Con más de 20 años de experiencia en el sector y un amplio conocimiento de la salud intestinal y las micotoxicosis.
Es el responsable, para todo Latinoamérica, de la coordinación y capacitación de los equipos técnicos comerciales de Vetanco.
¿Crees que la coccidiosis sigue siendo un problema en la avicultura industrial?
Definitivamente. Si bien hoy en día existen un gran número de herramientas, la prevalencia de coccidiosis a campo sigue siendo elevada.
En base a relevamientos que he realizado en Brasil entre el 2012 y 2018, se puede observar como la prevalencia general de ooquistes en la mucosa intestinal pasó de 29% durante el 2012 a 45% en el 2018. Si bien es verdad que la presentación de la enfermedad ha cambiado con los años, hoy en día la mayor prevalencia se da en la presentación subclínica.
¿Y con respecto a la prevalencia de las distintas especies de Eimerias?
Ahí el resultado dependerá del método de evaluación que se esté realizando.
En Brasil, la E. acervulina sigue siendo la especie más prevalente en líneas generales, sin embargo, existe una subestimación muy marcada de E. maxima cuando se comparan la observación macroscópica y microscópica. E. maxima tuvo una prevalencia del 4% mediante macroscopía, mientras que por microscopia la prevalencia fue del 45%.
Lo que indica el incremento significativo de la prevalencia de la enfermedad subclínica.
¿Por qué crees que existe esta diferencia?
Si bien las prevalencias siguen elevadas, la severidad de las lesiones ha disminuido con los años.
Hoy en día la mayor prevalencia se da en los Score 1 (tanto en macroscopía como microscopía)
Esto significa que se necesita un entrenamiento y experiencia para poder identificar las lesiones a nivel macroscópico. Las lesiones características de E. acervulina y E. tenella hacen que la identificación sea mucho más sencilla, algo que no ocurre con E. máxima.
¿Por ende crees que es indispensable la evaluación microscópica?
Efectivamente. La evaluación macroscópica es útil y rápida, pero debido al incremento de la presentación subclínica, resulta fundamental establecer una rutina de monitoreo microscópico para asegurar un correcto diagnóstico.
¿Cuál es tu recomendación para dicha rutina?
Lo más importante de todo, y tal vez lo más difícil, es justamente ser rutinarios y dejar todo debidamente registrado, en lo posible de manera digital.
Tratar de establecer un día a la semana en el cual se va a realizar el monitoreo y realizarlo siempre. Lo ideal es muestrear aves entre 18 y 35 días, eligiendo las granjas de manera aleatoria. Con tan solo 5 aves por granja y 3 a 5 granjas por semana ya es suficiente para establecer una significancia estadística mensual.
Al momento de la necropsia se puede hacer la evaluación macroscópica y microscópica, solamente necesita un microscopio con un aumento de 100x. En caso que quieras remitir las muestras de intestino para la evaluación en el laboratorio, se puede hacer el diagnóstico incluso 24hrs después si se mantuvieron refrigeradas.
Cómo es la técnica de muestreo y evaluación?
La técnica utilizada es la de raspaje seriado de la mucosa intestinal.
Para ello es necesario realizar 2 a 3 raspajes de la mucosa, en distintas zonas del intestino, y colocarlos entre porta y cubreobjetos para ser evaluados a 100x.
De esta forma se toman muestras del Asa duodenal (evaluar E. acervulina), Divertículo de Meckel (E. maxima), Ciegos (E. tenella). Luego se establece un score entre 0 y 4 según la cantidad de ooquistes observados por campo.
¿Cómo impacta la coccidiosis subclínica en la producción?
De hecho, lo que vamos a ver es una disminución de los índices productivos. Un trabajo realizado por Teeter (2008) muestra como por cada aumento de 1 punto del score microscópico se pierde un 1,5% de la ganancia diaria de peso, durante el período de desafío de 6 días, solamente.
Es importante destacar que las coccidiosis ocurren antes o simultánea a Enteritis Necrótica (Gazdzinski & Juliano, 1992; Porter, 1998).
¿Qué medidas recomiendas para contrarrestar el impacto de la coccidiosis subclínica?
Primero y principal, como ya mencionamos, es hacer el monitoreo. Lo que no se mide no se puede corregir.
El monitoreo no solamente permite corregir el caso puntual en ese momento, sino prever y evaluar las medidas de control actuales, establecer rotaciones de coccidiostatos o planes vacunales.
Luego la mejor herramienta es la prevención, si nos vemos obligados a tratar un lote ya hemos perdido índices productivos. Por eso la prevención, mediante medicamentos anticoccidiales, ya sean químicos, ionóforos o asociaciones, así como también las vacunas siempre es la mejor herramienta.
Pero independientemente de esto, si encontramos lotes con coccidiosis subclínica, es sumamente importante el tratamiento con productos que actúen de manera rápida y contundente sobre la enfermedad, vía agua de bebida.
Vetanco posee una herramienta para dicho caso?
Así es, Vetribac D® Solución es un coccidicida para agua de bebida a base de Diclazuril al 1% de rápida acción.
Su potente mecanismo de acción inhibe la cadena respiratoria de los coccidios
Esto le permite cortar el ciclo de vida del coccidio, reduciendo la eliminación de ooquistes al ambiente y el daño de la mucosa intestinal.
De esta forma no solo se logra el control de la enfermedad sobre el ave sino también la disminución de la contaminación ambiental.
Vetribac D® Solución le permite, no solo una rápida administración estratégica, sino también, lograr eliminar las coccidiosis más severas evitando que se prolonguen las pérdidas productivas.
¿Solo se puede utilizar como terapéutico?
Vetribac D® Solución es una herramienta fundamental para el tratamiento terapéutico de la enfermedad.
De todas formas, mediante la aplicación estratégica a los 25 y 26 días de edad de las aves, el momento de mayor susceptibilidad a la enfermedad.
Hacer un uso estratégico en esa edad logramos una acción de barrido donde reducimos drásticamente los coccidios, evitando así, que se produzcan mayores pérdidas productivas.