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Crecimiento de la Industria avícola argentina debilitado: “Día Mundial del Pollo”

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En el marco del “Día Mundial del Pollo”, desde el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, CEPA, Roberto Domenech, efectúa una evaluación de la industria del pollo actual en Argentina, donde se muestra preocupación frente a la inflación que afecta a este país y limita el desarrollo del sector.

El Día Mundial del Pollo se celebró por primera vez en 2012 en el país miembro del Consejo Internacional de Avicultura, IPC, Hungría, donde continúa como un evento anual. Desde entonces, otros países y miembros del IPC celebran este acontecimiento el 10 de mayo.

En este contexto, el Presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas, CEPA, Roberto Domenech, realizó en el medio Clarín, un análisis de la industria de pollo de engorde argentina, donde explica que diariamente son faenadas 3,5 millones de aves y, deduciendo que cada una de estas aves vive hasta su faenamiento aproximadamente 50 días, al día 150 millones de pollos se alimentan en esta nación.

 

El CEPA congrega al 80% de la producción de pollo de engorde argentina, esto significa 38 empresas que están integradas verticalmente. Mientras, existe el otro 20% de granjas faenadoras o productoras independientes. El total de la avicultura de carne argentina genera 75.000 empleos directo e indirectos.

 

En el Clarín, Roberto Domenech puntualiza que “2020 terminó con un consumo de 48,7 kg/hab/año de carne de pollo, con meses en que superó los 50 kg, y una tendencia actual a superar ese consumo”.

El pollo se ha convertido en la carne más consumida, en su conjunto el consumo total de carnes en Argentina está en 120 kg/hab/año- carne bovina, pollo y porcina.

 

En relación a lo anterior explica “Porque hay un mérito nuestro de llegar a los 50 kg, pero también hay que sumar el aporte de la carne bovina que con la exportación ha permitido que el mercado interno se abastezca con algo menos de 50 kg/hab/año, llegando en los últimos 6 a 7 años a unos 120 kg/hab/año de consumo total de carne (incluida la porcina, cuya exportación también ha crecido), volumen que se mantiene en forma constante”.

 

Durante la entrevista en el Clarín, Roberto Domenech comenta que con respecto a las exportaciones, los productores de pollo están limitados, debido a macroeconomía argentina. Resaltando que el incremento de los costos por la inflación de este país se traslada a un aumento del costo en dólares. Si bien es cierto, señala que para los productores de pollo de todo el mundo es igual el incremento de los precios de la soja y el maíz.

 

Adicionado a lo señalado, en Argentina, el problema radica en que para este año se ha proyectado una inflación del 29%. Lo cual, provocará que el tipo de cambio según el presupuesto argentino adecuará (devaluará) la relación US$/peso argentino en 25%. Entonces, advierte si todo se lleva a cabo habrá una subida de 4% del costo en dólares, siendo esto una enormidad en el mercado internacional.

 

En virtud de lo anterior, tras las condiciones macroeconómicas actuales no se puede realizar una proyección exportadora. Es más, conforme se consiga en el Clarín, el presidente de CEPA indica que “En 2020, respecto de fines de 2019, trabajamos para crecer 30.000 t en exportación, pasando de 270.000 a 300.000, pero terminamos exportando 240.000 t. No pudimos competir con la devaluación brasileña que fue de 45%”.

 

Además, expresa que la producción de pollo no exportada se volcó al mercado doméstico, provocándose una sobreoferta, teniendo que bajar el precio de este producto y, por lo tanto, los productores perdieron dinero durante todo el año.

 

Por lo anterior, el presidente de CEPA, Roberto Domenech, explica que tuvieron que cambiar sus planes, ya que tenían un programa para el año 2025 que estimaba un crecimiento anual de 3%. Sin embargo, para este 2021, prevé que la producción será entre 1% a 2% inferior al 2020.

Para concluir, expresa que para ser más competitivos se necesita renovar la industria de producción de pollo con tecnología de punta para bajar los costos en diversas áreas, pero para ello necesitan el acompañamiento de la macroeconomía, siendo esto imprescindible.

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