Tras una exitosa primera edición de la EUCAN Hatchery Academy a finales del mes de marzo en las oficinas centrales de Boehringer Ingelheim en Lyon, José Iglesias, jefe de Avicultura de Boehringer Ingelheim en España analiza el presente y futuro del sector.
La delegación española, compuesta por 20 personas, fue la más numerosa de un evento que reunió a un centenar de profesionales de toda Europa. ¿Cuál es el valor de este tipo de iniciativas?
Actualmente, los eventos son más apreciados cuanto más específicos son. Técnicos y clientes valoran acciones menos generalistas y más concretas. Además, en esta ocasión se logró reunir a los mejores profesionales, lo que consiguió que la Hatchery Academy fuera una cita de primer nivel.
Las tendencias actuales refuerzan el valor de la calidad del servicio y su importancia como clave del éxito. De hecho, el propio Scott Martin afirmó que “el producto es muy importante, pero solo es bueno si se usa correctamente”. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Nosotros lo tenemos muy claro. Los servicios se pueden sustituir y, aunque tenemos productos muy buenos y de primera calidad, al final son los servicios y el hecho de acompañar en todo el proceso a nuestros clientes lo que nos distingue. Además, por muy bueno que sea el producto, si el manejo no es el correcto, lo que has logrado en la incubadora se puede destrozar 5 minutos después
En la actualidad, ¿qué marca la diferencia de cara al cliente?
Hoy por hoy, los clientes aprecian mucho que estemos allí. Que no seamos meros distribuidores y nos convirtamos en sus partners en todo el proceso, es lo que marca la diferencia. De hecho, nosotros tratamos de aportar valor ayudando a resolver problemas que no tienen absolutamente nada que ver con nuestra labor principal y buen ejemplo de ello es la acción en la que trabajamos actualmente, la escuela de control ambiental Boehringer Ingelheim Al final de lo que se trata es de saber dónde tu cliente tiene problemas, dónde necesita ayuda y tratar de estar ahí para acompañarle en la toma de decisiones.
Boehinger Ingelheim ha hecho pública su firme intención de ser número 1 mundial en avicultura en el año 2025. ¿Qué significaría, desde su punto de vista, ser número 1?
En el horizonte de 2025 queremos convertirnos en la compañía número 1 en Salud Animal.
«Pero no solo se trata de ser el número 1 en ventas. Lo que realmente perseguimos es ser el ser el referente, en nuestro caso en avicultura, y para eso queremos ser proveedores de soluciones»
¿Y cuál es el objetivo en España?
En España este año nuestra meta es afianzar la compañía, ya que Boehringer Ingelheim no tenía tradición avícola en nuestro país. Sin embargo, sí que tenemos una experiencia muy amplia en otros países. A medio plazo, en 2025, obviamente nuestro objetivo es el mismo que el de la compañía. Y queremos ir a por ello. Para conseguirlo vamos a lanzar nuevos productos y servicios, totalmente alineados con la visión de la compañía a nivel global, para llegar a ser número 1.
La madurez del mercado en España crea unas necesidades distintas respecto a otros países europeos. ¿Cómo afecta este hecho a los planteamientos de su labor al frente del equipo de Boehringer Ingelheim en España?
Lo cierto es que en los países emergentes se lucha solo con el producto, porque su preocupación es hacer frente a patologías muy claras y severas. En nuestro país, por el hecho de contar con un mercado muy maduro, lo que hacemos es buscar mejoras.
Afortunadamente, no tenemos grandes problemas en la actualidad de patología con Newcastle, Gumboro,… Ahora lo que buscamos son mejoras y para ello la clave es manejo, manejo y manejo.
En otro orden de cosas, el crecimiento de la población a nivel mundial y, por tanto, el aumento en la necesidad de proteína animal, crea necesidades de una mayor producción. ¿Se refleja este hecho en el mercado español?
A nivel mundial sin duda, pero a nivel local con un mercado muy maduro y una sociedad muy desarrollada, yo creo que debemos preocuparnos por el bienestar y las nuevas tendencias. Pienso que en Europa lo de producir más o menos carne no va a marcar la diferencia, lo que lo hará será la forma de hacerlo. Cómo producimos la carne y en qué condiciones. A nivel concreto hablamos de las nuevas formas de producir, de vacunar, de hacer crecer los animales,…
Junto a este asunto, hay otra cuestión que centra el interés del sector: el bienestar animal. ¿Cree que se ha convertido en una prioridad?
Lo cierto es que hace unos años todos éramos un poco incrédulos y creíamos que esto llevaría mucho tiempo al ser por regulación administrativa y legal, pero ahora es por demanda del cliente. Los tiempos se han reducido de forma exponencial para adaptarse a esa demanda. A veces ocurre que la demanda viene por parte del cliente y no tiene la suficiente fuerza. No obstante, en el momento que es el retailer, el distribuidor, el que decide tomar una posición, la cosa cambia en cuestión de meses. Lo hemos vivido ya con los huevos camperos y se producirá de nuevo.