Cada año, 700,000 personas mueren debido a la resistencia antimicrobiana (RAM). La comunidad científica estima que 10 millones de personas morirán de aquí a 2050 por este motivo.
Este problema de salud pública mundial se ha vuelto tan crítico que la OMS redactó un plan de acción mundial en 2016 para combatir la RAM.
Su cuarto objetivo estratégico es optimizar el uso de los medicamentos antimicrobianos en la salud humana y animal.
Durante los últimos 10 años, el uso de antibióticos en la medicina humana se ha disparado un 40%. Y en la medicina veterinaria no es una excepción, ya que el 80% de los antibióticos vendidos en Europa en 2015 se destinó a la producción ganadera.
Desde la década de 1950, el uso de antibióticos promotores del crecimiento (APC) en la alimentación animal ha mejorado las condiciones sanitarias, las tasas de crecimiento y la eficiencia alimenticia de las explotaciones pecuarias intensivas.
El surgimiento de la RAM en los seres humanos se observó por primera vez en Europa en 1972, por lo que se prohibió el uso de la tetraciclina, la penicilina y la estreptomicina en la producción animal.
Suecia fue el primer país en prohibir todos los APC en 1986, y en 2006 la Unión Europea anunció su prohibición total.
A raíz de ello, se desarrollaron e introdujeron alternativas, como las enzimas, los ácidos, los prebióticos y probióticos, e incluso los aceites esenciales, para mantener el rendimiento zootécnico.
Sin embargo, para ser aceptable, cualquier alternativa elegida debe cumplir dos condiciones de eficacia:
- presentar un modo de acción claro, coherente, y
- resultados consistentes.
UN MODO DE ACCIÓN CLARO Y COHERENTE
Los aceites esenciales se utilizan mayoritariamente por sus propiedades bacteriostáticas.
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Dañan la membrana celular o la membrana citoplasmática, haciendo que el contenido celular se fuge.
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También pueden coagular las proteínas citoplasmáticas E incluso bloquear el metabolismo energético de la célula.
Sin embargo, su concentración mínima inhibitoria (CIM) sigue siendo muy alta, lo que impide su uso en alimentos balanceados en concentraciones suficientes para obtener beneficios similares a los de los antibióticos en dosis terapéuticas.
Por ende, el modo de acción de los aceites esenciales en la alimentación animal no se basa fundamentalmente en estas propiedades bacteriostáticas.
Si analizamos esta cuestión más de cerca, lo mismo ocurre con los antibióticos empleados en dosis bajas como promotores de crecimiento.
Las dosis utilizadas son demasiado bajas como para producir un simple efecto bactericida. Todavía, este modo de acción sigue siendo insuficiente en ambos casos.
La literatura sobre los aceites esenciales arroja resultados un tanto variables con respecto al rendimiento animal. Algunos autores observan efectos similares o incluso mejores que los obtenidos con los APC, mientras que otros constatan poco o ningún efecto.
En consecuencia, los fabricantes de soluciones a base de aceites esenciales deben aplicar estrategias de estandarización en sus productos y aportar pruebas con resultados consistentes para satisfacer al bienestar animal.
RESULTADOS CONSISTENTES
Dado que no existe un único método para demostrar la eficacia de un producto, es preciso reunir pruebas de diversas fuentes, como se indica a continuación:
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Ensayos realizados en estaciones experimentales que permitan modelar y estandarizar las respuestas, aunque no sean muy representativos de las complejas realidades del terreno.
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ensayos Múltiples en diversas condiciones de mercado que sean representativos de los diferentes desafíos a los que se enfrentan los animales, más sin embargo queden cuestiones pendientes de inferencia estadística.
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Un meta-análisis que ofrezca un sólido análisis estadístico y que sea representativo de los diversos desafíos que existen sobre el terreno.
UN MODO DE ACCIÓN ÚNICO
Phodé ha desarrollado el producto Oleobiotec Poultry, solución neurosensorial, mezcla de aceites esenciales con un amplio espectro de acción, reforzado por una combinación de extractos de especias.
Esta compleja mezcla, restaura el equilibrio de la microbiota, que envía señales positivas a lo largo del eje microbiota-cerebro. Lo cual ayuda a los animales a sentirse mejor y a producir mejores resultados.
UN EJEMPLO DE META-ANÁLISIS
La eficacia de esta mezcla se ha demostrado en 25 ensayos llevados a cabo en Europa, Canadá, Estados Unidos, América Latina y Asia, incluyendo 11 granjas comerciales y 14 estaciones experimentales.
En el meta-análisis de estos ensayos se comparan la ganancia de peso y la conversión alimenticia en pollos sometidos a diversas condiciones, con y sin APC.
Realizado por la Universidad de Laval en Canadá, este trabajo se presentó durante la Reunión Anual de la Poultry Science Association en Montreal el año pasado (Figuras 1, 2 y 3).
Este meta-análisis ofrece un enfoque único sobre un factor determinante en la respuesta de los productos a base de aceites esenciales, el nivel de desafío sanitario experimentado por el animal.
Así, el estudio propone un Índice de Agudeza AL Desafío (IAD). Este indicador muestra que los efectos de Oleobiotec Poultry son aún más significativos con un alto nivel de desafío sanitario al inicio del trabajo (Figura 1).
El meta-análisis también ayuda a determinar los efectos promedio del producto en indicadores como:
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la Ganancia Diaria de Peso (GDP), que aumenta un promedio de 2,8+0,70% (P<0,001; R2=65%), o
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el Índice de Conversión Alimenticia (CA), que disminuye en 3,6±1,2% (P=0,006; R2=56%).
El meta-análisis no revela absolutamente ninguna diferencia significativa en la eficacia entre el producto evaluado y un APC.
CONCLUSIÓN
Para ayudar a los animales a responder de manera más consistente a los extractos de plantas, los productos a utilizar deben presentar una formulación compleja, considerando los diversos y complejos desafíos a los que se enfrentan los animales.
Una solución sería reforzar las mezclas de aceites esenciales mediante la adición de especias que potencien claramente esta complejidad y refuercen en particular las capacidades digestivas del animal.
Gracias a estas soluciones, el animal vuelve a ser el centro de atención de la producción y las explotaciones avícolas están en condiciones de introducir este cambio para reducir el uso de antibióticos en la alimentación animal, ya adoptado por tantos países.
El futuro de los APC es cada vez más incierto y es muy probable que se prohíban cada vez más moléculas a nivel internacional. Así pues, los principios activos de origen vegetal resultan cada vez más esenciales a la hora de mantener la eficiencia de las explotaciones pecuarias, siempre y cuando estos principios activos mejoren de forma consistente el bienestar y el desempeño de los animales.
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