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Entrevista con Daniel Windhorst

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Las vacunas vivas son las más poderosas y efectivas para luchar contra la salmonella

¿Qué es IDT y cuál es su actividad?

IDT es un fabricante de vacunas. Somos activos en la producción de vacunas  humanas y veterinarias desde hace 95 años. También tenemos productos para el ámbito farmacéutico, pero sobre todo nos dirigimos al sector veterinario con la producción de vacunas para una gran variedad de animales.

Respecto a sus vacunas veterinarias, ¿por qué se han enfocado en vacunas vivas?

Bien, cuando hablamos sobre vacunas de salmonella, en este caso diría que las vacunas vivas son las más poderosas y efectivas. Esto es lo que se refleja, en mi opinión, en la comunidad científica. Hay varias razones por las que hemos elegido las vacunas vivas de salmonella en vez de las inactivadas.

Primero de todo, las vacunas vivas simulan el proceso natural de infección, el modo en el que los pollos se infectan: estos cogen la salmonella del ambiente. Y es exactamente lo que hacemos con las vacunas vivas: las administramos en el agua de bebida, así simulamos el camino que recorren, y este modo en que el pollo entra en contacto con la vacuna es el mismo que cuando entra en contacto con las cepas presentes en el ambiente, así que la respuesta inmune del ave es exactamente la misma que la que sería mediante la infección a través del alimento.

Otra razón es el gran nivel de protección que podemos conseguir a través de una vacuna viva: las vacunas vivas pueden ser administradas desde el primer día de vida del pollito, así que podemos empezar a protegerlos desde este momento.

Nunca podremos erradicar la salmonella del ambiente y en cualquier momento podrá entrar en la producción, por lo que ésta deberá estar protegida siempre

Hay que tener especial cuidado en los primeros días de vida del ave, ¿no es así?

Los pollos son más susceptibles de infectarse en los primeros días de vida por dos razones: primero, el sistema inmune no formado del todo en esas edades tempranas; la otra es que la flora intestinal tampoco está totalmente desarrollada.

Si usamos una vacuna muerta, podemos utilizarla entre los 6 y los 8 días, con lo cual tenemos un periodo en el que el pollo no está protegido. Necesitamos que el sistema inmune esté totalmente desarrollado para usar una vacuna muerta.

Otras razones es la protección, más fuerte y duradera.

¿Y si hablamos de la salmonella en humanos?

Es muy fácil que se transforme y que cause infección en humanos. Para evitarlo, es importante que impidamos la colonización en los órganos reproductivos del pollo y este aspecto puede ser conseguido en un mejor nivel por las vacunas vivas, más que con las inactivadas.

¿Qué se puede mejorar en el diagnóstico de la salmonella?

Actualmente estamos trabajando con una diagnosis propia de una cultura microbiológica clásica para la salmonella. Esto ha tenido éxito cuando se ha implementado en muchos lugares de Europa e incluso en los planes nacionales de control de salmonella.

La desventaja es que esto consume mucho tiempo hasta que llegas a tus resultados finales; debemos tener resultados de forma más rápida. Hay que tener en cuenta que en el enfoque clásico debemos aislar, examinar, establecer subtipos o realizar tests de resistencia a anticuerpos.

Actualmente, queremos tener rápidos resultados sobre el estatus de la salmonella, y en este sentido creo que las nuevas técnicas de PCR disponibles comercialmente son beneficiosas, porque permiten una rápida y fiable diferenciación entre cepas del pienso y de la vacuna en un tiempo de aproximadamente 24-48 horas si tenemos en cuenta todo el proceso de diagnóstico en consideración, pero si tienes resultados positivos en salmonella en cuatro horas puedes averiguar si es la cepa de la vacuna o del pienso.

Las vacunas vivas pueden ser administradas desde el primer día de vida del pollito, así que podemos empezar a protegerlos desde este momento

¿Qué opina de los planes nacionales de salmonella?

Creo que han supuesto un planteamiento realmente exitoso. Esta ha sido también la clave de todo lo que se ha conseguido en el control de la salmonella en humanos, porque este era precisamente el objetivo: reducir el número de casos de humanos infectados con salmonella.

Este programa nos ha ofrecido una visión muy buena acerca de cómo está la situación, además de indicaciones sobre qué aspectos podemos implementar para reducir la salmonella en avicultura y luego, en el siguiente paso, reducir la salmonella en humanos.

No obstante, creo que en el futuro deberemos tener resultados más rápidos, porque esto va en interés del productor, que no tenga que esperar para los resultados y que pueda por tanto continuar suministrando sus animales o moverlos cuando haya resultados negativos.

¿Es un problema importante?

Creo que el programa que existe en estos momentos está bien, pero sí que veo un problema en la diferenciación de las cepas vacunales, porque no reflejan la situación real. No podemos ver cuánto tiempo una cepa vacunal está presente, mientras que los tests de PCR creo que sí pueden mejorar este aspecto.

Pienso que lo que hay que hacer es combinar la vacunación y la bioseguridad, y debemos mantenerlo en el futuro. Puedes pensar que esto ya no es importante porque el número de casos de salmonella está decreciendo en avicultura y en humanos, pero la salmonella es un problema que nunca podremos erradicar del ambiente y en cualquier momento podrá entrar en nuestra producción. Por ello, la producción deberá estar protegida siempre.

Los líderes de la comunidad científica siempre coinciden en que la vacunación debe mantenerse en el futuro. El otro aspecto es que debe monitorizarse la situación. Cuando consultamos los datos históricos podemos ver que son dinámicos: serotipos, subtipos… que se convierten en dominantes y luego desaparecen, así que nunca estamos seguros de lo que pasará a continuación.

¿En bioseguridad también hemos avanzado?

Creo que también hemos conseguido mejoras en bioseguridad, por lo que quizás el riesgo es menor que hace diez años, pero todavía está ahí. Hay que seguir recogiendo adecuadamente las muestras, porque un brote de salmonella es una amenaza para la salud humana, pero también para la reputación de los productores. Ellos siempre están en riesgo.

Los planes nacionales de salmonella han tenido éxito, pero en el futuro debemos tener resultados más rápidos; esto va en interés del productor

¿Cuál es el resto para el futuro entonces?

Creo que hoy en día tenemos un plan de vacunación que funciona bastante bien, que ofrece una protección adecuada. El reto para el futuro es conseguir una duración de la inmunidad que aún no hemos logrado. En la industria existe la tendencia de mantener a las ponedoras cada vez más, con o sin muda, y por ello debemos asegurarnos de que las vacunas que usamos son efectivas hasta el final del periodo de puesta y que proporcionen una protección global.

¿Qué otros servicios ofrece IDT Biologika?

Queremos ser realmente un fuerte aliado para la industria avícola. En estos momentos estamos enfocándonos en el control de salmonella, pero los servicios que queremos ofrecer a nuestros clientes se basan, además de la vacunación, apoyarlos en el diagnóstico, monitoraje de la vacunación y uso de la vacuna.

Hemos preparado un libro sobre salmonella, en general sobre su control, pero también sobre todas las vertientes de la salmonella en avicultura. Este libro está disponible a través de IDT y ha sido confeccionado en colaboración con la Universidad de Valencia.

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