El establecimiento de un riguroso control integral de la bioseguridad en la avicultura es esencial para garantizar la salud de nuestras aves y optimizar su desempeño. Actualmente, la implementación de medidas de buenas prácticas en bioseguridad en la producción avícola se ha vuelto un pilar fundamental para lograr resultados óptimos en la crianza de animales.
La bioseguridad en la avicultura comprende un conjunto de medidas diseñadas para prevenir la entrada o la propagación de microorganismos patógenos en la explotación. Esto no solo protege la salud de los animales presentes en la granja, sino también la de las personas que interactúan con ellos, mejorando el bienestar animal.
En el contexto actual, la aparición de microorganismos patógenos resistentes a múltiples tratamientos y la amenaza constante de enfermedades devastadoras, como la Influenza Aviar, subrayan la importancia de la bioseguridad, convirtiéndola en uno de los principales desafíos en la ganadería avícola. Por lo tanto, es imperativo contar con un asesoramiento técnico sólido para diseñar protocolos de bioseguridad personalizados que se adapten de manera efectiva a las necesidades de cada núcleo de producción.
Para desarrollar un protocolo exitoso, el primer paso es identificar todos los Puntos Críticos de Control (PCC) y prestar especial atención a su eliminación o reducción de riesgos. En el siguiente video, se destacarán los PCC clave junto con soluciones eficaces para mitigar los riesgos:
Las vías de entrada a la explotación requieren un control estricto para evitar la introducción de patógenos desde diversas fuentes, como vehículos, visitantes, personal y veterinarios. Esto implica la instalación de arcos de desinfección, vados sanitarios y otros elementos similares en la entrada de la granja, así como la provisión de pediluvios y lavamanos en las áreas de acceso a las naves.
- El control del agua de bebida es fundamental, ya que la calidad del agua influye en la incidencia de patógenos que pueden causar problemas digestivos en las aves y afectar la producción.
- La limpieza y desinfección periódica de los silos de almacenamiento de alimentos es esencial para prevenir el crecimiento de hongos y microorganismos patógenos. Se recomienda realizar esta desinfección durante los períodos de vacío sanitario.
- La desinfección regular de contenedores de cadáveres es importante, y se aconseja el uso de productos con acción insecticida para evitar la presencia de vectores de enfermedades en ellos.
- La implementación de un protocolo de control de roedores eficaz es necesario para evitar la proliferación de esta plaga, que puede actuar como portadora de una variedad de patógenos y causar daños estructurales en las instalaciones.
- El control de Alphitobius debe llevarse a cabo tras retirar la cama para evitar que estos insectos se oculten y reaparezcan en ciclos posteriores, actuando como vectores mecánicos de enfermedades entre lotes.
- La limpieza periódica de las conducciones es imprescindible para eliminar el biofilm que puede acumularse y afectar la administración de productos a través del agua.
- La limpieza de las instalaciones se debe realizar después de retirar la materia orgánica, utilizando detergentes adecuados según el tipo de suciedad y calidad del agua. La calidad del agua puede influir en la eficacia de los detergentes, por lo que es importante considerar agentes secuestrantes en áreas con aguas duras o de baja calidad.
- La desinfección posterior a la limpieza es crucial para eliminar todos los microorganismos presentes. Se recomienda realizar pruebas para verificar la efectividad de los procesos de limpieza y desinfección.
En Bioplagen, ofrecemos una amplia gama de soluciones de bioseguridad adaptadas a distintos tipos de explotaciones ganaderas, respaldadas por nuestro compromiso con la salud y el bienestar de las aves en la avicultura.