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Control de moscas en producción avícola, una práctica clave

Escrito por: Hack Richard
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Moscas domésticas 

La mosca doméstica, Musca domestica, es una plaga establecida tanto en granja como en los hogares1. Una cantidad excesiva de moscas en instalaciones avícolas es inaceptable por varias razones: Resultan una molestia para los trabajadores Actúan como vectores transmisores de enfermedad.

Cuando las poblaciones de moscas no se controlan adecuadamente, se pueden convertir en un problema de salud pública en las explotaciones avícolas y las comunidades rurales no agrícolas cercanas, lo que a menudo lleva a malas relaciones en la comunidad y potenciales litigaciones2.

Las moscas también afectan negativamente al rendimiento productivo como resultado del estrés que generan en los animales. En el caso de una fuerte infestación, las aves se pueden ver abrumadas, reduciendo drásticamente su consumo de alimento, con la reducción resultante en la producción de carne y huevos3.

Las moscas defecan y regurgitan, manchando las estructuras y los equipos, los aparatos de iluminación –reduciendo el nivel de iluminación– y los huevos –lo que supone un riesgo de transmisión de patógenos en los huevos recién puestos, que reduce el atractivo de los huevos de cara al consumidor y reduce su valor en el mercado3–.

Aunque es difícil estimar las pérdidas productivas directas ocasionadas por las moscas, aparte de por su papel como transmisores de enfermedad, son responsables de daños y costes de control para la industria avícola que ascienden a más de mil millones de euros anuales3. En 1979, se estimó que los costes directos del control de moscas en las naves de puesta ascendían a 0,11€ por ave y año4

Los científicos han calculado que un par de moscas que comiencen a reproducirse en abril tienen el potencial, en condiciones óptimas, de engendrar hasta 191.010.000.000.000.000.000 moscas en agosto1.

Figura 1. Ciclo vital y características de la mosca doméstica

Patrones biológicos y de comportamiento de las moscas

Desarrollo

Los huevos de mosca eclosionan, se convierten en larvas en las zonas de cría antes de formar pupas y finalmente se transforman en adultos para repetir el ciclo vital a lo largo de toda la temporada de moscas. El ciclo de desarrollo de la mosca, la densidad de población y las actividades diarias de estas moscas incluyen volar en una zona en particular dependiendo de los recursos, la temperatura y otros factores bióticos y abióticos.

Cuando el alimento no se encuentra limitado, las moscas completan su ciclo vital en aproximadamente:

Los huevos pueden eclosionar 9 horas después de la ovoposición y pueden tardar hasta 7-10 días en completar la fase de huevo a adulto en condiciones ideales. Sin embargo, un clima más fresco, un medio más seco y la escasez de alimento pueden prolongar este periodo de desarrollo hasta 2 semanas o más

Las moscas producen múltiples generaciones al año que pueden coincidir, pudiendo encontrase todas las fases de desarrollo al mismo tiempo. Aunque el desarrollo depende de la temperatura, es posible que aparezcan múltiples generaciones al año en zonas tropicales y templadas debido a los hábitos peridomésticos3.

Desplazamiento

Distintos estudios han demostrado que las moscas pueden recorrer distancias que oscilan entre 3,22 km y 32,19 km. Sus vuelos tienen el objetivo de buscar alimento y lugares de ovoposición, habiéndose comprobado que las moscas se desplazan más en zonas rurales que en zonas urbanas debido a que los asentamientos humanos se encuentran más dispersos. De noche, las moscas normalmente están inactivas3.

Alimentación

Tanto machos como hembras se alimentan de todo tipo de alimentos de origen humano y animal, basura y excrementos. El alimento líquido es ingerido mediante succión y el alimento sólido es humedecido con saliva para disolverlo antes de su ingestión.

Transmisión de enfermedades e impacto sobre la productividad

La mosca doméstica es un importante vector transmisor de muchas enfermedades humanas y avícolas –protozoos, bacterias, virus, rickettsias, hongos y nematodos1– y pueden causar problemas de manchas en los huevos, así como en las ventanas de los edificios2.

Resistencias antimicrobianas

El control de moscas podría considerarse como una forma de reducir la propagación de enfermedades en las granjas, minimizando también la necesidad de usar antibióticos para tratar esas enfermedades. Las moscas albergan y propagan bacterias resistentes a los antibióticos, tanto en las granjas como en los entornos hospitalarios3. Por ello, controlar las moscas es una forma de reducir la diseminación de bacterias resistentes.

La especie Musca domestica se ha señalado como transmisor mecánico de patógenos como el paramixovirus causante de la enfermedad de Newcastle7 y al transporte del virus de la Influenza Aviar durante periodos de 72 horas postinfección8, actuando además como vectores para bacterias, tales como Shigella spp., Vibrio cholerae, Escherichia coli, Staphylococcus aureus, Salmonella spp.9, Klebsiella spp., Enterobacter spp., Aeromonas spp.10, Campylobacter spp., así como parásitos protozoarios y huevos de algunos cestodos7.

Las molestias ocasionadas por las moscas domésticas a los trabajadores también resultan en una pérdida de productividad, ya que pierden el tiempo espantando las moscas de su cara e incluso podrían evitar trabajar en lugares donde las poblaciones de moscas sean intolerablemente altas3

Las moscas son conocidas por ser portadoras de organismos asociados a las intoxicaciones alimentarias en humanos, tales como Salmonella spp., Campylobacter spp., E. coli y Listeria spp7

Tabla 1. Impacto de las moscas en la transmisión de enfermedades y la productividad avícola

 

Descripción de los sistemas de manejo en zonas donde las moscas son problemáticas

Las moscas constituyen un problema en las instalaciones avícolas con abundancia de gallinaza para la reproducción de las mismas y donde la gestión de estos residuos es deficiente4. Normalmente, la gallinaza se acumula debajo de las aves hasta el final del lote, lo que varía de 5 semanas en el caso de la producción de broilers, hasta las más de 52 semanas en las gallinas de puesta. La facilidad con la que las moscas se pueden desplazar dentro y fuera de la nave avícola, así como el acceso a gallinaza fresca, facilita su desarrollo y persistencia en la granja2.

Tipos de instalaciones avícolas afectadas

En el caso de gallinas ponedoras alojadas en jaulas o en aviarios donde se han instalado sistemas de cintas transportadoras, la gallinaza es recogida por las cintas y retirada frecuentemente hacia unas instalaciones de gestión de gallinaza seca. Esta práctica se traduce en la reducción de los lugares para la reproducción y unas bajas poblaciones de moscas3.

Manejo Integrado de Plagas (MIP)

El Manejo Integrado de Plagas (MIP) de las poblaciones de moscas es el protocolo recomendado para la implementación con éxito de un programa de control de moscas5.

Monitorización

La monitorización de la población de moscas es una parte indispensable del MIP, habiéndose desarrollado varias herramientas de monitorización de larvas y adultos que permiten a los ganaderos monitorizar la aparición de las moscas adultos, proporcionando una base para la temporalización y la frecuencia de aplicación de los esprais3 –Tabla 2–.

Tabla 2. Métodos de monitorización de las poblaciones de moscas

 

Higiene

La higienización permite eliminar las áreas de reproducción de moscas, resultando en la reducción de larvas y áreas viables para que los adultos pongan sus huevos. Dependiendo de el tipo de instalación avícola, la gestión del estiércol seco es muy efectivo para la reducción de las poblaciones de moscas4, que se logra mediante:

Para conservar parte de la fauna heterogénea de la gallinaza, especialmente los depredadores y parásitos de las moscas, la gallinaza no debería ser retirada de una sola vez. Cuando sea posible, se deben retirar porciones de estiércol de forma escalonada, preferiblemente durante los meses más frescos cuando desciende la actividad de las moscas, debiéndose dejar una base de gallinaza vieja para proporcionar absorbencia y gallinaza fresca como sustrato para los artrópodos beneficiosos2.

Control mecánico

El control mecánico conlleva el uso de dispositivos de control de moscas o la retirada el estiércol, incluyendo las barreras físicas como las pantallas o ventiladores para prevenir la entrada de moscas a las naves avícolas, las trampas, los matamoscas eléctricos. Las trampas eléctricas no son prácticas para el control de grandes poblaciones de moscas debido al gran número de unidades necesarias y los costes que conllevan. Sin embargo, estas unidades pueden ser útiles para zonas más pequeñas de gestión de productos, oficinas y demás zonas cerca de las naves avícolas1

Control biológico

El control biológico debería formar parte de un programa integral de control de moscas en la explotación avícola. Las estrategias de biocontrol incluyen prácticas para incrementar la eficiencia de los enemigos naturales de las moscas, como:

Depredadores: Las avispas parasitoides, los escarabajos depredadores y los ácaros se emplean para el control de los estadios juveniles de las moscas. La liberación de la especie y variante correcta en el momento y cantidad adecuadas es esencial para un control efectivo. Adicionalmente, varias especies de nematodos entomopatogénicos han sido estudiados extensamente como potenciales agentes de biocontrol frente a moscas3.

Patógenos: Los microorganismos causantes de enfermedad en los insectos podrían ser interesantes como agentes de control de moscas, existiendo varios estudios que han tratado de examinar aislados virulentos para desarrollar formulaciones apropiadas y estrategias aplicables en el campo.

Extractos vegetales: Adicionalmente, se han utilizado materiales vegetales y aceites esenciales derivados de plantas desde la antigüedad para repeler o matar las moscas, habiendo atraído de nuevo el interés para su comercialización en el MIP avícola3.

Control químico

El uso de insecticidas para el control de moscas es un componente importante de un programa de control integral de moscas4. Los productores deben monitorizar las poblaciones de moscas con regularidad para poder evaluar el programa de control de moscas y decidir cuándo es necesario aplicar insecticidas, siendo necesario guardar registros precisos sobre los productos químicos y las dosis empleadas. Una temporalización inapropiada y el uso indiscriminado de insecticidas, combinado con un mal manejo del estiércol, de la humedad y de las prácticas de higienización, incrementarán las poblaciones de moscas y la necesidad de la aplicación adicional de insecticidas1

Es importante gestionar las posibles resistencias a los insecticidas, siendo necesario aplicar un programa integral de control de plagas:

Es imposible erradicar todas las moscas, por lo que las prácticas de control se centran en reducir las poblaciones de moscas a unos niveles tolerables4 –ver Tabla 3–.

Tabla 3. Métodos de aplicación de control químico de moscas

 

Siempre es recomendable emplear productos con eficacia probada6, alternando piretroides, organofosforados, neonicotinoides, espinosinos, insecticidas reguladores del crecimiento (IGRs – Insect Growth Regulators).

En los casos en los que el uso de pesticidas se convierte en la única herramienta de control, el manejo de las resistencias requiere una rotación de pesticidas, cambiando entre distintos compuestos químicos diferentes mecanismos de acción

La Figura 2 muestra un ejemplo de plan de rotación de insecticidas, incluyendo algunos de los principales tipos de insecticidas disponibles en el mercado6. Es importante tener en cuenta que la rotación entre piretroides y organofosforados no es recomendable debido a las potenciales resistencias cruzadas existentes entre ambos grupos, posiblemente relacionadas con la acción enzimática de las esterasas o monooxigenasas11

Figura 2. Plan de rotación de insecticidas11

 

Aplicación de insecticidas

Los IGR pueden emplearse conjuntamente con cualquier adulticida, ya que sus mecanismos de acción difieren, debiendo emplearse únicamente insecticidas aprobados (registrados) siguiendo las indicaciones del etiquetado.

La aplicación selectiva de productos químicos en las paredes y techos de las instalaciones avícolas donde descansan las moscas, así como el empleo de cebos en tableros y estaciones, es compatible con el uso de agentes biológicos, siempre y cuando se evite la contaminación de la gallinaza1. El uso de cebos de moscas y la aplicación selectiva de los productos químicos de control de moscas en las porciones superiores de las naves donde descansan las moscas es compatible con los agentes de control biológico2.

Los larvicidas son productos químicos que se aplican directamente sobre la gallinaza para matar las larvas. Pueden aplicarse de forma puntual en espray, mediante gránulos o a través de premezclas. Los larvicidas son principalmente IGRs, siendo la ciromazina el principal ingrediente activo. Emplear ciromazina como aditivo alimentario o aplicada directamente sobre la gallinaza es aceptable, ya que es relativamente inocua para los ácaros depredadores y los escarabajos3,4.

Problemas comunitarios relacionados con la producción animal intensiva

Las CAFOs (Operaciones Concentradas de Alimentación Animal) son instalaciones agrícolas industriales a gran escala donde se crían animales, normalmente en grandes densidades, para la producción de carne, huevos o leche.

Las residencias cercanas a estos centros suelen tener mayores poblaciones de moscas que los hogares típicos12. Los conflictos surgidos entre las comunidades y los encargados de las CAFOs van en aumento debido al incremento del tamaño de las granjas para mantenerse competitivas13.

Los conflictos entre las CAFOs y los residentes locales cuando las moscas invaden el vecindario han resultado en acciones en el ámbito de la salud pública, llegando a litigaciones. Por ello, las CAFOs deben desarrollar y mantener un programa MIP exitoso para reducir y controlar las poblaciones de moscas.

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