Ante esto, debemos tener clara una premisa: este problema no debe combatirse cuando ya la plaga alcanza un nivel muy elevado de población.
No sólo el aumento de temperatura y la humedad suponen condiciones a favor para el desarrollo de una plaga. Existen otras condiciones propias de las granjas que pueden ayudar, como la presencia, más o menos constante, de materia orgánica y gallinaza. Estos tres factores juntos van a posibilitar que los tiempos de desarrollo del ciclo de vida del insecto se acorten.
Así, en estos lugares donde se acumulan dichos residuos (al igual que en aguas encharcadas), tanto dentro del galpón como en sus alrededores, donde los insectos van a depositar normalmente sus huevos, para que nazcan las formas pre-adultas (larvas y ninfas) y se alimenten.
Ahora bien, vamos a aprovecharnos de esta, a priori, situación negativa, como es la existencia de estas acumulaciones de residuos orgánicos. Van a ser los lugares donde centraremos nuestros esfuerzos con productos con actividad específica frente a esos estadios no adultos.
En lo referente a materias activas específicas frente a formas pre-adultas, los larvicidas, encontramos de varias categorías. Nos centraremos en el diflubenzuron.
El diflubenzuron es una benzoilurea con actividad por ingesta (principalmente) y por contacto sobre cualquier tipo de forma no adulta de insectos o ácaros.
Actúa a nivel de síntesis de la quitina (principal componente del exoesqueleto de los insectos) provocando la no eclosión de los huevos, malformaciones en las mudas de las larvas y la no viabilidad de las pupas.
Además, existen estudios que afirman que la ingesta por parte de hembras grávidas provocará el impedimento de la oviposición o, en el caso de ingesta en machos, la no viabilidad reproductora de los mismos.
Por lo tanto, productos formulados con diflubenzuron provocan una acción en el tiempo sobre todas las posibles formas durante el desarrollo hasta el individuo adulto.
Posee actividad tanto por ingesta como por contacto, un amplio espectro de acción frente a toda clase de formas no adultas de insectos y arácnidos y un rendimiento elevado en cuanto a dosis de uso.
Finalmente, su formulado en SC le confiere un perfil toxicológico muy benévolo, además de dotarle de un efecto mucho más prolongado en su actividad larvicida sobre las superficies donde se aplique.
Aplicar larvicidas antes de que comience la época de explosión de las poblaciones de insectos se traducirá en un mejor bienestar para los animales, una menor aparición de enfermedades y un mayor rendimiento productivo.
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