Contenido disponible en: Português (Portugués, Brasil)
El Licenciado Héctor Motta se ha dedicado 60 años a la avicultura argentina, caracterizándose por su visión de futuro, en cuanto a proyectos innovadores a la vanguardia del sector y trabajando por convertir a la industria avícola en una cadena perfecta, convirtiendo el grano natural en un producto avícola con valor agregado.
No sólo el Licenciado Motta se ha distinguido por ser un exitoso empresario sino también por contribuir al sector avícola de su país como un destacado dirigente durante toda su trayectoria. Desde esta vereda, ha contribuido como presidente de la Cámaras de Productores Avícolas de Argentina (CAPIA) por 21 años; ha sido dos veces presidente del Congreso Latinoamericano de Avicultura (ALA); ha desempeñado el cargo de Secretario de Estado de la Producción en la provincia de Entre Ríos, 2007 a 2008; y actualmente se desempeña como tesorero de la Unión Industrial Argentina (UIA).
El Grupo Motta comienza sus operaciones con la compañía Cabaña Avícola Feller en 1958, la que desde entonces se dedica a la multiplicación genética de aves para postura. Para luego, en el año 2000 dar inicio al Complejo Alimentario S.A., CALISA, focalizado en la producción y comercialización de carne aviar, además de una amplia línea de productos de alto valor agregado.
Avinews – ¿Cuáles fueron sus comienzos en la avicultura y cómo se fue desarrollando el Grupo Motta?
Héctor Motta – Como todo inicio de los que nos llaman pioneros o gente con éxito, yo corrijo esto, si bien es cierto somos pioneros porque somos antiguos a lo mejor, pero el éxito está íntimamente ligado al trabajo. Cuando iniciamos está empresa que hoy tiene 60 años en el mercado argentino, indudablemente que lo hicimos de una manera muy regional y muy precaria. Nosotros somos de la provincia de Entre Ríos, cuando nace nuestra empresa esta zona era una isla dentro de Argentina y no tenía vinculación física con el resto del país. Por lo tanto, nacimos abasteciendo propiamente el mercado de Entre Ríos. Después a fines de la década del 60´ y a comienzo del 70´ se produjo la unión física de la provincia de Entre Ríos con el resto del país y comenzamos a realizar una comercialización de carácter regional y hoy podemos decir con satisfacción que nuestra empresa está en todo el país, distribuimos nuestros productos diariamente a todos los argentinos.
AN – ¿Cómo está conformado el Grupo Motta?
HM – Bueno, soy el fundador y presidente del Grupo Motta y también se ha realizado una transición familiar, quien tiene la continuidad en el grupo es Augusto Motta abogado, acompañado por Helen Motta abogada y mi sobrino, Juan Pablo Motta, profesional de ciencias económicas y licenciado en administración de empresas, siendo parte de las finanzas. Esta estructura familiar, conformada por mis hijos y mi sobrino ha resultado ser muy exitosa desde hace 20 años.
AN – En cuanto a Cabaña Avícola Feller, ¿A qué área de la avicultura está enfocada y cuál es su producción?
HM – Con Cabaña Avícola Feller somos distribuidores de pollitas BB en Argentina y abastecemos más del 50% del mercado argentino, con productos cuya genética año a año evidencia avances concretos sustentados en la bioseguridad, calidad y rendimientos que redundan en mejores resultados económicos. Actualmente, estamos con una oferta de 1 millón de pollitas BB mensuales.
AN – En esta área de genética, ¿la empresa está exportando pollitas?
HM – De las pollitas, el 100% es para el mercado interno por una lógica de distancia. Eventualmente, hemos realizado exportaciones a Venezuela en 2017 y anteriormente a Bolivia, Paraguay. Sin embargo, estamos dispuestos a exportar en la medida en que aparezca un país limítrofe en donde el tiempo y la distancia nos permita llegar con animales vivos que tienen que estar dentro de 48 horas en destino.
AN – La otra marca del Grupo Motta, Calisa, ¿Qué producto avícola produce?
HM – Con una visión coincidente, el Complejo Alimentario S.A., conocido en el mercado nacional e internacional bajo la marca CALISA, está focalizado en la producción y comercialización de carne aviar, además de una amplia línea de productos de alto valor agregado. En la producción de carne aviar con Calisa, nosotros estamos en 2 millones de pollos de engorda de producción mensual. En este caso, tenemos una métrica para la distribución de 60% para el mercado interno y 40% para la exportación.
AN – Con respecto a exportaciones ¿Qué mercados está abarcando Calisa?
HM – En el mercado internacional como Grupo Motta bajo la marca Calisa, hemos incursionado desde hace 18 años con éxito, estamos trabajando en América Latina, Europa, y Asía. Para lo cual, tenemos programas de emisiones comerciales propias, más las participaciones que efectuamos en las ferias internacionales. Específicamente con satisfacción puedo decir que estamos llegando a Uruguay, Chile, Colombia, Perú y últimamente nos habilitado en México y Canadá. También, el sueño del chico, como digo yo, es que algún día nos habiliten para EE.UU. Creo que estar habilitados para Canadá ha sido un gran paso y también tenemos productos nuestros que están ingresado a Japón, asimismo, hemos exportado a Alemania que son mercados altamente exigentes y lo hemos hecho con éxito. Pienso que estamos bien en este sentido, por lo menos tenemos un horizonte claro y, por lo tanto, nuestras inversiones están bien enfocadas.
AN – ¿Cuáles son los nuevos proyectos del Grupo Motta?
HM – Tenemos dos nuevos proyectos, en este momento estamos mirando detenidamente que nuestras inversiones vayan atentamente ordenando la mejora productiva continuamente, la actualización de la tecnología y el bienestar animal. Por lo tanto, estamos desarrollando un nuevo complejo productivo donde vamos a alojar animales de pedigree para producir huevos fértiles y luego serán transformados en pollitos BB para carne. No obstante, automáticamente cuando hagamos ese crecimiento necesitaremos una nueva planta de faena avícola que nos va a permitir realizar un crecimiento importante en estos dos o tres años. La planta de faena va a estar contigua a la planta ya existente en la localidad de Racedo, Paraná y el complejo para alojamiento para animales de pedigree está localizado en el Conscripto Bernardi un lugar de monte – poblado de árboles – que va a estar en un entorno de 600 hectáreas. Este complejo consiste en 54.000 metros cubierto de galpones y 600 metros de áreas de servicios.
AN – ¿A cuánto asciende la inversión?
HM – La inversión sumando el total del emprendimiento es de alrededor de US$35 millones. Para esto contamos con el acompañamiento del Banco de la Nación de Argentina y el Banco de Entre Ríos de la provincia de Entre Ríos.
AN – Usted siempre esté pensando en proyectos innovadores, ¿Qué hace que durante 60 años siempre esté creando nuevos emprendimientos?
HM – Todo argentino tiene deseos, pero el empresario tiene que ser más frío y realmente tener una lectura de momentos de la situación económica y social del país, en función de eso realizar inversiones con mayor o menor velocidad; siempre lo que uno está tomando es riesgo. El empresario el día que deja de ser inversiones se está bajando de su negocio o intentando disminuir o retirarse del mismo. Por lo tanto, si uno quiere mantenerse en este negocio, con una dinámica tan importante que tiene el negocio avícola tan integral, hay que estar pensando siempre en inversiones porque nos llama a veces el crecimiento, pero a veces también nos llama permanentemente la innovación tecnológica que es fundamental en los procesos que hacen a la actividad.
AN – Desde su punto de vista ¿Cómo observa la avicultura argentina en este momento?
HM – Indudablemente que la avicultura argentina, lo que llamamos la avicultura industrial con 60 años de desarrollo se ha venido fortaleciendo como toda actividad en expansión y crecimiento durante seis décadas ha pasado por un sinnúmero de crisis, adaptación e innovación. Bueno y en ese proceso la avicultura es una de las actividades que reclama hacer inversiones permanentemente, recurrir a innovaciones tecnológicas y porque no decir aprovechar de la genética, y también de la ciencia que hace al andar en sí en todo el campo abierto.
AN – ¿Qué destacaría del sector avícola de su país?
HM – En Argentina, podemos decir los que estamos en esta actividad con satisfacción que el mercado argentino está totalmente abastecido con una oferta muy importante. Evidentemente, el haber llegado a los 46 kg de oferta por habitante al año en carne de pollo y estar en 285 huevos que nos coloca en uno de los países con mayor oferta y consumo en el mercado interno.
AN – En cuanto a las exportaciones, ¿cómo el sector avícola ha incursionado en el mercado internacional?
HM – Vale mencionar, que hace prácticamente 25 años en forma tenue pero sostenida comenzamos a incursionar en el mercado internacional. A partir de este nuevo siglo, indudablemente Argentina ha tomado la decisión de parte del grupo de empresarios que conforman la actividad avícola de participar en el mercado mundial. Bueno, hemos tenido períodos de menor o mayor penetración, pero hoy Argentina tiene una presencia importante en el mundo y vemos que nuestro desarrollo a futuro está íntimamente vinculado con el camino de la exportación.
Al estar totalmente abastecido el mercado interno argentino de productos avícolas tenemos que seguir trabajando, pensamos en nuestras ventajas estratégicas y realmente nuestro desafío es abordar el mundo en forma permanente.
Porque digo esto, debido a que en el mercado interno argentino en lo que es carne aviar compite con 46 kg de oferta contra prácticamente 58kg o 60 kg de carne vacuna, y aproximadamente 10 a 12 kilos de carne porcina, es decir, que la oferta de esta última viene incrementándose en los últimos 10 años. Por lo cual, estamos convencidos que además de participar en el mercado interno tenemos que abarcar el mercado internacional.
AN – ¿Cómo observa el sector de postura argentino?
HM – En materia de huevos, al estar en 285 huevos per cápita anuales y el crecimiento que se piensa dar en los próximos 15 años en materia avícola se está pensado únicamente en el mundo y de cómo participar; para esto debemos lograr la mayor inversión y productividad posible. En la medida que alcancemos una buena productividad, indudablemente, vamos a ser competitivos a nivel internacional y no sólo vamos a poder incursionar en los mercados, sino que también sostenernos en los mismos.
AN – En cuanto a la exportación, ¿cuál es la estrategia que se han planteados los empresarios?
HM – Para la carne aviar, nosotros justamente pensamos en que todas estas inversiones que venimos desarrollando, los últimos años, están íntimamente relacionadas al camino de la exportación. En este sentido, Argentina tiene un objetivo en dos tramos en carne aviar de ponerse en las 500.000 toneladas en el corto y mediano plazo, y a largo plazo lograr exportar 1.000 toneladas; es la ambición que tenemos.
En materia de huevos, el crecimiento que se va a dar, hoy en Argentina tiene un plantel de ponedoras de 44 millones de gallinas, es decir prácticamente una gallina por habitante al año y el crecimiento que se está estimando para los 15 años es llegar a 60 millones de gallinas. Si tomamos la actualidad contra los 60 millones, esos 16 millones de gallinas que se van alojar en los próximos años van a estar destinados a la exportación vía industrialización; estamos pensamos en huevo en polvo y todas sus capacidades de transformación o huevo líquido para distancias más cortas.
AN – ¿Cómo se están preparando para enfrentar esos desafíos?
HM – Y las inversiones que estamos haciendo indudablemente tienen dos objetivos: una son inversiones de crecimiento, pero también son inversiones que están mirando la mejora productiva continua y la actualización que hay en materia de producción aviar adaptándolas al momento que el mundo está llamando, que es el momento del bienestar animal. Indudablemente, que estamos teniendo cuidado que nuestras inversiones también estén orientadas a eso para a los efectos de facilitar la entrada de nuestros productos a los mercados internacionales.
AN – ¿Qué piensas sobre la tendencia a que las gallinas estén libres de jaulas?
HM – Creo que es un tema importante. Nosotros vamos a responder con una lógica que es: en el mercado manda el cliente. Es decir, la demanda es la que impone qué tipo de producto quiere cuándo y cómo lo quiere, etc. En función de eso tenemos que adaptarnos al mercado.
La verdad, no soy profesional en el campo de la medicina aviar, pero creo que desde los años 1980 al 2000, el mundo y nuestro país hicimos un esfuerzo tremendo que se llamó reconversión avícola nacional y pasamos prácticamente todos nuestros planteles avícolas de piso a jaula y llegamos a tener una “avicultura moderna” a principios de este siglo. Hoy esta nueva demanda del bienestar animal está provocando una regresión de aquel avance que hicimos. Por lo tanto, creo que tenemos que avanzar con precaución y cuidado porque indudablemente el bienestar animal está ligado a la salud aviar; en la medida que tengamos salud aviar vamos a tener productividad aviar de la mejor.
AN – ¿Qué rol juega el gobierno en el desarrollo de la avicultura?
HM – Hay miradas de gobiernos, vamos a partir de la base que este es un país que tiene su economía basada en la parte agroindustrial. Ahí está la fortaleza estratégica de Argentina, dentro de esas cadenas están la de los granos que ha sido histórico en Argentina. Nosotros con la avicultura y la parte de porcinos lo que tratamos de realizar es una cadena perfecta. Lo cual significa, que ésta impida que el grano salga en estado natural y que esa transformación se haga en nuestro propio país. Bueno esas competencias tienen que ver a veces con decisiones políticas del gobierno, hay gobiernos que apuestan a que la exportación de carne de vacuno sea masiva e importante para ingresar divisas y hay otros momentos en que esa política se da vuelta y mira hacia el mercado interno para otorgar mayor consumo a la carne roja. Es ahí, donde la avicultura va jugando un rol de adaptación mirando el mercado interno y externo. Desde el punto de vista macro, un número a tener muy en claro es que Argentina está recuperando el mercado externo de carne roja que lo había perdido. En el mercado interno la carne de vacuno oferta entre 58kg y 60 kg, la avicultura tiene un nivel de oferta de 46 kilos por habitante año y en porcinos suministra entre 10 y 12 kilos. El año 2017, la avicultura terminó con 300.000 toneladas, por esto decía anteriormente que el objetivo es llegar a 500.000 toneladas en el mediano plazo para poder destinar 1.000 toneladas a largo plazo en exportaciones de carne de pollo.
AN – Con respecto a la competitividad, ¿cómo está situada la industria avícola argentina con respecto a sus competidores?
HM – Argentina tiene una economía con alta inflación. Este gobierno está tratando de corregir esta situación, sin embargo, no ha podido normar el “potro de la inflación”, en la medida que haya inflación nos afecta la competitividad. Mediante, podamos mejorar la competitividad indudablemente tendremos un mejor nivel de precios a nivel internacional y esto nos facilita ingresar al mercado exterior.
AN – ¿Cómo ve a argentina en unos dos o tres años más en el plano avícola?
HM – Creo que el gobierno está trabajando en un flagelo que padece Argentina prácticamente desde 60 años atrás, que es la inflación. La inflación sobreviene de que tenemos presupuestos donde las erogaciones son superiores a los recursos y en la medida que consigamos doblegar justamente esta alta inflación con la cual hemos convivido gran parte de nuestra vida, indudablemente tenderemos a ser más exitosos. Mientras tanto, trabajamos con grandes dificultades evidentemente porque se hace muy difícil planificar los costos a valores ciertos. Por tanto, se dice que Argentina es una economía bimonetaria ya que tiene su peso, pero también miramos el dólar. Bueno, ésta es una de las cosas que nos permite al realizar nuestras planificaciones e ir acotándolas en dólares para tener un marco de referencia de la cuantía de la inversión.
AN – A su juicio, ¿Qué mirada tiene de Argentina a nivel global?
HM – Como tramo de la vida del hombre, hay gobiernos que por su accionar que ofrecen más oportunidades por sobre otras, yo creo que Argentina tiene que tener una mirada que abarque más en las economías regionales. Debido a que este es un país agroindustrial donde las riquezas naturales parten justamente de la tierra y la capacidad de tras programación está en la fuerza, trabajo e inventiva del hombre y en la capacidad de llevarlo adelante. En la medida que tengamos una mirada en ese sentido, sabemos que Argentina es uno de los abastecedores normales que tiene que haber en el mundo. Los argentinos seremos importadores de muchas otras cosas, pero nuestro país es uno de los suplidores importantes que puede contar el mundo en materia de alimentos.