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Entrevista con Michael Elliot

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Michael Elliot , PhD es uno de los más reconocidos especialistas independientes en nutrición animal en el mundo, dedicando la mayor parte de sus esfuerzos a la formulación de piensos, la nutrición y la alimentación de ponedoras de huevos comerciales. aviNews tuvo el privilegio de entrevistar a Michael Elliot y preguntarle sobre los nuevos conceptos en la nutrición de ponedoras

¿Cuánto ha cambiado la nutrición de ponedoras en los últimos 20 años?

La nutrición de las gallinas ponedoras ha avanzado de forma espectacular en los últimos años. En 1992 la ración de la alimentación de ponedoras contenía poco más que (apenas) grano ( maíz, trigo, sorgo), harina de soya, fosfato, carbonato cálcico, sal, metionina, y una premezcla de vitaminas y minerales.

Las dietas se formulaban típicamente a un mínimo de proteína bruta, y las especificaciones de aminoácidos abarcaban solamente el total de metionina, el total de metionina más cistina y posiblemente el total de lisina. Se calculaban además los niveles de energía, calcio, fósforo y sodio disponible para cumplir el mínimo requerido.

Hoy en día, las raciones o la alimentación más común en ponedoras contiene maíz, harina de soya, harina de colza o canola (donde esté disponible), DDG solubles, harina de carne y hueso, harina de subproductos de panadería, afrecho de trigo o cáscaras de soya, fosfato, carbonato cálcico, sodio, metionina, lisina, treonina, fitasa, Enzimas para polisacáridos no provenientes del almidón (NSP), y una premezcla de vitaminas y minerales.

Hoy las dietas se formulan a un mínimo de energía, calcio, fósforo disponible, sodio, cloruro y colina. La formulación de alimentos ya no se hace considerando un mínimo de proteína bruta. En su lugar, las dietas se formulan para incluir un perfil de aminoácidos bien equilibrado que contiene el mínimo requerido de lisina, arginina, metionina, metionina más cistina, triptófano, treonina, isoleucina y valina.

Un cambio adicional importante es que la antigua alimentación en fases basada en la edad de las gallinas independientemente del consumo de alimento, ha sido reemplazada por múltiples dietas acordes a la etapa de la producción con una dieta diseñada para un nivel de consumo de alimento específico.

¿Qué causó la revolución en la formulación de alimentos para ponedoras?

Esto ha sido provocado, al menos en parte, por la investigación sobre las enzimas y la disponibilidad de nutrientes, la digestibilidad y proporciones necesarias de aminoácidos, costo de ingredientes, y la mejora del potencial genético.

Más específicamente sobre la mejora genética en lo relacionado con la nutrición de ponedoras, ¿qué mejoras han impulsado cambios en la nutrición de las ponedoras?

La edad en la que ponen el primer huevo se ha reducido en una semana cada 5 a 7 años, el tamaño de los primeros huevos producidos ha mejorado, y la persistencia de producción de huevos ha sido optimizada. Un buen lote hoy producirá 260 huevos por gallina alojada o más todavía a las 60 semanas de edad, produciéndose por tanto una mejora espectacular con respecto a los 230 huevos producidos en el mismo periodo de 1992.

Además, el peso corporal ha disminuido significativamente y esto ha influido en la capacidad de consumo de alimento, con lo que ha crecido aún más la importancia de la nutrición.

La nutrición de las gallinas ponedoras ha avanzado de manera espectacular en los últimos años

En relación a los aminoácidos y proteínas ¿cuáles son los avances más importantes en la formulación de alimentos?

En dietas comerciales de ponedoras los niveles de aminoácidos y de proteína bruta han disminuido debido a que los nutricionistas formulan las dietas de ponedoras a base de aminoácidos en lugar de proteína bruta.

La alimentación para el tamaño del huevo temprano (puesta o postura temprana) es fundamental para la rentabilidad. El uso de una baja densidad de aminoácidos en dietas pre-puesta o pre-pico es una de las razones de la incapacidad de muchos lotes para alcanzar las metas de producción en madurez, tamaño del huevo inicial (puesta o postura temprana) y del pico de producción.

Un máximo de proteínas en la dieta o alimentos, junto con altos niveles de aminoácidos influirán sobre el tamaño del huevo temprano. Además el aumento de los niveles de metionina en la dieta en relación con los de lisina también aumentarán el tamaño del huevo temprano. Esta es ahora una herramienta de uso común para mejorar el tamaño del huevo temprano en las ponedoras. Debe tenerse en cuenta que el orden de aminoácidos limitantes en una dieta maíz-soya (dado que el nivel de proteína bruta disminuye) es metionina, treonina, lisina, valina, arginina, y triptófano.

Por lo tanto, la reciente aparición de la disponibilidad comercial de treonina ha hecho posible disminuir significativamente el nivel de proteína bruta para las dietas de ponedoras. Este es quizás uno de los avances más importantes en relación a la proteína bruta y aminoácidos y su aplicación en la nutrición de ponedoras.

Cuando se utilizan metionina y lisina sintéticas en las formulaciones la proteína bruta puede ser reducida hasta 1% sin afectarse de manera adversa la producción de huevos. Una reducción adicional del 1% en la dieta de proteína bruta se puede lograr con el uso de treonina sintética con un impacto mínimo en el rendimiento. El siguiente aminoácido limitante es la isoleucina, que cuando se reduce se ve afectado el peso de los huevos antes de verse afectada la producción de huevos mientras se utilicen dietas suplementadas con metionina, lisina y treonina.

Por lo tanto es posible reducir el nivel de proteína bruta y el coste de producción cuando se formulan alimentos o dietas con metionina sintética, lisina y treonina y la manipulación adecuada de los niveles de isoleucina en la dieta.

Debe utilizarse un alto nivel de isoleucina al inicio de la producción de huevos en el ciclo de producción (puesta o postura temprana) para alcanzar un buen peso de huevo al principio del ciclo productivo, y este nivel de isoleucina puede ir reduciéndose de manera gradual a medida que aumenta la edad de la parvada. Implementada cuidadosamente, la formulación de aminoácidos por fases disminuirá el costo del alimento, manteniendo el peso corporal óptimo, y controlando el peso del huevo más adelante en el ciclo de producción sin perjudicar la persistencia de la producción.

Cuando se utilizan tanto metionina como lisina sintética podemos reducir la proteína bruta del alimento en un 1% sin afectar a la producción de huevo

Los perfiles de aminoácidos azufrados totales (TSAA) pueden ser manipulados para influir sobre el tamaño del huevo. Por ejemplo, pueden hacerse necesarios perfiles más altos de TSAA en las empresas que utilizan razas que tienden a producir huevos más pequeños al inicio de la producción de huevos.

En términos generales, una proporción inferior de TSAA, isoleucina y treonina se utiliza para los lotes de huevos cocidos (huevos pequeños ) en comparación con la proporción utilizada para los lotes de huevo para procesar (huevo grande).

Un buen tamaño y masa del huevo temprano es deseable, pero el tamaño del huevo debe ser controlado para evitar la producción de grandes huevos con mala calidad de cáscara más adelante en el ciclo de producción. Esto se puede controlar sin perjudicar la producción reduciendo los TSAA, treonina, y la proporción de isoleucina en relación con lisina en conjunto con los niveles de ácido linoleico, que se van reduciendo en función de la edad de las ponedoras.

Hay considerables diferencias en los requerimientos de aminoácidos para producción de huevos blancos o marrones y los alimentos deben ser formulados pensando en estas diferencias. Por ejemplo, los niveles de lisina pueden tener que ser generalmente más altos para las ponedoras de color marrón.

¿Cuáles son los avances más importantes en relación con el calcio y el fósforo?

Las dietas para pollitas deben contener aproximadamente el 1.10% de calcio y 0.45 a 0.50% de fósforo disponible para un desarrollo esquelético óptimo. El desarrollo del hueso medular adecuado en las aves de maduración temprana requiere una dieta pre-postura que contiene 2.50 a 2.75% de calcio y 0.45 al 0.50% de fósforo disponible.

Este tipo de dietas o alimentación pre-postura deben utilizarse 7 días antes de la estimulación de la luz y no deben ser usadas por más de 7-14 días después de la primera alimentación de ponedoras. Las gallinas en la etapa temprana de producción deben iniciarse con 3,90 a 4,10 g / gallina / día de calcio y 430 a 470 mg / gallina / día de fósforo disponible. Niveles más bajos pueden resultar en fatiga de jaula y mala calidad de la cáscara en la vida productiva del lote.

Los alimentos para gallinas reproductoras de huevo blanco y huevo marrón deben ser formulados por separado puesto que el requerimiento en aminoácidos es distinto

La ingesta diaria de calcio debe aumentarse gradualmente y la ingesta diaria de fósforo disminuirse a medida que avanza la edad de las ponedoras debido a que los requisitos de eficiencia de utilización de calcio y fósforo disminuyen con la edad. El cincuenta por ciento de todo el calcio suplementario en la dieta debe ser suministrado en forma de partículas de gruesas (2-3 mm), a partir del suministro de la dieta de pre-postura.

Las partículas gruesas de carbonato de calcio deben aumentarse gradualmente hasta constituir aproximadamente el 70% de roca caliza suplementaria durante el ciclo de producción. Las partículas finas de carbonato de calcio transitan por el tracto gastrointestinal en 2 a 3 horas.

Cuando no hay grandes partículas de calcio presentes en el tracto digestivo mientras se está produciendo la cáscara del huevo, el calcio será obtenido de los huesos, lo que finalmente se traduce en pérdida de la integridad del esqueleto, mala calidad de la cáscara y la fatiga de la ponedora en jaula.

En cuanto al fósforo disponible para las aves jóvenes y adultas, existe un desacuerdo considerable entre los nutricionistas, en parte debido a una mala comprensión de la disponibilidad de fósforo de origen vegetal, el impacto real de fitasa exógena en la disponibilidad de fósforo, y la relación de fósforo en la calidad de la cáscara y el costo de la alimentación.

A esto se añade el hecho de que el fósforo es caro y algunos informes han sugerido que la reducción de fósforo en la dieta puede ocasionalmente mejorar la calidad de la cáscara, pero esta práctica puede dar lugar a un aumento de la mortalidad, problemas óseos, y la disminución de la producción al final del ciclo de producción. El uso de la enzima fitasa en América del Norte se ha convertido en algo extremadamente común.

En los Estados Unidos, el estándar de la industria ha sido la utilización de 300 FTU/kg de fitasa fúngica con una liberación de un 0.09 % de fósforo disponible y 0.09 % de calcio. A 300 FTU/kg, la fitasa fúngica disminuirá la excreción de fósforo en un 15-18%. Debido a los importantes ahorros de costes he movido todos mis programas de alimentación a 500 FTU/kg de fitasa derivada de E -Coli.

¿Hay nuevos conceptos sobre el uso de la grasa, el ácido linoleico y de las enzimas?

La grasa añadida es beneficiosa para el tamaño del huevo al inicio de la producción y para el rendimiento; y el efecto de la grasa añadida en el aumento de peso del huevo es independiente del nivel de energía alimentaria.

El ácido linoleico es el factor incluido en aceites vegetales que es necesario para que el tamaño del huevo sea óptimo. El uso de polisacáridos no amiláceos (NSP) en dietas de ponedoras en todo el mundo ahora es una práctica común, ya que mejoran la digestibilidad de los nutrientes, mejoran el rendimiento, y disminuyen la variabilidad así como la excreción de nutrientes y por tanto el costo del alimento.

Para maximizar el tamaño del huevo temprano en las razas más pequeñas, las dietas deben contener un máximo de ácido linoleico del 2.00% hacia el pico de producción. En las razas más grandes es suficiente un mínimo de ácido linoleico en torno al 1.50%.

Como buenas fuentes de ácido linoleico encontramos el maíz, la mezcla de grasa animal-vegetal, aceites vegetales, semillas de soya extruidas, y salvado de arroz.

El uso de la enzima fitasa se ha convertido en algo muy común, puesto que produce importantes ahorros de coste

¿Cuáles son los nuevos conceptos de interacción entre el manejo y la nutrición?

La calidad de la cáscara del huevo es fundamental para la rentabilidad y debe ser optimizada y preservada. La calidad de la cáscara está influenciada por la genética, la nutrición, el manejo de alimentación, el peso corporal, la edad de estimulación luminosa, el estrés por calor, la recolección de huevos, las cintas de recolección de huevos, las jaulas de las ponedoras, el equipo de clasificación de huevos, enfermedades y salud intestinal, por nombrar algunos factores.

Las empresas de selección genética recomiendan pesos corporales específicos para cada estirpe genética antes de la estimulación luminosa. La estimulación luminosa en gallinas con un peso corporal por debajo del recomendado provocará que las aves entren en producción con bajo peso y antes de que estén fisiológicamente preparadas. Estas aves tienden a mantener un bajo peso lo largo de su vida productiva y son susceptibles a fatiga de jaula (osteoporosis) y a producir huevos con mala calidad de cáscara.

En contraste, la estimulación de gallinas con un peso corporal excesivo dará lugar a un exceso de peso y a huevos demasiado grandes, con los consecuentes problemas de calidad de la cáscara de huevo.

Los probióticos como bacillus puede mejorar indirectamente la calidad de la cáscara en las ponedoras comerciales

¿Cómo deberían enfocar los nutricionistas de ponedoras los problemas de calidad de la cáscara?

Éste es un asunto complejo que requiere de una larga discusión, pero en general lo primero que deben hacer es asegurarse de que el alimento formulado y producido sea el correcto, tanto a nivel de producción como de entrega, y además que esté siendo fabricado correctamente.

Debe implementarse un tratamiento si la disminución de la calidad de la cáscara se asocia con una mayor mortalidad con fatiga de jaula:

• Semana 1: aumentar el nivel de calcio en la dieta en proporción de 0.60% adicional y el nivel de fósforo disponible en proporción de 0.14%

• Semana 2: aumentar el nivel de calcio en proporción de 0.30% y el nivel de fósforo disponible en 0.07%

• Semana 3: volver a la dieta normal o con 0.15% más de calcio y 0.035% más de fósforo disponible en forma continua

Sin embargo, si la reducción de la calidad de la cáscara no está asociada con un aumento de la mortalidad, debe aumentarse el calcio en la dieta en proporción de 0.30% adicional y proporcionar vitamina D3 adicional en la alimentación

También puede recurrirse a la suplementación con vitamina D3 (2,500 UI/litro de agua de bebida) administrada en el agua durante 7 días consecutivos y 2 días separados por cada semana en adelante. Numerosos estudios han sugerido que el complejo compuesto de zinc y aminoácidos y el manganeso pueden mejorar el rendimiento de las ponedoras y la calidad de la cáscara de huevo.

Los probióticos elaborados a partir de Bacillus pueden mejorar indirectamente el grosor de la cáscara de huevo en ponedoras comerciales. Debe analizarse cualquier posible problema de manejo durante la investigación de alteraciones de la calidad de la cáscara del huevo.

Los granos secos de destilería con solubles (DDGS) se han convertido en un ingrediente muy popular en la alimentación ¿qué nos puede contar sobre este tipo de ingrediente?

Los granos secos de destilería con solubles (DDGS) se han convertido de hecho en un ingrediente extremadamente popular. Más del 50% de las formulaciones de ponedoras en E.E.U.U. contienen ahora DDGS con tasas de inclusión que varían de 5 a 20%.

Este amplio rango se debe a la calidad y variabilidad, a la técnica de formulación (en relación a aminoácidos) y a las diferencias en la filosofía en cuanto a los niveles de uso recomendados.

“Estamos viviendo momentos emocionantes en la nutrición para las gallinas ponedoras”

En general, el rendimiento de ponedoras tiende a bajar cuando los niveles de DDGS superan el 12%, mientras que el nivel óptimo de inclusión para mantener bajo y eficiente el coste de producción debe ser alrededor de 15% de DDGS.

Es importante mencionar que el valor energético de los DDGS puede ser sobreestimado y por lo tanto hay que tener cuidado en el cálculo de los niveles totales de energía al utilizar cuando los niveles de DDGS en la dieta son altos.

Más del 50% de las formulaciones de ponedoras en USA contienen DDGS con una tasa de inclusión entre el 5 y 20%

Además, hay algunos factores anti-nutricionales en los DDGS, pero la formulación sobre una base de aminoácidos digestibles puede compensar éstos factores antinutricionales, incorporando además metionina sintética, lisina, treonina y triptófano disponible, y mediante la utilización de servicios como el servicio de Amino Red de Evonik en el NIR para evaluar la digestibilidad de aminoácidos y constantemente recalculando el contenido de energía para ajustar proteína, grasa y fibra.

En conclusión, éstos son tiempos emocionantes para participar en la nutrición de ponedoras, especialmente cuando el progreso genético ha hecho posible una elevada productividad, lo que exige una demanda de nutrición de alta calidad. Un menor peso corporal y una menor talla, un potencial de menor consumo de alimento, una mayor productividad en número de huevos y ciclos de producción más largos continuarán constituyendo un desafío excitante para los nutricionistas especialistas en producción de huevo comercial.

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