La demanda mundial de carne aumenta constantemente a medida que crece la población y mejora el nivel de vida, causando un incremento del consumo de proteína de origen animal.
Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en ingles), la producción mundial de carne será aproximadamente un 40% superior a los niveles actuales para 2050.
La selección genética ha favorecido el incremento productivo, maximizando la capacidad de crecimiento de los animales. El aumento del peso final de los pollos de engorde de 56 días de edad, entre 1978 y 2005, es 132% superior según algunos estudios.
Este enorme potencial de crecimiento ha modificado significativamente las necesidades nutricionales de los animales; por lo tanto, hoy en día los nutricionistas deben ser más cuidadosos a la hora de formular piensos para las nuevas líneas genéticas.
Por ello, la FAO considera que el aumento de la eficiencia basado en aditivos funcionales, como probióticos, prebióticos, ácidos orgánicos, enzimas o extractos de plantas, es un elemento fundamental de la ganadería sostenible.
La mucosa intestinal tiene una amplia gama de funciones. Contiene glándulas que producen enzimas para digerir los nutrientes, células para transportar sustancias del intestino a la sangre, y el arsenal más grande del cuerpo de linfocitos, células con mecanismos de defensa inmunitarios contra patógenos.
El concepto de “salud intestinal” es complejo, actualmente está bien reconocido como un factor clave del rendimiento productivo del animal. Como propuso Conway (1994), la salud intestinal se basa en un equilibrio dinámico de tres componentes: dieta, mucosa intestinal y microbiota.
La interacción entre los ingredientes del pienso, la mucosa y la microbiota intestinal (una comunidad muy diversa y altamente evolucionada que comprende varios cientos de especies de bacterias) determina la salud de los animales de granja.
Esta situación es aún más compleja en Europa debido a la prohibición de los antibióticos promotores del crecimiento en el 2006, que tuvo como consecuencia el incremento de determinadas enfermedades infecciosas, y grandes pérdidas económicas en la industria avícola.
A partir de este cambio legislativo, existe una necesidad de encontrar alternativas a estos compuestos.
Entre los potenciales reemplazos, los probióticos se definen como microorganismos vivos que cuando se consumen en cantidades adecuadas, aporta un beneficio a la salud del huésped. (FAO/OMS 2002). Varios estudios han reportado su impacto positivo en la microbiota intestinal, el crecimiento y la eficiencia alimenticia en pollos de engorde.
Los probióticos son capaces de producir sustancias que apoyan la digestión, promueven el metabolismo, inhiben el crecimiento de bacterias patógenas, modulan el sistema inmunológico o estabilizan la microbiota intestinal.
Los más utilizados en avicultura son las cepas de Bacillus y las bacterias lácticas. Las bacterias del género Bacillus son conocidas por su capacidad de producir diversas enzimas y sustancias antimicrobianas. Además, sus esporas pueden sobrevivir a las altas
temperaturas durante la producción de pienso peletizado.
Los expertos de Evonik, utilizando una cuidada selección de metodologías, realizaron una recopilación exitosa de Bacillus: Se compararon 500 cepas distintas en base a dos docenas de características diferentes.
Por ejemplo, los criterios esenciales incluían si la cepa era capaz de germinar y crecer en presencia de ácido biliar y pH ácido y si producían ciertas sustancias antimicrobianas y pro-digestivas.
Ecobiol® es un probiótico diseñado para estabilizar la microbiota intestinal y el rendimiento productivo durante los desafíos intestinales.
Contiene una cepa de crecimiento rápido y natural de Bacillus amyloliquefaciens CECT 5940, con una capacidad inherente para producir ácido láctico e influir en las interacciones entre diferentes poblaciones bacterianas.
Esta cepa está estrechamente asociada con la mucosa intestinal y tolera las secreciones gástricas y biliares. También puede producir esporas dando a esta cepa la enorme ventaja de sobrevivir en diferentes condiciones de procesamiento del pienso.
Ecobiol® ha mostrado su eficacia en diferentes producciones alrededor del mundo, demostrando una gran consistencia en su capacidad para mejorar el estado de salud de los animales y por lo tanto sus variables de rendimiento.
Actualmente los ganaderos deben producir bajo condiciones más saludables y más favorables para los animales. Evonik se ha ganado una sólida reputación como socio científico y confiable en el área de la nutrición animal. Se posiciona de la misma manera en el negocio de los probióticos, explicando con precisión cómo funcionan sus productos y cómo los clientes se benefician de ellos.