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Y… ¿Si las tengo que encerrar?

Escrito por: Alberto Picchi Carmona - Especializado en la avicultura de puesta en sistemas alternativos, asesorando más de 70 explotaciones de este tipo principalmente en la mitad sur peninsular.
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Como bien sabemos las personas que nos dedicamos a las gallinas ponedoras, estas aves son animales de hábitos y costumbres.

Toda aquella alteración de los mismos, tendrá una respuesta en su comportamiento en la mayor parte de las ocasiones muy negativa, por lo que nos obliga a estar muy pendientes de dichas alteraciones.

En el caso de la avicultura de puesta ecológica y campera tenemos gallinas con el saludable hábito de salir a disfrutar de sus parques de recreo, donde desarrollan comportamientos naturales de picoteo, exploración, baños de arena, etc.

Este hábito puede verse interrumpido sólo ante dos circunstancias:

Que las gallinas mojen su plumaje en estaciones frías, supone un riesgo muy elevado para su salud y bienestar, por lo que es recomendable consultar la predicción meteorológica de cada día antes de proceder a la apertura de las trampillas de salida al parque cada mañana, aunque en ese momento tengamos un sol resplandeciente.

Sin embargo, nada más lejos de la realidad. La práctica totalidad de los casos positivos declarados en explotaciones de producción de aves en España se han dado en sistemas intensivos sin salida a parque, como son las explotaciones de pavos y pollos de engorde, granjas de gallinas reproductoras y, por último, grandes núcleos de gallinas ponedoras criadas en jaulas.

Alertas epideomológicas 

En los últimos años nos hemos acostumbrado a estar en alerta ante eventuales casos de Influenza Aviar. Existe en el sector de la avicultura cierta tendencia a identificar a las explotaciones de gallinas en sistemas de salida a parque como potenciales focos de riesgo de transmisión de gripe aviar.

Pensamos que las pequeñas explotaciones de gallinas camperas y ecológicas, que en número y no en censo son mayoritarias, presentan un menor riesgo de contagio debido tanto a su escala, que permite un menor trasiego de vehículos (camiones de pienso, de recogida de cadáveres, visitas veterinarias, etc.), como a sus sistemas de ventilación natural, que, al contrario de la ventilación forzada, obliga a pasar por las naves un menor volumen de aire por el interior de la misma. Se sabe que una de las principales vías de dispersión de este virus es la aerógena.

 

Pese a esto, como avicultores que sometemos a nuestras aves al campo exterior, debemos ser conscientes del riesgo que representa el potencial contacto con aves silvestres y sus heces en el parque.

Por lo tanto, debemos extremar las precauciones y seguir a rajatabla las indicaciones, en cuanto a bioseguridad, que las autoridades fijan en la Orden APA/2442/2006, que se activa cuando el riesgo epidemiológico es alto, como ocurre en la actualidad en las explotaciones situadas en los municipios que se detallan en su Anexo II, donde obliga al confinamiento de las mismas.

Es en estos casos donde deberemos tener en cuenta que nuestras gallinas dejarán de poder disfrutar de uno de sus hábitos más importantes y que más va a afectar a su comportamiento.Por lo que pasaremos a detallar algunas recomendaciones para poner en práctica y así poder hacer más llevadero para nuestras aves un confinamiento que, si hacemos memoria, ahora hace cinco años que nos tocó vivirlo en nuestras propias pieles.

Todas las medidas que detallaremos irán encaminadas a favorecer el entretenimiento y evitar el aburrimiento y estrés de las aves ante este cambio tan severo.

Medidas a tomar ante el confinamiento de nuestras aves

Instalación de verandas o jardines de invierno

Dada la frecuencia a la que en los últimos años nos hemos visto obligados a llevar a cabo estos confinamientos, nosotros, como técnicos, recomendamos en aquellas explotaciones que vayan a iniciar su actividad, la instalación de verandas o porches desde el minuto uno. Este tipo de instalación no solo nos será útil en el mencionado caso de los confinamientos prolongados, sino que además les daremos un uso recomendado en etapas donde la climatología nos traiga precipitaciones durante periodos largos de tiempo.

Este tipo de instalación no solo nos será útil en el mencionado caso de los confinamientos prolongados, sino que además les daremos un uso recomendado en etapas donde la climatología nos traiga precipitaciones durante periodos largos de tiempo.

Las verandas deben situarse a todo el largo de la nave, tener un techo sólido y un sistema de cierre completo mediante malla, que evite la entrada de aves silvestres. Recomendamos una anchura mínima de la veranda igual a la mitad de la anchura del interior de la nave. El suelo de la veranda deberá drenar fácilmente la humedad que pudiera producirse para así poder permanecer suelto y seco.

Aumento de la frecuencia de entradas al gallinero

Más allá de los confinamientos, tenemos contrastado que en aquellas granjas donde los sistemas son más manuales y los operarios se ven obligados a entrar al gallinero para llevar a cabo sus labores diarias con más frecuencia, las gallinas son más dóciles y los procesos de picaje se instauran con mayor dificultad.

Es por eso que hay que aumentar la duración y frecuencia de entradas de los operarios en la nave se presenta como una muy eficaz medida para evitar el desarrollo de hábitos de picaje en confinamientos prolongados. Sin embargo, este consejo es raramente llevado a cabo por las explotaciones que asesoramos, ya que la jornada de los operarios está normalmente saturada de tareas y no encuentran la manera económicamente viable de llevarlo a cabo.

Aunque no se trata de un parque propiamente dicho, estas verandas permiten que las aves salgan y tomen contacto con el exterior, donde pueden llevar a cabo hábitos como el picoteo y los baños de arena. Esto tiene un importante valor en cuanto a darles una actividad de entretenimiento, evitando que se aburran y comiencen a picar donde no deben, como la pluma de su vecina.

Medidas de enriquecimiento de los gallineros

Aunque recomendamos el enriquecimiento de las naves de forma continua, haya o no confinamiento, en estos casos se convierte en una medida imprescindible para otorgar a las aves una fuente de entretenimiento extra. Los más eficaces enriquecimientos son:

Alfa prensada en vacas: 

Estas pacas de alfalfa deberán colocarse colgadas en redes y suspendidas a unos 10 centímetros del suelo.  Evitaremos cortar las cintas compresivas que traen de fábrica con el fin de dificultar la extracción de fibras por parte de las gallinas y que las deshagan con demasiada facilidad. Lo recomendable será colocar una bala de 20 kilos por cada 500 gallinas.

Bloques prensados de picoteo

Dentro de los que existen en el mercado, recomendamos aquellos en los que existe grano entero y conchilla de ostra visualmente distinguibles para las gallinas. Los bloques demasiado duros presentan el problema de que aunque la gallina comienza a picarlos, al no recibir “premio” alguno, terminan frustrándose y dejándolos de lado.

Recomendamos la colocación de estos bloques usando el envase en el que vienen como pedestal y colocados directamente sobre la yacija. Lo recomendable, al igual que la alfalfa, será colocar un bloque de 10 kilos por cada 500 gallinas.

 

Dispensadores de carbonato cálcico grueso

Al igual que el resto de enriquecimientos, este sobre todo recomendamos colocarlo en todos los lotes de ponedoras desde que entran en fase de producción. Además de su función de distracción, el uso de este carbonato cálcico nos ayudará a mantener durante más tiempo la integridad del hueso medular y por lo tanto prolongar la calidad de la cáscara durante más tiempo.

Uso de lámparas de luz roja

La luz roja ya se ha demostrado como un sistema muy eficaz para frenar procesos de picaje. Nosotros no recomendamos su uso desde el inicio del lote, sino a partir del momento en el que detectamos un inicio del proceso de picaje en las gallinas.

Existen en el mercado sistemas de luminaria que permiten cambiar gradualmente la tonalidad de esta luz, desde blanca a roja, y también controlar su intensidad. Cuanto más avanzado esté el proceso de picaje en las aves, más intensidad de rojo necesitaremos para poder frenarlo.

Este método presenta el inconveniente de que en naves abiertas con mucha entrada de luz natural, el efecto deseado de la luz roja solo aparecerá en aquellas horas en las que se suplemente luz artificial y aún haya oscuridad en el exterior. Es por tanto fácil entender que este sistema tendrá mucha más eficacia en estaciones donde la duración de los días sea corta, y sin embargo, nos será de poca ayuda a finales de primavera y verano.

Colocación de dispersores de feromonas apaciguantes En el caso de estos dispersores debemos tener en cuenta que su eficacia baja conforme las gallinas van ganando edad, es por tanto un método eficaz principalmente en aves jóvenes. En definitiva, se trata de entender y empatizar con nuestras aves en un momento en el que van a necesitar que les proporcionemos todas las medidas de entretenimiento que tengamos disponibles, puesto que a ellas no les vamos a poder dar de alta en ninguna plataforma de vídeo en streaming…         

 

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