En las despedidas, las formas de decir adiós no son fáciles, y en este caso no queremos que se convierta en un final, sino todo lo contrario, en un recuerdo a toda la trayectoria y su gran aportación al sector, como profesional y personal. En el día de hoy queremos hacer llegar un mensaje de un miembro del sector avícola de lo más emblemático, Miguel Angel Bonilla, que desde aviNews recordamos con mucho cariño y queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por su acompañamiento a lo largo de los años.
DE MI PUÑO Y LETRA
Hola a todos:
No sé cómo empezar esta despedida, pero si sé cómo terminará esta declaración de un hasta siempre.
Quisiera empezar diciendo que mi retirada es forzosa por la enfermedad que padezco desde el año 2013.
Para empezar os diré que me siento muy orgulloso de haber pertenecido a éste sector desde el año 1988 junto a “mi empresa” EXAFAN S. A., en los comienzos JPN, junto a Juan Pascual, al cual le agradezco desde estas líneas que un día confiara en mí para realizarme profesional y personalmente pues tenía 24 años. Junto a él he recorrido mucho y siempre le estaré agradecido.
Quiero destacar a mis compañeros que han estado a mi lado desde el primer día. He notado mucho cariño y atención todo éste tiempo. Para ellos mi agradecimiento y abrazo fuerte.
No puedo olvidarme de mis clientes, muchos de los cuales se han convertido en amigos. Y de los que me conocen pero no llegué a tenerlos como clientes. Por suerte no puedo nombraros a todos, porque sois muchos, pero si os digo que me acordaré siempre de todos vosotros.
También quiero mandar un abrazo para todos aquellos que de alguna manera han estado en mi carrera profesional.
Y por supuesto acordarme de mi competencia, agradecerles las muestras de cariño que he recibido, pues siempre me han respetado en mi trabajo, aunque seguro que alguna vez me habrán “odiado “un poco.
Con todo esto quiero terminar, como dije al principio, con un HASTA SIEMPRE.
Miguel Angel Bonilla
Empleado de Exafan S. A.
Después de los años transcurridos en el sector, Miguel Angel Bonilla nos marca con una huella imborrable y generosa que permanecerá entre todos nosotros. Hasta siempre.