La combinación de las actividades enzimáticas exógenas adecuadas puede facilitar un acceso superior a los aminoácidos de las dietas, así como una mejor utilización de la energía contenida en el alimento, no siempre bien empleada (metabolizada).
El uso de las enzimas seleccionadas para estas situaciones, sin duda ayudará a reducir el coste de la alimentación, sin perjudicar los rendimientos productivos.
El mundo de la producción animal continúa encarando, según los tiempos que corran, gastos en ocasiones excesivamente elevados; ya sea por el incremento del coste de la energía, de la mano de obra, entre otros gastos fijos.
- Además de estos gastos mencionados, se une el precio de los ingredientes, que, aunque es cierto que en los últimos meses (agosto 2024) han sufrido un descenso importante, es una variable que se antoja muy volátil, y determina directamente el precio de la producción, ya que la alimentación representa entre el 65-75% de los gastos totales de producción.
- La disponibilidad y precio de las materias primas, sujeta a tantas variables, puede conducir a una situación de formulación de piensos verdaderamente desafiante. No se pueden absorber los incrementos de coste de forma continuada como ha estado sucediendo en los últimos años.
La propuesta de una reformulación, además de aplicar unas matrices nutricionales, pasa por liberar ciertos límites máximos de algunos ingredientes, así como contemplar el empleo de otros que normalmente no se consideran, por suponer un “riesgo” dado su menor valor nutricional adscrito a una mayor presencia de factores antinutritivos.
Es esta la situación, el empleo de enzimas, como xilanasas que aminoren el reto digestivo de una mayor presencia de PNA (polisacáridos no amiláceos) e incluso proteasa y amilasa por la presencia de proteínas de menor digestibilidad y una búsqueda de una mayor digestión del almidón, es de gran utilidad.
En estas ocasiones, además, estamos tentados a retirar de los piensos, alguno de los aditivos empleados y, como decíamos, a utilizar ingredientes de mayor riesgo digestivo.
- Haciendo esto, podemos desencadenar situaciones de menores rendimientos, con un empeoramiento del IC y reducción del crecimiento, más allá de alargar los días a sacrificio, con el peso deseado.
Nuestra propuesta, con la combinación enzimática XAP (xilanasa, amilasa, proteasa), es reformular las dietas utilizando los valores matriciales que proponemos (de EM y de 18 aminoácidos), logrando un menor coste/tonelada de pienso, al tiempo que los animales mantienen los resultados normalmente obtenidos con otro tipo de dietas, incluso mejorarlos por obtener un equilibrio nutricional más adecuado.
- Por tanto, el uso de las enzimas exógenas adecuadas (no solo carbohidrasas, ver más adelante), junto a una matriz bien desarrollada y dietas bajas en proteína, nos permiten afrontar situaciones puntuales de costes de alimentación excesivamente elevados.
DIETAS BAJAS EN PROTEÍNA
Las dietas bajas en proteína bruta y, por tanto, en principio, en aminoácidos, son de utilidad si se formulan de forma adecuada; el uso de aminoácidos sintéticos se hace imprescindible y aun así, el coste del alimento por tonelada es posiblemente más reducido.
- Además de mantener los rendimientos, este tipo de dietas conduce a una reducción significativa de emisiones nitrogenadas al medio ambiente. Así pues, realizando este “simple” ejercicio, ya se puede conseguir un efecto muy positivo con relación al efecto sobre la huella de carbono.
Una vez decidido esto, es importante señalar la importancia de “vigilar”, al utilizar dietas bajas en proteína, los niveles de aminoácidos no esenciales; más allá de esto, en la actualidad, con las nuevas recomendaciones de mínimo de aminoácidos digestibles (hasta 10; FEDNA, 2018 y 9; Nutrition Specifications ROSS, 2022), sería necesario contemplar el uso de algún aminoácido sintético adicional, más allá de los empleados con normalidad.
En realidad, las nuevas estirpes responden con rendimientos elevados, crecimiento, bajos IC, elevada ganancia de peso, siempre que se proporcionen dietas equilibradas en EM y con los aminoácidos en su justa medida.
- En ocasiones y debido a estas demandas, se formula con márgenes de seguridad, que, en el caso de no ser bien empleados, pueden conducir a situaciones de exceso proteico sin digerir.
- Además de posibles camas húmedas, se puede producir un cierto desequilibrio de la flora intestinal. Es por esto por lo que se puede abordar una formulación con una reducción proporcionada de aminoácidos con el uso de complejos enzimáticos adecuados.
Por otra parte, un aumento de la densidad energética (EM), eventualmente podría ayudar a una mayor utilización de aminoácidos y mayor deposición proteica; siendo esto así, en ocasiones los piensos comerciales se formulan con excesos de EM, que lo único que van a provocar es una mayor deposición de grasa.
Desde nuestro departamento de I+D, junto al de alimentación aplicada, se han realizado pruebas en este sentido: reformular dietas diluidas en PB, aminoácidos y EM, pero añadiendo las enzimas exógenas que van a compensar esa menor densidad nutricional, logrando unos rendimientos iguales, incluso mejores, a costes de producción más bajos.
ENZIMAS EXÓGENAS
Consideramos el empleo de fitasa, así como de xilanasa, amilasa y proteasa, de manera individual o combinadas, como herramienta a utilizar en una posible reformulación, que, mejorando el coste de producción, no afecte en absoluto los rendimientos de los pollos.
Conocemos sobradamente que las fitasas presentan una actividad rápida y de gran eficacia a muy bajo pH. Esta mejora notablemente la digestibilidad de ambos, Ca y P.
La misma actividad fitásica, sobradamente demostrada, mejora la digestibilidad ileal de los aminoácidos, incluso por encima de las 1000 FTU/kg, considerada de forma no siempre bien contrastada, como el máximo de FTU a añadir.
El empleo de xilanasas en dietas basadas en maíz-soja (no solamente trigo, cebada, etc) han demostrado aumentar la digestibilidad del almidón y la grasa; los mecanismos que lo explicarían van desde la mejora de la digestibilidad del almidón resistente, a la ruptura de los arabinoxilanos insolubles del endospermo del maíz, e incluso un efecto prebiótico – a través del incremento de oligosacáridos procedentes de la fracción de arabinoxilanos-, que podría ser beneficioso para la flora microbiana.
El uso combinado de una fitasa con una complejo que llamaremos XAP (xilanasa, amilasa, proteasa), ha demostrado su eficacia en múltiples pruebas; en las figuras siguientes reflejamos datos interesantes de una de ellas.
- Antes de compartirlas, abajo vemos la tabla de los 11 tratamientos empleados, aunque para facilitar la comprensión de los resultados, éstos se agrupan por grupos de tratamientos enzimáticos, de forma que los comparamos con los dos tratamientos de referencia, uno positivo (CP) y otro diluido en nutrientes (CN).
Los parámetros compartidos son el IC corregido para la mortalidad durante la prueba, el nivel del péptido YY (secretado por la pared intestinal y al que se le asigna un efecto saciante mediante una conexión con el sistema nervioso central) y el EPI (en inglés: European Productivity Index, cuanto más alto, mejor).
REFLEXIONES
Las producciones ganaderas están sometidas de forma constante a la volatilidad de los precios de ingredientes, en la actualidad, desgraciadamente, afectada por los conflictos bélicos mundiales entre otras razones. El coste de éstos supone el 65-75% del total en la producción de pollos.
- Disponer de una herramienta, como las enzimas exógenas, ciertamente eficaz, de diferentes maneras, pero siempre con la posibilidad de mantener los rendimientos a costes más bajos, es sin duda atractivo.
En este trabajo hemos querido mostrar la eficacia en este sentido de nuestra más reciente fitasa en el mercado, así como la combinación XAP, en solitario o junto a la fitasa mencionada.
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