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La histomoniasis o también llamada enfermedad de la cabeza negra es una entidad compleja. Aunque afecta principalmente a los pavos con lesiones en el ciego y en el hígado, la histomoniasis también puede ocurrir en gallinas ponedoras y reproductoras de pollos de engorde (donde las lesiones a menudo se limitan solo al ciego).
La histomoniasis es causada por el protozoario flagelado, Histomonas meleagridis (H. meleagridis), que tiene una amplia gama de hospedadores, infectando a aves gallináceas, incluyendo a faisanes, perdices y codornices, además de los pollos y los pavos.
Con la prohibición de la mayoría de los medicamentos que han sido utilizados para combatir la enfermedad y los cambios en los manejos de cría de los animales, como la reutilización de la cama y/o el aumento de la densidad de población, la histomoniasis ha resurgido en muchas áreas, incluidas América del Norte y Europa. El enfoque para el control de la histomoniasis ahora está basado en la prevención y el uso de nuevos métodos de diagnóstico para comprender mejor cómo manejar y erradicar la enfermedad.
VECTORES & TRANSMISIÓN
Ingestión del gusano o nematodo cecal común adulto (Heterakis gallinarum) o sus huevos embrionados infectados con H. meleagridis.
Heterakis gallinarum es el único nematodo conocido por servir como hospedador intermediario (o portador biológico) para la histomoniasis. Después de una serie de divisiones, una forma muy pequeña y adaptada de forma única de H. meleagridis invade activamente el tracto reproductivo del nematodo cecal y posteriormente se desprende dentro del huevo del nematodo infectado.
Los huevos de nematodo cecal son extremadamente resistentes al ambiente y pueden permanecer infecciosos en la cama o el piso de tierra durante 2-3 años.
Transporte del huevo del nematodo cecal infectado por otros portadores mecánicos.
Estos incluyen lombrices de tierra (que pueden ingerir los huevos) o portadores mecánicos de la enfermedad como moscas o roedores que simplemente pueden transportar los pegajosos huevos en sus cuerpos. Las pruebas de PCR han demostrado que los escarabajos negros (Alphitobius diaperinus) pueden contener ADN de H. meleagridis, lo que proporciona evidencia de su papel como posible portador.
Las personas y los equipos (es decir, balanzas, jaulas de transporte, tabiques, redes, mesas de vacunación, etc.) también pueden actuar como portadores de enfermedades. El agua en exceso durante épocas muy húmedas puede actuar como un desencadenante de una mayor actividad de lombrices de tierra en áreas particulares.
Transmisión directa de H. meleagridis a través de la ingestión de heces liquidas por vía cloacal conocida como consumo cloacal.
Probado solo en pavos, la vía cloacal puede ser la razón por la cual la propagación de la enfermedad parece ser más rápida en pavos en comparación con los pollos.
Experimentalmente, la inoculación oral directa de H. meleagridis ha tenido poco éxito debido a la susceptibilidad de los parásitos a la acidez del buche y la molleja. Sin embargo, cuando H. meleagridis se administra en pavos por vía intracloacal o “consumo cloacal” la histomoniasis se manifiesta.
Fuera del hospedador (o del hospedador intermediario: Heterakis gallinarum), H. meleagridis tiene una baja persistencia y tiempo de supervivencia, aunque se ha demostrado que puede sobrevivir hasta 9 horas en agua o material fecal. También hay alguna evidencia de que se puede desarrollar una forma quística que permitiría que los protozoarios sobrevivan durante períodos prolongados en el medio ambiente, aunque esto aún no se ha comprobado.
DIAGNOSTICO & SIGNOS CLINICOS
Las aves que padecen de histomoniasis muestran plumas erizadas, alas caídas, apatía y excrementos de color azufre (amarillo), particularmente en pavos. Los signos clínicos en los pollos pueden ser menos claros que en los pavos, o incluso pasar desapercibidos, pero pueden provocar una alta mortalidad. Algunas veces los excrementos pueden contener sangre (contenido cecal sanguinolento). La uniformidad del peso corporal puede verse afectada durante el período de cría y puede producirse una caída en la producción de huevos.
Los signos clínicos normalmente se desarrollan entre 7 y 14 días después de la infección, aunque en las infecciones experimentales se puede observar la patología entre 5 y 19 días después de la infección. Las observaciones de campo sugieren que la coinfección con coccidias, principalmente E. tenella, puede aumentar los signos clínicos. Inicialmente, ocurrirá un engrosamiento de las paredes de los ciegos; en casos más avanzados, se desarrollan cáseos blanquecinos (acumulaciones de sangre coagulada y tejidos). Las lesiones hepáticas son muy variables, pero típicamente se manifiestan como áreas circulares deprimidas de hasta 1 cm / 0,4 pulgadas de diámetro.
Si se sospecha de histomoniasis, las aves deberán ser enviadas a un laboratorio de diagnóstico para un examen post-mortem y otras pruebas diferenciales.
Macroscópicamente
Es importante diferenciar entre infecciones con agentes como la salmonelosis y la coccidiosis, ya que las lesiones creadas por estas infecciones pueden confundirse fácilmente con las lesiones de histomoniasis (las tres entidades pueden cáseos en los ciegos). Sin embargo, las lesiones cecales junto con las lesiones hepáticas son típicas de la histomoniasis.
Microscópicamente
Los protozoarios se pueden encontrar fácilmente en los ciegos e hígados afectados. Esto debe confirmarse por histopatología (tomar muestras de tejidos para confirmar la presencia de las histomonas), al menos para el primer caso en un brote.
PCR
Los equipos de PCR para histomoniasis varían en sensibilidad y especificidad. Las parvadas diagnosticadas por necropsia e histopatología son casi siempre positivas, sin embargo, los resultados positivos por PCR también son encontrados sin signos clínicos, haciendo difícil su interpretación. Los resultados positivos de la prueba de PCR pueden ser una indicación del ADN del protozoario en lugar de histomonas viables o enfermedad clínica. Con frecuencia existe una correlación con brotes anteriores en la granja a pesar de que las parvadas actuales sean clínicamente normales.
Serología
La prueba de ELISA ha sido estudiada. Sin embargo, hasta el día de hoy no se ha probado que los resultados sean confiables, ya que son propensos a producir falsos positivos. Desafortunadamente, hasta la fecha no hay una sola prueba de detección disponible.
CONTROL & PREVENCIÓN
Debido a la falta de medicamentos disponibles para el tratamiento de la histomoniasis, la prevención es la clave para controlar esta enfermedad.
BIOSEGURIDAD
- La buena bioseguridad dentro y fuera de las casetas es primordial. La ropa y el calzado externos deben cambiarse por completo antes de ingresar a cada unidad. Se recomienda cambiar el calzado antes de ingresar a la caseta utilizando un sistema de barrera de bioseguridad (una barrera física antes de ingresar al área entre el cual se debe cambiar el calzado).
- El movimiento del equipo entre las granjas y entre las casetas debe considerarse cuidadosamente y evitarse en la medida de lo posible. Cualquier equipo que necesite ser movido debe limpiarse y desinfectarse a fondo. En áreas donde se comparte espacio otras gallináceas en el entorno de la granja, es probable que el riesgo sea mayor. Es importante también limpiar las cajas y jaulas de transporte de pollitas, ya que estas pueden contaminarse y ayudar a la transmisión de las histomonas durante el proceso.
- Cuando se diagnostica la histomoniasis en una caseta, una buena bioseguridad ayudará a evitar que la enfermedad se propague a las demás casetas de la granja. Aumentando la temperatura de la caseta para secar el material de cama, también puede reducir la supervivencia de las Histomonas en la cama.
ELIMINACIÓN DEL MATERIAL DE CAMA
Se recomienda la eliminación completa de la cama entre las parvadas, especialmente después de un brote, seguido de procedimientos apropiados de limpieza y desinfección. La cama de las casetas de pavos y/o lotes infectados representan un riesgo considerable para los lotes de aves no infectados ubicados en la zona.
PROTOCOLOS DE LIMPIEZA
Los protocolos de limpieza que incluyen limpieza profunda con barredoras industriales, el uso de yodo, cal y también la aplicación de sal granulada además de usar cama nueva, han demostrado ser esenciales y exitosos en condiciones de campo incluso para casetas con pisos de tierra. Sin embargo, se debe tener cuidado, ya que la sal tiene el potencial de oxidar el metal.
REDUCCIÓN DE PORTADORES DE ENFERMEDADES PRIMARIAS / HOSPEDADORES INTERMEDIARIOS (nematodos cecales)
Este es uno de los pasos más importantes en la estrategia para el control de la histomoniasis. Se recomienda un programa desparasitación preventiva durante la cría de reproductoras para reducir la exposición o minimizar la incidencia a nematodos cecales y/o huevos de estos y las histomonas que transportan. Cuando se administran productos contra las lombrices intestinales es importante seguir las dosis recomendadas por el fabricante y consultar con un veterinario avícola para obtener recetas, frecuencia y períodos de retiro.
CONTROL DE PLAGAS
El control consistente y efectivo de insectos y roedores debe ser una parte central de la estrategia de bioseguridad para la granja. Además de los nematodos cecales y las lombrices de tierra, otros organismos podrían servir como vectores mecánicos de enfermedades. Por lo tanto, las medidas de control también deben incluir acciones para reducir escarabajos negros, moscas y roedores.
LA COCCIDIOSIS
La coccidiosis causada por E. tenella se ha identificado como un factor agravante para la histomoniasis. Otras coccidias como E. necatrix, E. brunetti y E. maxima también podrían desempeñar un papel importante en la aparición de esta enfermedad.
SUPLEMENTACIÓN CON VITAMINAS
Especialmente con vitaminas liposolubles A, E, D3 y K es una buena práctica. La absorción de vitaminas liposolubles disminuye cuando se producen enfermedades intestinales, como la histomoniasis.
BUENA SALUD INTESTINAL
Existe un interés creciente en el desarrollo y uso de productos alternativos para la salud intestinal (o combinaciones de ellos) para mitigar los problemas relacionados con la histomoniasis. Sin embargo, el uso de estos productos (probióticos, prebióticos, aceites esenciales, extractos de plantas, extractos de levadura, enzimas, ácidos grasos volátiles, etc.) para reducir la gravedad de esta enfermedad ha tenido resultados variables en condiciones de campo.
CONTROL DE E. COLI.
Aunque la H. meleagridis es el agente causal, se ha demostrado que el parásito no puede causar enfermedad clínica en ausencia de bacterias. Cuando E. coli y H. meleagridis se administraron a pavos sin otras bacterias presentes, la enfermedad se manifestó. Se han utilizado varias estrategias de control para E. coli.
VACUNACIÓN
Se han desarrollado vacunas experimentales utilizando cepas atenuadas de H. meleagridis. Desafortunadamente, todavía no existe una vacuna disponible comercialmente debido a limitaciones de producción, administración y financieras.
CONCLUSIONES
La histomoniasis es una enfermedad compleja, y todavía hay mucho por aprender sobre el parásito que la causa. Su introducción en una parvada puede ocurrir de diferentes maneras y la transmisión entre aves puede ocurrir con o sin un portador biológico o mecánico.
Dado que en muchas de las áreas donde se producen aves para el consumo humano de manera comercial no hay medicamentos disponibles para tratar la enfermedad, se requiere un enfoque preventivo multifactorial que debe incluir:
- Mejorar la bioseguridad y realizar procedimientos de limpieza de rutina.
- Limpiar, desinfectar y cambiar la cama de la caseta a fondo después de un brote.
- Se debe considerar el uso de tratamientos específicos para el piso de la caseta.
- Reducción de la presencia de nematodos cecales (hospedador intermediario) así como otros posibles vectores mecánicos. Los programas de desparasitación programados regularmente deben seguir la supervisión y prescripción veterinaria.
- Controlar la coccidiosis, las infecciones por E. coli y mantener la salud intestinal con combinaciones de productos alternativos puede ayudar a disminuir la aparición de enfermedades clínicas.
- Realización de exámenes clínicos y post-mortem de rutina seguidos de confirmación de laboratorio y asistencia veterinaria.