PDFEn un sector tan competitivo como es el de la avicultura de carne en España, la rentabilidad o, incluso, la viabilidad, viene dada por una minimización de los costes de producción (con el eficaz aprovechamiento del pienso como máximo exponente), acompañados de la obtención de un producto de calidad al final del proceso.
Para poder conseguir un óptimo resultado productivo y excelente calidad, debemos tener controladas todas las fases de la producción.
Poniendo el foco en la de engorde de los animales, uno de los puntos clave es el control de las patologías recurrentes mediante la vacunación de las aves.
Un adecuado estatus sanitario de los lotes, nos permitirá sacar el máximo beneficio a las aves, evitando una disminución en los resultados productivos (mortalidad, conversión alimentaria, crecimiento diario…), un aumento de tratamientos antimicrobianos (importante por el coste añadido y por la coyuntura actual respecto a este tema), así como una merma en la calidad que llegará a matadero (menor uniformidad de los lotes, mayor tasa de rechazos…).
Desafíos en la vacunación de los animales
Una de las preocupaciones que se tienen ante un proceso de vacunación, es tener la certeza de que la vacuna está correctamente aplicada. Esto, que parece una obviedad, a veces puede ser complicado, debido a que depositar la dosis adecuada en el 100% de los animales, en aplicaciones para un número alto de animales, no es tarea fácil.
El traslado de las vacunaciones desde granja a la sala de incubación, permiten un mejor control de las condiciones de aplicación (estandarización del proceso) e higiene de las mismas, lo cual repercute en una mayor eficiencia de vacunación.
Debemos pensar que, en una mala vacunación, además de la inversión pérdida en el coste de la vacuna y su aplicación, tenemos que sumar los costes derivados de no tener los animales protegidos para el desafío que se van a encontrar en las explotaciones.
Por otro lado, queremos saber que la vacuna funciona como esperamos de ella, y que, por tanto, la enfermedad está bajo control. Para ello, debemos emplear las vacunas y planes vacunales necesarios dependiendo el tipo de desafío que tenemos en las granjas.
Con el fin de garantizar la calidad de la vacunación y su seguimiento, desde Ceva Salud Animal, ofrecemos para nuestros clientes la implantación de una monitorización periódica de los lotes, denominado GPS (Global Protection Services).
Esta monitorización nos permite una vigilancia constante de los lotes, con énfasis en la eficacia de los procesos de vacunación, creando nuestra línea base de referencia y monitoreando la situación epidemiológica y sus posibles cambios.
Gracias a esto, podremos ver cómo las vacunas funcionan e identificar cualquier desviación de los resultados para proponer soluciones tempranas, minimizando e incluso evitando las posibles pérdidas provocadas por esos cambios.
Monitoreo serológico como control de calidad vacunal y protección
En el servicio GPS consideramos muy importante muestrear alrededor de un 10 % de los lotes de la empresa (supone una gran cantidad de datos anuales, recomendando el seguimiento en granjas con datos de varios ciclos). Esto se complementa con un necesario plan de auditorías de vacunación, y muestreos de tejidos en granja para la realización de PCR, los cuales nos van a ayudar a:
- Acercarnos a nuestro objetivo del 100% de lotes bien vacunados
- Definir la situación epidemiológica de la integración
- Comprobar la dinámica de desafíos que tenemos en el campo con datos técnicos
Con todo ello podremos definir la mejor estrategia para el control de la enfermedad en nuestras instalaciones.
Toma y envío de las muestras
Los principales factores para poder obtener unos resultados fiables son: el número de muestras tomadas, su correcta toma (realizada en el matadero, permitiendo tanto a las vacunas aplicadas, como a otros posibles patógenos presentes, provocar respuesta serológica en el ave) y envío, y el uso de una técnica serológica de referencia y adecuada a la patología que queremos valorar.
Una parte fundamental es protocolizar por escrito el muestreo, conservación y envío de las muestras al laboratorio (condiciones ambientales y etiquetado de las muestras).
Interpretación de los resultados
Para poder interpretar los resultados obtenidos, debemos tener en cuenta la vacuna empleada, el plan vacunal, la edad del animal, tipo de ave, y el kit serológico empleado para el análisis.
En la interpretación de los resultados, nos fijamos en la intensidad de la respuesta, medida por las medias aritméticas y/o geométricas obtenidas, y la uniformidad de las titulaciones (Coeficiente de Variación. CV). En este último caso, generalmente hablamos de estos valores tanto para la mayoría de vacunas vivas como inactivadas:
En el caso de vacunas respiratorias, como IBV, y dependiendo el plan vacunal, los coeficientes obtenidos pueden ser algo más variables.
Con estos dos parámetros, vamos a poder valorar si los animales están respondiendo dentro del rango esperado para la vacuna empleada, y si la respuesta de los animales es suficientemente uniforme para considerar que se ha hecho una correcta aplicación de la misma.
Algunos kits serológicos presentan unas guías base de resultados para poder interpretarlos, creadas en función de los resultados reportados por los clientes con los distintos tipos de vacunas utilizadas, planes vacunales, edades, etc.., y que pueden ser empleadas como referencia inicial (ya que son guías muy generales), y que será sustituida por nuestra verdadera guía a seguir, la línea base que nosotros mismos vamos a ir generando con los datos obtenidos a lo largo del tiempo.
Esta línea base va a ser fundamental para poder conocer la dinámica serológica de las vacunas empleadas en nuestra compañía, así como los desafíos presentes, tanto a nivel de explotación individual, como en la empresa y sus distintas áreas de producción.
Las notables variaciones individuales y/o generales de esta línea base, nos van a avisar de posibles riesgos, como pueden ser una mala vacunación, planes vacunales inapropiados, otros patógenos presentes, o una insatisfactoria respuesta inmune de los animales.
La actuación rápida para entender por qué están ocurriendo esos cambios, y cómo los podemos afrontar, nos permite atajar los problemas en la fase inicial de los mismos.
A su vez, la gran cantidad de datos obtenidos, gracias al programa de procesamiento de Ceva Salud Animal, nos permiten comparar titulaciones según la edad de los animales, viendo si la protección de la vacuna aplicada empieza cuando esperamos y cubre todo el ciclo productivo, si tenemos estacionalidad en los resultados, comparar distintos planes vacunales, e incluso conectar estos datos con los productivos y de la planta de procesamiento
Con en el servicio GPS, construimos juntos una nueva referencia para crear valor más allá de la Salud Animal.