En junio de 2015, la pequeña planta de incubación «Incubant» de Colombia realizó su primera incubación para suministrar pollitos a la marca «PolloCoa». Un año y medio más tarde, tanto los representantes de Incubant como de PolloCoa comparten sus experiencias y opiniones sobre el modo en el que han convertido el funcionamiento de la planta de incubación en un éxito.
En la entrevista participan Santiago Correa, representante legal de Pollo Coa; Margarita Cadavid, Directora de planta de incubación de Incubant; Fernando Restrepo, Asesor de producción avícola de PolloCoa y Mauricio Carvajal, Coordinador de calidad de Incubant.
¿Por qué su empresa pasó de comprar pollitos a incubarlos?
Santiago Correa: «Cárnicos y Alimentos» es una empresa creada hace unos ocho años que procesa y comercializa carne de pollo en diferentes presentaciones: entero, despresado y con valor agregado. Hoy es dueña de la marca PolloCoa que está presente en el mercado regional y nacional en Colombia por más de 44 años.
La industria avícola colombiana está creciendo cada vez más, pero observamos que nuestra empresa crece el doble de rápido que el mercado.
Las granjas de engorde de los proveedores de pollo en pie para Cárnicos y Alimentos se abastecían de pollitos de un día de plantas de incubación de terceros, y debido al crecimiento del mercado nos vimos en la necesidad de garantizar su calidad y suministro, por lo cual se decide poner en marcha el proyecto de construcción de una granja de reproductoras en noviembre del 2014 y de la planta de incubación, Incubant, en junio de 2015.
Contar con nuestra propia planta de incubación nos ofrece numerosas ventajas: Ajustamos mejor la demanda de seguridad y trazabilidad de los productos de consumo y la legislación correspondiente. Garantizamos que nuestros productos cumplan las normas medioambientales y de bioseguridad deseadas, dado que controlamos diversos eslabones de la cadena de producción, desde las granjas de reproductoras hasta las granjas de engorde. Asimismo, nos permite estar lo más cerca posible de nuestros clientes.
Dejar de comprar pollitos y crear su propia planta de incubación es un gran paso.
S.C.: Lo es, pero una vez lo hemos dado, nos estamos beneficiando en cuanto a costes y productividad. La industria avícola colombiana está creciendo cada vez más, pero observamos que nuestra empresa crece el doble de rápido que el mercado.
Estamos convencidos de que ello se debe a la calidad y la frescura de los productos que ofrece la marca PolloCoa. Gracias a nuestra nueva planta de incubación, garantizamos que PolloCoa siga avanzando del modo más sostenible durante los próximos años.
Cuando hablamos de la decisión de crear nuestra propia empresa, existían ciertas dudas, como suele ocurrir cuando se plantea la idea de establecer un nuevo modelo de negocio. Pero contamos con un equipo de profesionales que nos proporcionaron la seguridad y el respaldo necesarios para lograr nuestros objetivos y poner el proyecto en marcha.
Con una sólida reputación, rapidez a la hora de proporcionar información, un buen seguimiento y la experiencia adecuada para tomar la decisión, encontramos en Petersime a un gran proveedor que cumplía nuestras expectativas.
Las inversiones para crear una planta de incubación son importantes. ¿Cómo realizaron la estimación de la rentabilidad de las inversiones? ¿Cómo realizan el seguimiento para saber si se logra dicha rentabilidad?
S.C.:Llevamos a cabo un estudio de pre viabilidad en el que contemplamos diversos indicadores de la producción de acuerdo con la oferta de Petersime. Contemplamos especialmente los niveles de incubabilidad y la calidad de los pollitos, dado que una buena calidad se traduce en una menor mortalidad y un mejor crecimiento de las aves.
Al final, únicamente puedes calcular la rentabilidad de un buen funcionamiento de la planta de incubación al final de la cadena de sacrificio. Estoy encantado de afirmar que no sólo hemos cumplido nuestras expectativas, sino que las hemos superado.
Mi consejo es permanecer centrados en la calidad: Lo importante no es ser el más grande, sino el mejor. Parte de esta premisa es la gestión.
Margarita Cadavid: Es verdad. En el funcionamiento de la planta de incubación medimos los índices de incubabilidad e intentamos superar el estándar de reproductoras en un 2%. Estamos encantados de confirmar que en la actualidad logramos estos resultados en forma estable y previsible. Nos resulta sencillo abordar las expectativas de incubación de un número determinado de pollitos con un margen de error muy bajo.
Según usted, ¿en qué deberían centrarse las empresas avícolas para que sus negocios tuvieran éxito?
S.C.: Diría que las empresas deberían centrarse en la calidad: Lo importante no es ser el más grande, sino el mejor, y parte de la premisa es la gestión. En primer lugar, sugeriría tener unos estándares de producción. En segundo lugar, controlar bien los costes de producción. Y en tercer lugar, confiar en el personal con el que se trabaja y tratar a los empleados del mejor modo posible, para asegurarse que se comprometan con su trabajo y que la empresa avance.
Estamos convencidos de que es el personal el que marca la diferencia. Para nosotros, es extremadamente importante que nuestros empleados se sigan formando y ayudarles a mantener una mentalidad optimista y orientada al crecimiento, así como una actitud positiva.
¿Cómo intentan maximizar los resultados de incubación?
M.C.: Ofrecemos formación continua a nuestro personal: Sobre todos los aspectos del funcionamiento de la planta de incubación, la incubación y el proceso de los nacimientos, la evaluación de la calidad de los pollitos, los procedimientos de separación por sexo y vacunación… Vemos la formación como un aspecto importante que no sólo mantiene nuestros resultados de la planta de incubación en el nivel necesario, sino que motiva a nuestro personal y hace que estén comprometidos con su trabajo.
¿Cuál es el mejor modo para lograr la máxima bioseguridad?
M.C.: La bioseguridad es un factor principal para conseguir resultados de alta calidad. Somos muy conscientes de ello y, por este motivo, contamos con un profesional especializado en la bioseguridad de la planta de incubación, controles continuos y programas de capacitación, además de un sistema de monitoreo y control del cumplimiento de las medidas de seguridad y salud en el trabajo.
Contemplamos especialmente los niveles de incubabilidad y la calidad de los pollitos, dado que una buena calidad se traduce en una menor mortalidad y un mejor crecimiento de las aves. Al final, únicamente puedes calcular la rentabilidad de un buen funcionamiento de la planta de incubación al final de la cadena de sacrificio.
Todos los procedimientos están detallados y por escrito. Cada día sabemos qué se va a hacer y lo hacemos. A continuación, nosotros o el veterinario supervisamos visualmente la planta. Además, se realizan pruebas microbiológicas de manera puntual y rutinaria en toda la planta de incubación a efectos de control.
Creo que la bioseguridad depende mucho de la formación del personal. Debe aumentarse la conciencia y crearse una cultura con la disciplina necesaria. Si hace que el personal comprenda la importancia de la bioseguridad, resultará mucho más sencillo convencerlos de que respeten procedimientos que pueden parecer un poco extremos en un primer momento.
Han trabajado con la incubación de carga múltiple en otra planta de incubación. Ahora utilizan la incubación de carga única. ¿Cuál prefieren?
M.C.: Entre carga única y carga múltiple hay varias diferencias. He estado trabajando con la incubación desde hace más de 20 años y definitivamente prefiero trabajar con la incubación de carga única. Especialmente, la logística resulta mucho más sencilla y los resultados son mejores. Por así decirlo, se trabaja sin estrés, ya que se proporciona al embrión las condiciones ideales adaptadas a cada etapa de su desarrollo.
Me atrevo a decir que la incubación de carga múltiple ya no es la solución adecuada para la incubación de las razas modernas de pollos de engorde. El funcionamiento de carga única nos permite trabajar sin estrés, destaca Margarita Cadaviv
Además, permite implementar una limpieza, una desinfección y una planificación de mantenimiento preventivo eficaces entre ciclos de incubación. La carga múltiple es más estática e implica trabajar con parámetros de control promedios.
Me atrevo a decir que ya no es la solución adecuada para la incubación de las razas modernas de pollos de engorde.
¿Cuál es según usted la importancia de tener un buen mantenimiento?
Fernando Restrepo: El buen mantenimiento es vital para el éxito. Queremos evitar averías o tiempos de parada. Es preciso que el personal conozca a la perfección el equipo para plantas de incubación y lo cuide bien. Por ello, nuestro personal recibe formación exhaustiva y de manera continua.
Nuestro proveedor Petersime ofreció una formación intensiva en nuestras instalaciones para el personal encargado de la operación y el respaldo. El software de mantenimiento genera una vista general sobre el tiempo y el coste de mantener las maquinas a punto de manera preventiva siendo más eficaz este método que el aplicar una estrategia de resolución de problemas.
Se trata simplemente de una cuestión de comodidad que hará que las aves muestren su máxima eficiencia genética y, como consecuencia, eficiencia productiva.
¿El bienestar animal es un tema candente en Colombia o es algo nuevo?
Mauricio Carvajal: El bienestar animal a veces se ve como algo nuevo, pero no lo es. Como veterinarios, no sólo tenemos que respetar nuestro juramento hipocrático para tratar a todos los animales con el respeto que merecen los seres vivos, sino que también la legislación colombiana menciona desde 1989 el bienestar animal y una ley de 2016 califica el maltrato animal como un acto delictivo.
¿Cuál es el punto de vista de su empresa sobre el bienestar animal?
Mauricio C.: En nuestra empresa, creemos firmemente que se trata de un factor importante en la producción. Como consecuencia, mantenemos una clara política empresarial sobre el bienestar animal.
Bastantes estudios sobre el bienestar animal y diversos aspectos de la salud indican y destacan que se trata simplemente de una cuestión de comodidad que hará que las aves muestren su máxima eficiencia genética y, como consecuencia,eficiencia productiva.
Por ello, si un ave está sana y cómoda en un ambiente saludable, nos ofrecerá el máximo potencial productivo. De hecho, se trata de una cuestión de sentido común.
Estamos muy satisfechos de haber dado el paso de establecer nuestra propia planta de incubación
Por tanto, ¿para PolloCoa el bienestar animal significa mucho más que un mero aspecto legal?
Mauricio C.: Exactamente. Además de garantizar una buena eficiencia de la producción, los colombianos cada vez son más conscientes del bienestar animal. Las redes sociales como Facebook, Instagram y los medios de difusión en general son útiles a la hora de concienciar a todo el mundo sobre el bienestar animal.
Cada vez más el consumidor exige a la empresa, y la empresa a la industria, conocer más sobre el bienestar animal y garantizar que las proteínas que consume proceden de un ave tratada con el respeto que merece.
Para finalizar, el lema de Petersime para sus clientes es «convertirse en el campeón de la incubación». ¿Qué desafíos han encontrado a la hora de operar la planta en su intento de convertirse en los campeones de la incubación?
S.C.: Debo afirmar que nos identificamos mucho con este eslogan. Somos «paisas», provenientes de la región de Antioquía, y como tales somos disciplinados, fuertes, trabajadores, no estamos pendientes del reloj y nos esforzamos por ser mejores y competitivos: Ser los mejores en lo que hacemos. Petersime nos ha ayudado mucho para lograr los estándares de producción a los que aspiramos al inicio de nuestro proyecto. Estamos muy satisfechos de haber dado el paso de establecer nuestra propia planta de incubación.