EL ÉXITO DEL ENGORDE DE POLLOS DEPENDE ESENCIALMENTE DE LA ALIMENTACIÓN: QUE LAS AVES COMAN PIENSO EN SUFICIENTE CANTIDAD Y CALIDAD QUE PERMITA SU CRECIMIENTO A UN RITMO ADECUADO
En torno a esta idea giran todas las acciones de la industria:
Cuando aparecen problemas en la granja se tiende a culpar siempre a factores externos: una deficiente calidad de los pollitos y/o una deficiente calidad del pienso. Si bien estos factores pueden ser la causa en algunos casos, la lógica nos debería indicar que son los responsables menos probables, sencillamente por una cuestión estructural: si fuera el caso, el problema que tenemos en la granja sería común a otras granjas.
Además, dado el mayor volumen de operación de estos eslabones de la cadena y su escala económica, se espera un control mucho más exhaustivo para prevenir males mayores. Suponiendo que nos llegan pollitos y pienso de calidad, que es lo más probable, el granjero suele centrarse en el control del ambiente de los animales:
De estos tres aspectos, la climatología de la nave ha sido el de los más desarrollados por la técnica. Hoy en día se dispone de completos sistemas de seguimiento (ordenadores) y alteración de dicho ambiente que optimizan su gestión (mantenimiento exacto de las variables dentro de parametrizaciones concretas al menor coste).
El control del agua y del alimento están aún en un nivel bastante atrasado si se compara con el control ambiental. Básicamente el granjero se centra en comprobar con regularidad el correcto funcionamiento de comederos y bebederos.
El mayor problema lo tenemos con el pienso, dónde sólo nos queda la observación de los animales y las buenas prácticas:
Es más, este enranciamiento compromete la calidad nutricional del pienso, por lo que debe evitarse a toda costa.
EL COMEDERO MULTIBECK Y SU INFLUENCIA EN LOS RESULTADOS
El plato debe estar diseñado para facilitar el acceso de las aves al alimento, pero debe ser bastante cerrado como para evitar que puedan posarse sobre el pienso o lo desperdicien sacándolo fuera. De lo contrario comprometemos tanto el acceso, como la palatabilidad y la calidad sanitaria del alimento (por las deyecciones sobre él), además de contribuir a su desperdicio empeorando los índices de conversión.
Además, un diseño que evite la entrada de los animales dentro del plato reducirá también la incidencia de hematomas y las pérdidas asociadas (cojeras en granja y decomisos en matadero).
Teniendo en cuenta los apretados calendarios del ciclo de engorde y las altas densidades de estabulación, está claro que la distribución ad libitum de alimento es la única garantía para conseguir nuestros objetivos de engorde dentro de los plazos esperados.
Para ello se valoran constantemente la cantidad de animales que pueden alimentarse con un único plato sin perjudicar la velocidad de engorde ni la uniformidad.
En condiciones naturales los animales tienden a evitar defecar donde se alimentan. Sin embargo, las condiciones de cría actuales con altas densidades de estabulación, comprometen bastante este comportamiento.
En una granja, la probabilidad de contaminación fecal del alimento es mucho mayor que en el medio natural, con todas sus consecuencias sanitarias negativas asociadas y su rápida expansión de la enfermedad a toda la manada.
En términos económicos debe considerarse que:
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El coste de los hematomas está en unos 1.100 € (broiler) y en 1.350 € (pavo) de pérdidas por decomisos en matadero por cada 1000m2 de nave y engorde. Con un plato adecuado, la incidencia de hematomas puede reducirse en un 33%.
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Asegurar el mantenimiento de la calidad del pienso y minimizando su desperdicio, los resultados productivos pueden mejorar en un 10% en pavos (por una menor mortalidad y una mejor conversión), dependiendo de nuestra situación previa, lo que puede representar unos 1.320€ más por cada engorde en 1000m2 de nave.
El diseño poco profundo de los platos MULTIBECK evita el alimento desbravado y la condensación con riesgo de moho (debido al contacto del suelo frio y el aire caliente).
Dada la situación del ganadero actual con contratos que premian los buenos resultados productivos -en términos de optimización de la eficiencia alimentaria y de la uniformidad de la manada, y de minimización de los decomisos en matadero-más allá de la inversión en equipos óptimos de climatización, debería centrarse en la optimización del manejo de la alimentación.