El hígado es uno de los órganos más importantes en las aves y de su salud depende el funcionamiento de otros órganos, además de los resultados productivos.
Cuando hablamos del hígado de la ponedora, debemos recordar que, la gallina de forma natural por su alimentación maneja un balance negativo de grasa, es decir, que la gallina tiene que sintetizar una gran porción de la grasa que va a depositar primero en su cuerpo durante las etapas de cría y recría y posteriormente en en los huevos a partir de carbohidratos y esta tarea es realizada en gran medida por el hígado.
El hígado en las gallinas ponedoras
El hígado es un órgano relativamente grande en las gallinas ponedoras, presentando anatómicamente las siguientes características:
- Está envuelto por cuatro sacos peritoneales, dos ventrales y dos dorsales.
- Presenta dos lóbulos principales unidos cranealmente, derecho e izquierdo;
- El lóbulo derecho, de mayor tamaño, en su cara visceral, contiene a la vesícula biliar, responsable de almacenar la bilis.
- Del lóbulo derecho parten dos conductos hepatocísticos que transportan la bilis a la vesícula biliar y del lóbulo izquierdo, surge el conducto hepatopancreático que drena la bilis al duodeno.
El hígado es el centro de todo el metabolismo que se conecta a varios tejidos del organismo.
- Aunque constituye apenas del 2 – 3% del peso corporal del ave adulta, puede recibir entre el 15% al 20% del gasto cardiaco; además, junto a los sistemas digestivo y reproductivo, pueden consumir del 25% al 30% de la energía del ave.
- Esto hace que el hígado sea un órgano muy importante, en tamaño y función. (Ray, 2016).
Funciones del hígado
Entre las funciones del hígado se encuentran algunas relacionadas con el metabolismo nutricional como por ejemplo, que interviene en la digestión de las grasas, ayuda a la formación de los pigmentos de la cáscara en aves rubias, fabrica la matrix proteíca de la cáscara, interviene en la deposición de grasa en la yema además de perfilar el nivel de ácidos grasos en esta .
Interviene en los procesos de eliminación de compuestos tóxicos ingeridos en el alimento, en el agua o aquellos metabolitos toxicos de la degradación de antibióticos, farmacos entre otras sustancias.
Participa en procesos de coagulación y contribuye en la eritropoyesis. Se encarga de la producción de ácidos biliares para la digestión de las grasas via emulsión, es almacén de aminoácidos, glucógeno, hierro y vitaminas liposolubles.
Por su intervención en la función vascular es popularmente es llamado “el segundo corazón”, debido a la gran cantidad de energía que consume y al volumen de sangre que que fluye a través de él para ser detoxificada.
Es complejo clasificar la importancia relativa de alguna de estas funciones pues todas son indispensables para el desarrollo natural y productivo del ave. Aun así, cabe mencionar que el hígado también posee papel importante en la generación de calor, asociado a su función vascular, regulando la circulación sanguínea y el equilibrio de agua y electrolitos.
En la gallina, es el principal órgano relacionado con la conversión de carbohidratos, proteínas y grasas en formas utilizables para el resto del organismo y el huevo.
Una gallina en postura necesita, aproximadamente, 6 g/día de grasa y 6 g/día de proteína para el folículo en desarrollo, que a su vez se convierte en el huevo de ese día.
Los gramos diarios de grasa deben sintetizarse en el hígado o procesarse de la grasa consumida hacia lipoproteínas especializadas de muy baja densidad (VLDL), específicas para el aprovechamiento del folículo en desarrollo. (Ray, 2016).
En las dietas con las que se alimentan las ponedoras comerciales hoy, no se utilizan niveles de grasa ni siquiera cercanos a ese 6% requerido, por lo que se hace indispensable la participación del hígado en la fabricación de esa grasa deficitaria a partir de carbohidratos, lo que convierte al hígado en uno de los organos de mayor trabajo metabólico en la ponedora y es por esto que es normal encontrar higados esteatósicos, friables o con dislipidosis incluso a edades tempranas; por lo que es normal decir que el estado del higado es el indicador de cómo se está alimentando la ponedora, de su salud en general y de su comportamiento productivo.
Ademas de lo anterior, dentro de este proceso metabólico, el hígado:
- regula el metabolismo de los los carbohidratos por ser el principal reservorio de glucógeno que a su vez es la principal fuente de energía de primera opción: la glucosa;
- regula el almacenamiento transitorio de constituyentes de proteína (pool de aminoácidos) de donde son enviados a los diferentes órganos y tejidos que demandan por ellos;
- participa tambien en la regulación de la síntesis de proteínas plasmáticas, entre las que se encuentran las lipoproteínas;
- participa en la transformación en ácido úrico del exceso de aminoácidos y además regula el metabolismo de los lípidos ya que en las aves, la totalidad de ácidos grasos digestibles de la dieta deben pasar por el hígado y de allí son enviados a los tejidos que los demanden, como el tejido adiposo, músculo, ovario, etc.
Por la cantidad e importancia de las funciones hepáticas en el mantenimiento biológico y productivo de la gallina ponedora, es vital proteger y mantener su integridad, funcionalidad, desarrollo y salud
La funcionalidad del hígado es, por lo tanto un factor indispensable para el desarrollo y la salud de las aves, y para conseguir altos rendimientos productivos; asociado a sus características anatómicas; y por su relación con el concepto de almacenamiento de nutrientes, el peso del órgano es trascendente.
El crecimiento y desarrollo hepático se diseñan durante las etapas de cría y recría y están influenciados por factores externos e internos como alimentación, nutrición, densidad, alojamiento y prácticas de manejo.
Un hígado saludable y con una curva de crecimiento adecuada resalta el buen manejo en la etapa de cría y desarrollo y es señal de altos estándares productivos en la gallina ponedora.
ESTUDIO
Se realizó un estudio con el objetivo de conocer la curva de crecimiento del hígado y determinar, de acuerdo con ella, cuales son los cambios nutricionales y/o el uso de productos que favorezcan su crecimiento y desarrollo.
Se utilizaron 30.000 aves de una variedad brown en una granja comercial ubicada a 2.200 m.s.n.m. y el tratamiento estadístico fue por conglomerados.
Objetivo del estudio
Generalmente, el cuidado del hígado se ha relacionado con la etapa de producción y su posible engrasamiento; la propuesta relacionada con este estudio fue, así como se hace con el desarrollo del hueso y el peso corporal, identificar el momento de uso estratégico de la nutrición, alimentación, bienestar animal y/o aditivos durante la etapa del levante y el inicio de producción.
Las gráficas siguientes corresponden a valores de hígado durante las primeras veinte semanas de edad; cada dato se obtuvo de ave con peso corporal según el valor de referencia (±2%) de la guía de la línea en cada semana.
RESULTADOS
El hígado no presenta valor constante con respecto al peso corporal del ave durante las veinte semanas que muestra la gráfica; resalta el valor más alto al finalizar la primera semana con similitud en la segunda, probablemente debido al crecimiento de los organos de demanda.
A partir de la semana 16 el hígado comienza incremento fuerte en su peso como resultado de la cascada hormonal que se encarga de la madurez sexual de la pollona haciendo que tanto la movilización como la deposición de grasa esté aumentada para la futura producción de huevos.
El crecimiento alométrico es el cociente de las tasas de velocidad de crecimiento del órgano y del peso corporal; relaciona a los valores de cada semana con los del día 1 de edad. Valor superior a 1 indica más velocidad para el hígado, situación que se presenta en las semanas 1, 2 y 7; los valores inferiores se relacionan con menos velocidad de crecimiento hepático.
La curva confirma el comportamiento variable en los valores del órgano que crece entre el 67% de velocidad con respecto al peso corporal durante la semana 15 y 32% más rápido en la semana 1.
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