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Escasez de huevos en Cuba: El reto de unir al sector estatal con el privado

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Escasez de huevos en Cuba: El reto de unir al sector estatal con el privado

La crisis económica en Cuba ha tocado todos los sectores, pero pocos tan sensibles como el alimentario. En particular, la escasez de huevos se ha convertido en uno de los indicadores más evidentes del deterioro productivo. Con precios que oscilan entre 90 y 110 pesos por unidad en La Habana y un cartón de 30 huevos que supera los 3.000 pesos, este alimento básico se ha vuelto inalcanzable para gran parte de la población. Según datos publicados por el diario Granma, estos precios representan un peso desproporcionado en el presupuesto de las familias cubanas.

 

EL HUEVO DESAPARECIDO: ESCASEZ Y MERCADO PARALELO

Durante años, los huevos formaron parte de la canasta básica normada. Sin embargo, actualmente esta distribución oficial ha sido prácticamente eliminada: en el mejor de los casos, se entregaban cinco huevos cada dos meses. En La Habana, ni siquiera eso: desde hace más de un año, no se surte el producto en bodegas estatales, tal como detalló un reportaje del diario Granma.

Mientras tanto, han proliferado los puntos de venta informales y mipymes que ofrecen el producto a precios exorbitantes. Una parte significativa de esta oferta proviene de importaciones de huevo, especialmente desde República Dominicana.

Además, los cubanos que tienen familiares en el extranjero pueden adquirir huevos a través de tiendas virtuales dolarizadas, donde el precio de un cartón ronda los US$16,80, sin incluir gastos de envío.

COLAPSO DE LA PRODUCCIÓN NACIONAL

El colapso de la producción avícola se debe principalmente a la falta de insumos esenciales, como el alimento balanceado, que depende casi totalmente de importaciones de maíz, soja y premezclas vitamínicas.

La situación se agravó con apagones en las granjas, la falta de combustibles para transporte y hasta problemas con la producción de bandejas de cartón para los huevos.

Según declaraciones recogidas por Granma, Jorge Luis Parapar López, presidente del Grupo Empresarial de Alimentos y Aves (Gealav), reconoció que solo en 2024 murieron más de dos millones de gallinas ponedoras, incluyendo 1,3 millones muertas por falta de alimento.

NUEVO MODELO: ALIANZA ESTATAL CON EL CAPITAL PRIVADO

Frente a este panorama, a finales de 2024 se comenzó a implementar un modelo de gestión mixto, en el que empresas estatales se asocian con mipymes y cooperativas privadas. Según Granma, el Estado aporta las gallinas, tecnología y mano de obra; mientras que el capital privado financia la compra del alimento.

“Ellos ponen el alimento, y nosotros ponemos la gallina, la tecnología y la mano de obra”, explicó Parapar López al medio oficial.

Esta estrategia ha permitido detener la caída de la producción. Desde enero de 2025, se han destinado más de 23 millones de huevos a programas sociales. De ese total, más de 3,7 millones se han dirigido al Programa Materno Infantil y otros 91.000 a dietas médicas para niños con enfermedades crónicas, según datos proporcionados por Granma.

RETOS PENDIENTES Y FUTURO INCIERTO

A pesar del repunte, el modelo enfrenta obstáculos importantes. La producción nacional de alimento balanceado, prevista a través de un acuerdo con una compañía brasileña, se encuentra actualmente paralizada, lo que mantiene la dependencia total de importaciones. Esta situación genera un cuello de botella en un proceso donde la continuidad es esencial: una gallina no puede estar días sin alimentación adecuada sin dejar de poner huevos.

Además, muchos de los alimentos disponibles han estado mal formulados o incompletos, careciendo de algunas vitaminas esenciales. Esto afectó gravemente la productividad en 2024, reduciendo la puesta de huevos y debilitando la salud de las aves.

 

 

Fuente: Con información del diario Granma.  

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