que atienda los aspectos sanitarios, ambientales y económicos.
Para ayudar a productores y organismos reguladores, EMBRAPA Porcinos y Aves (SC), Brasil, ha actuado en la evaluación de algunas prácticas y tecnologías apuntadas como rutas tecnológicas, compostaje acelerado, biodigestión anaerobia, deshidratación, incineración y reciclado industrial de las canales(rendering). Para la producción de harinas, grasas, fertilizantes y otros subproductos de valor agregado. Sin embargo, estas rutas tecnológicas necesitan una validación para que puedan ser indicadas oficialmente por los organismos reguladores.
La evaluación de las rutas se realiza en el marco del proyecto Tecnologías para destinación de canales (TEC-DAM), que cuenta con la participación de EMBRAPA y del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), Brasil.
Directrices orientadas a la destinación de animales muertos
Este artículo aborda las directrices que ha establecido el MAPA en una cartilla orientada a técnicos y productores rurales sobre las tecnologías disponibles para la destinación de animales muertos en las granjas. En el cual se detallan todas las etapas de los procesos, incluidos los procedimientos necesarios para la eliminación de los animales muertos del lugar de cría, el almacenamiento temporal de las canales, el transporte hasta la unidad de tratamiento y el destino final del residuo tratado.
También se tratan aspectos importantes relativos a la bioseguridad de las granjas, incluida la ubicación y las características de las construcciones y de los vehículos utilizados para el manejo de las canales, así como la higiene y desinfección de equipos.
Bioseguridad y análisis de riesgo son factores esenciales
Hay dos estrategias para la correcta destinación de animales muertos: el tratamiento dentro del establecimiento agropecuario o la remoción a centrales de tratamiento. En ambos casos, es necesario evaluar el escenario y las condiciones en que se produjo la muerte, recordando que el fallecimiento de animales por enfermedades de notificación obligatoria debe ser comunicado al Servicio Veterinario Oficial del Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA).
Al tratar el problema dentro del establecimiento agropecuario, el productor puede optar por las soluciones tecnológicas ya mencionadas, las cuales están siendo validadas por el proyecto. Por otro lado, la estrategia de remoción todavía carece de reglamentación específica en Brasil. Actualmente, este tema es objeto de un Grupo de Trabajo instituido por el MAPA con participación de EMBRAPA (Portaria Nº 216/2016) y del Proyecto de Ley Nº 5.851 / 2016 que se tramita en la Cámara de Diputados.
Bioseguridad
La opción para la remoción de los animales muertos debe ser hecha de manera juiciosa, siguiendo recomendaciones de bioseguridad, oficialmente legalizadas y reguladas, con trazabilidad acompañada por el Servicio Veterinario Oficial. «En caso de que el proceso ocurra de forma incorrecta puede causar impacto negativo, tanto en la diseminación de enfermedades en los rebaños, como en lo referente a cerrar las puertas al mercado exportador», destaca el investigador de EMBRAPA Nelson Morés, integrante del proyecto TEC-DAM.
Por otro lado, si se hace de manera correcta, la remoción puede traer impactos positivos para las cadenas productivas, con beneficios económicos, al medio ambiente y a los trabajadores en las propiedades. El científico explica «La regulación de la recolección y transporte de animales muertos puede generar ganancias de escala en los procesos de tratamiento disponibles para aplicación dentro de la ordenanza cuando se utilizan en centrales de tratamiento, como unidades regionales de compostaje, plantas de biogás, fábrica de fertilizantes orgánicos y organominerales».
Análisis de riesgo
El proyecto TEC-DAM prevé también análisis de riesgo, herramienta importante utilizada por la epidemiología veterinaria para identificar y cuantificar riesgos de procesos o de sistemas de producción para una o varias enfermedades infecciosas. El uso de esta herramienta permitirá a los gestores públicos y privados realizar la toma de decisión con mayor seguridad y mejor conocimiento de los riesgos del proceso de destinación de los animales muertos fuera de las propiedades. Además de considerar los riesgos del proceso de remoción y transporte, el estudio implicará también análisis de riesgo en el proceso de producción de harinas y grasas para nutrición animal.
El equipo del proyecto está elaborando una propuesta de criterios mínimos para mitigar riesgos de contaminación y diseminación de agentes infecciosos en granjas de cerdos para sacrificio, con impactos positivos para la bioseguridad general de las granjas. Así, se crearán las condiciones mínimas necesarias para la aplicación de estrategias de recolección y transporte de animales muertos, en caso de ser reguladas por los organismos oficiales.
Opciones de escala de producción
Durante muchos años, el compostaje fue la única tecnología recomendada oficialmente en Brasil como destino de las canales. Sin embargo, el investigador Krabbe observa que «Con el crecimiento de la escala de producción, esta práctica se mostró insuficiente para absorber todo el volumen de las canales y garantizar el manejo adecuado de esos residuos. Con eso ocurrieron otros tipos de descartes, resultando en problemas ambientales y laborales «.
Pequeña escala
La evaluación de las tecnologías se está realizando considerando los diferentes tipos de público, de acuerdo con la escala de producción. Para pequeñas escalas de producción, los investigadores llegaron al consenso de que el compostaje tradicional, en hileras o células de compostaje, es una ruta tecnológica segura, eficiente y de bajo costo de instalación y operación. Sin embargo, deben ser operadas en un lugar apropiado dentro de la propiedad rural.
Además, el experto resalta «Estamos trabajando para validar las buenas prácticas de manejo del compostaje con el fin de reducir la mano de obra, la exposición de los trabajadores a ese tipo de residuo y también mejorar el proceso de compostaje para la reducción de patógenos».
Se cita que entre las innovaciones evaluadas están el compostaje de carcasas o canales enteras de bovinos y equipos de trituración de canales, buscando nuevas soluciones para los pequeños productores con animales de mediano y gran tamaño.
Otro trabajo que el equipo pretende tener disponible durante el primer semestre de 2017, es una calculadora para poder dimensionar y realizar la formulación de las unidades de compostaje, con el objetivo de ayudar a productores y técnicos en la planificación de la propiedad rural.
A gran escala
Para escalas de producción mayores, otras soluciones tecnológicas ya están siendo validadas por el equipo para ser implementadas y operadas dentro de los límites de la propiedad rural, destacándose el compostaje acelerado, deshidratación y biodigestión anaerobia.
Soluciones tecnológicas evaluadas
Compostaje acelerado
El compostaje acelerado es el mismo proceso de compostaje que ocurre en el sistema tradicional en hileras o pilas, pero realizado por equipos que posibilitan mayor control del proceso (temperatura, humedad y aireación). Cuando se opera conforme a las recomendaciones técnicas, el tiempo de compostaje se reduce con respecto a la tradicional. Los científicos comprobaron que la trituración previa de las canales de animales muertos también aumenta la eficiencia del proceso.
Todo el material en compostaje debe todavía pasar por una etapa de maduración (dentro o fuera del equipo) y el fertilizante orgánico obtenido al final del proceso debe contemplar los parámetros de calidad y criterios de uso establecidos en las normativas que regulan el tema.
Biodigestión anaeróbica
La biodigestión anaeróbica de animales muertos también puede ser recomendada, siempre que cumpla las condiciones siguientes: (a) las canales deben ser previamente trituradas para facilitar el proceso; (b) las canales deben pasar por un tratamiento térmico que garantice la inactivación de patógenos antes de entrar en el biodigestor; (c) la cantidad de canales puestas debe respetar la capacidad operativa de cada modelo de biodigestor. El uso de biofertilizante (efluente del biodigestor) también debe seguir las normativas y recomendaciones técnicas oficiales para su reciclaje seguro como fuente de nutrientes para la agricultura.
Deshidratadores
El uso de deshidratadores es recomendado como alternativa para el tratamiento térmico y reducción del volumen de los animales muertos. La temperatura y el tiempo de deshidratación deben ser definidos de acuerdo con la destinación del material deshidratado: compostaje o biodigestión anaerobia, obligatoriamente.
Los equipos incineradores, a pesar de no ser apropiados para el tratamiento de la mortalidad rutinaria de animales en las propiedades rurales debido a su elevado costo de operación, son recomendados para el tratamiento de residuos con alto riesgo biológico. Estos equipos deben atender parámetros de calidad relacionados con las emisiones de gases y demás residuos conforme a la reglamentación del Consejo Nacional del Medio Ambiente del Ministerio de Medio Ambiente (CONAMA / MMA 316/2002).
Proyecto piloto
Santa Catarina fue el primer estado en proponer una acción piloto para evaluar la estrategia de remoción y transporte de animales muertos de las granjas. La Secretaría de Estado de Agricultura y órganos como la Compañía Integrada de Desarrollo Agrícola de Santa Catarina (CIDASC) y EMBRAPA presentaron al MAPA un proyecto piloto para la remoción, transporte y uso de canales de animales muertos en la fabricación de harinas destinadas exclusivamente a la producción de fertilizante. El proyecto piloto inicia sus actividades en marzo de 2017. El Investigador, Everton indica que «Durante la ejecución de este proyecto piloto, se identificará una unidad de producción de harinas ya existente y que pasará a constituir una Unidad de Referencia Tecnológica, con dedicación exclusiva al procesamiento de animales muertos». La propuesta establece que todo el proceso sea supervisado por CIDASC, MAPA y EMBRAPA.
El proyecto prevé, aún, trazabilidad desde la propiedad rural hasta la destinación de los productos generados, que serán grasas destinadas exclusivamente a biodiesel y harinas para fertilizantes órgano-minerales. EMBRAPA tiene como objetivo apoyar el proyecto piloto con acciones de investigación y transferencia de tecnología para acompañar la calidad de los productos generados (residuo cárneo forjado y grasas para biocombustible), validar la bioseguridad de la logística de recogida y proponer innovaciones para otorgar valor agregado con fertilizantes órgano-minerales.
Otro punto positivo de este proyecto es que permite acelerar las investigaciones de forma práctica, manteniendo las cadenas productivas exentas de los productos generados y permitirá una evaluación técnica y económica del proceso.
Normas de bioseguridad: Mitigando riesgos
La elaboración de la propuesta contempló el cumplimiento de rigurosos criterios de manejo a campo, durante el transporte e industrialización, incluso con la creación del Documento de tránsito de Animales Muertos (DTAM), a ser integrado en el sistema de control oficial.
Según EMBRAPA, las actividades relativas a la producción de harinas producidas a partir de animales muertos y su uso en la alimentación animal están en etapa avanzada de ejecución. Los resultados preliminares indican que el proceso de producción de harina controlada de manera eficiente de microorganismos. Los aspectos de oxidación se asimilan al sistema convencional de producción de harinas y pueden ser controlados a través del uso de antioxidantes.
De acuerdo al facultativo, Everton, destaca que «La contaminación por aminas biogénicas (sustancias tóxicas), sin embargo, ha sido una de las principales preocupaciones, incluso cuando las canales se mantienen en refrigeración». En este aspecto, una importante herramienta auxiliar es el uso de análisis por espectroscopia de infrarrojos (NIR). Este es un método rápido y de bajo costo, que está siendo desarrollado para ayudar a una mejor comprensión de los procesos y en la toma de decisión en cuanto al uso más apropiado de esas harinas.
El problema
Brasil tiene hoy uno de los mayores rebaños comerciales del mundo, con excelente participación en el escenario internacional. La perspectiva, de acuerdo con el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento (MAPA), es que para 2020 la producción nacional de carnes llegue a suministrar 44,5% del mercado mundial. Esta producción genera, además de un saldo positivo en la exportación, un volumen superior a un millón de toneladas de animales muertos, en todas las regiones brasileñas.
Los residuos de esta mortalidad deben ser manejados adecuadamente para mitigar los riesgos al medio ambiente y al estado sanitario de esas cadenas. El investigador Everton subraya «Eso sin olvidar los cuidados con la salud humana y el bienestar del trabajador».
El investigador resalta también que la normativa de la recogida y del procesamiento industrial de las canales de animales muertos todavía depende de la conclusión de un análisis científico que va a establecer cuáles son los riesgos que esa alternativa puede traer al estado sanitario de las cadenas de producción animal y a la seguridad de los alimentos. También hay un trabajo de definición de buenas prácticas de almacenamiento, recogida y procesamiento de animales muertos y la destinación adecuada de los subproductos provenientes de esos residuos.