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Los científicos todavía están tratando de planificar cuidadosamente los cambios anatómicos que ocurrieron entre los dinosaurios y las aves durante este tiempo, y no hay mejor manera de hacerlo que involucrarse en una pequeña «evolución inversa». Con lo anteriormente en mente, un equipo de investigadores ha desarrollado «piernas de dinosaurio» en embriones de pollos, según lo revelado en su estudio en la revista Evolution.
Sorprendentemente, ya se han realizado investigaciones previas para manipular pollos y convertirlos en dinosaurios «devenidos». En 2015, un estudio mostró que los pollos que fueron modificados durante el desarrollo embrionario pudieron lograr un hocico parecido a un dinosaurio. Un año antes, un estudio de tecnología más baja demostró cómo unos pocos pesos colocados estratégicamente podían hacer que un pollo caminara como un Tyrannosaurus rex.
Modificar a los pollos para que tengan cualidades similares a los de los dinosaurios se está convirtiendo en una veta de estudio cada vez más popular para los científicos que desean descubrir los planos de creación de un dinosaurio desde cero.
En 2006, investigadores de la Universidad de Wisconsin pudieron activar la formación de dientes al identificar y estimular el gen reprimido en pollos. Pero un equipo internacional de científicos recientemente decidió dar un paso adelante a través del crecimiento de una pierna de pollo similar a la de un dinosaurio.
Investigadores de la Universidad de Chile y la Academia de Ciencias de China detallan sus hallazgos en la revista Evolution: donde explican que mientras que las aves modernas tienen un peroné astillado que es más corto que la tibia, estos elementos esqueléticos comienzan esencialmente en la misma longitud que los embriones. En los dinosaurios, sin embargo, ambos huesos eran igualmente largos. Su objetivo: hacer crecer los huesos de las aves modernas para que terminen con patas de dinosaurio.
Científicos de la Universidad de Chile y la Academia de Ciencias de China descubrieron que las aves modernas tienen un peroné más corto que la tibia. Sin embargo, en los dinosaurios ambos huesos eran del mismo largo. El objetivo de este hallazgo es hacer crecer los huesos de las aves modernas y que terminen con patas de dinosaurios.
Los investigadores descubrieron que si activaban una proteína llamada «Indian Hedgehog” (IHH), el proceso de maduración del hueso se cerraría y el ave podría desarrollar un peroné parecido a un dinosaurio.
Esta capacidad se evidenció en todas las muestras de aves, y apoyó la hipótesis que un embrión tienen la capacidad genética de ser modificados en algo un poco más parecido al Archaeopteryx (Archaeopteryx, el ejemplo más famoso de la transición entre la Coelurosauria más antigua y las aves de hoy en día, tenía un hueso en forma de tubo llamado peroné que llegaba hasta el tobillo).
¿Por qué las aves modernas crecen diferentes longitudes de huesos en comparación con sus antepasados?
Los investigadores creen que no fue tanto por la necesidad de una evolución adaptativa, sino como un subproducto de los diferentes estilos de vida que la variedad de aves tiene hoy en día. Las aves zancudas como las cigüeñas y las garzas y las aves pequeñas como el Martín pescador no necesitan que su peroné y tibia sean del mismo tamaño, por lo que, después de varios linajes de aves mesozoicas, el tamaño de la tibia aumentó.
Anteriormente, la pérdida de la epífisis distal del peroné se consideraba una alternativa al mayor crecimiento embrionario de la tibia, como hipótesis mutuamente excluyentes. Desde el punto de vista de los investigadores, es importante un mayor crecimiento en la tibia, pero solo durante el período embrionario cuando la epífisis del peroné distal se osifica prematuramente.
Al igual que otros trabajos recientes, estos científicos enfatizan la importancia de los cambios posmorfogénicos para el origen de las novedades evolutivas, destacando el papel de las relaciones espaciales entre los elementos esqueléticos en el momento del inicio de la osificación endocondral.