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Desafíos emergentes de la pododermatitis en pollos de engorde e intervenciones nutricionales

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La industria de pollos de engorde ha logrado un progreso significativo en las últimas dos décadas con mejoras en genética, manejo, nutrición y crianza, que han hecho que los pollos de engorde sean muy eficientes y de rápido crecimiento.

La genética y la nutrición se han orientado a conseguir aves de mayor tamaño en el menor tiempo posible.

Los pollos de engorde de hoy en día priorizan la deposición muscular sobre el desarrollo del esqueleto y los tejidos blandos, lo que conduce a problemas de integridad estructural, que pueden exacerbar con problemas de salud intestinal y en programas libres de antibióticos.

Este resumen cubre los desafíos de integridad estructural más emergentes relacionados con la pododermatitis a la que se enfrenta la industria actual de pollos de engorde y las intervenciones nutricionales que pueden mejorar el desafío.

La pododermatitis es una inflamación de la piel que causa lesiones necróticas en las almohadillas plantares de las aves de corral (Shepherd et al., 2010).

La rentabilidad de la pata de pollo se ha estimado en aproximadamente 280 millones de dólares al año (US Poultry & Egg Council, 2016).

Además de causar un aumento de las pérdidas por decomisos, la incidencia de lesiones en las almohadillas plantares también es un criterio de auditoría en las evaluaciones de bienestar de la producción avícola (Mayne, 2005; Matland 1985).

Las lesiones en las almohadillas plantares pueden inducir una infección sistémica en las aves de corral, por lo que la pododermatitis se considera un problema de inocuidad de los alimentos (Matland, 1985; Campo et al., 2005; Managi et al., 2012).

La pododermatitis es una afección multifactorial causada por:

• Los ingredientes de la dieta
• Las deficiencias nutricionales
• La cama húmeda
• Los tipos de material de la cama
• La genética
• El sexo
• El peso de las aves
• La densidad de población
• La estación
• El manejo

(Mayne, 2005, Harms et al., 1977; Nagaraj et al., 2007).

Se ha informado que la cama húmeda es el factor predisponente más importante para el desarrollo de pododermatitis en las aves de corral (Martland, 1984; Wang et al 1998; Mayne 2007).

Desafortunadamente, en el campo, el reemplazo de la cama húmeda no es práctico ni económico, por lo tanto, se deben considerar prácticas alternativas.

Se sabe que los minerales traza como el Zinc (Zn), el Cobre (Cu) y el Manganeso (Mn) desempeñan un papel en el mantenimiento de la integridad estructural de diferentes tejidos, incluida la piel (Manangi et al, 2012; Maricola 2003; Lansdown et al., 2007; Iwate et al 1999, Viera et al. 2013, Berger et al., 2007 Figura 1)

Una variedad de biomarcadores se pueden utilizar para comprender mejor el desarrollo de lesiones en las almohadillas plantares y la cicatrización de heridas, entender la patología y la etiología de la pododermatitis y encontrar estrategias para intervenir o prevenir el desarrollo de lesiones y promover el proceso de cicatrización de heridas (Chen et al., 2016; Figura 2)

Figura 2. Dermatitis Podal es un Fallo en la Integridad de la Piel. La cicatrización es un proceso complejo.

Figura 3. Reducción en los niveles de Zn Chelato MMHAC (30ppm Zn) vs ZnSO4 (100ppm Zn) ayudan a la dermatitis podal.

Se han realizado varios estudios para evaluar el papel de los minerales traza en la prevención del desarrollo de lesiones en las almohadillas plantares mediante el apoyo al proceso de cicatrización de heridas.

Los investigadores (Figura 3; Manangi et al., 2012; Chen et al., 2017) han descubierto que la suplementación con una combinación de oligoelementos de Zn, Cu y Mn en forma quelatada con hidroanálogos de metionina (MMHAC) mejoró el rendimiento productivo, pero también redujo las lesiones de las almohadillas plantares al mejorar el proceso de cicatrización de heridas a través de la promoción de la síntesis, deposición y organización de colágeno, la migración celular, la remodelación de la matriz, la angiogénesis y la regulación de la inflamación (Figura 4).

CONCLUSIONES

Los minerales traza participan en el proceso de cicatrización de heridas reduciendo la inflamación, aumentando la expresión de genes implicados en la vascularización, migración y proliferación de las células, depósito y remodelación del colágeno.

La suplementación con minerales traza de mayor biodisponibilidad, como el MMHAC, mejora la dermatitis podal y la integridad de la piel al mejorar el proceso de cicatrización de las heridas, lo que se traduce en una reducción de las pérdidas económicas.

Referencias bajo consulta del autor

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