Las olas de calor se están volviendo más frecuentes en España y, especialmente en el norte de Europa. Esto puede tener consecuencias negativas para la salud, el bienestar y el rendimiento de los pollos de engorde.
En un estudio realizado por la Universidad de Wageningen y la Investigación (WUR, por sus siglas en inglés), actualmente se está investigando si se puede detectar el estrés térmico en una etapa temprana, basándose en cambios en el comportamiento de los pollos, y qué estrategias de manejo pueden ayudar a reducir al máximo el impacto del estrés térmico.
Estrés térmico en pollos de engorde
Los primeros cambios que se pueden detectar a altas temperaturas son probablemente cambios en el comportamiento de los pollos.
A altas temperaturas, los pollos de engorde podrían, por ejemplo, beber más agua, disminuir sus niveles de actividad y menos consumo de alimento.
Además, cuando las temperaturas son demasiado altas, los pollos pueden sentarse más con las alas extendidas y comenzar a respirar con más dificultad.
- Estos cambios serán visibles antes que una disminución en el rendimiento o un aumento en la mortalidad, que podrían ser las consecuencias finales de un estrés térmico prolongado.
Detección temprana de cambios en el comportamiento
Dado que los cambios en el comportamiento son probablemente la primera indicación de estrés térmico en los pollos de engorde, la detección automatizada del comportamiento puede ayudar a intervenir rápidamente cuando se presente estrés térmico.
En la primera parte de este estudio, se examinó la actividad de un pequeño grupo de pollos de engorde durante una ola de calor en los Países Bajos.
Se observó que los patrones de actividad de los pollos parecen cambiar durante las altas temperaturas. Cuando la temperatura ambiente era más alta, las aves se volvían menos activas durante el período de luz durante el día, pero la actividad aumentaba durante los períodos oscuros por la noche.
- Posiblemente, esto esté relacionado con el hecho de que suele ser relativamente fresco por la noche.
Investigación en curso
A medida que avance el proyecto, se examinarán indicadores alternativos potenciales de estrés térmico en los pollos de engorde para que también se puedan detectar automáticamente utilizando tecnologías de sensores.
También, buscan obtener una mayor comprensión de las adaptaciones de manejo (y su efectividad), que ya se implementan en la práctica con el fin de reducir el impacto del estrés térmico.