Una nueva campaña ha irrumpido en los supermercados españoles con un mensaje directo y sin rodeos que apunta a las empresas que no han cumplido sus promesas para 2025. Esta semana ha comenzado a verse un cartel muy llamativo en la sección de huevos de varias cadenas conocidas: “No compres estos huevos. Adiós código 3”. Pero no se trata de una oferta ni de una estrategia de marketing, sino de una acción de presión social que busca despertar conciencias.
¿Qué significa ese número que aparece en los huevos?
Pese a que muchos consumidores lo desconocen, todos los huevos llevan impreso un número que indica el tipo de cría de la gallina que los puso. El código más polémico es el 3, que señala que la gallina ha vivido encerrada en una pequeña jaula, sin apenas espacio para moverse: su “hogar” equivale al tamaño de una hoja A4. En cambio, los otros códigos indican condiciones de vida más éticas:
- Código 0: gallinas ecológicas, criadas con acceso al exterior y alimentación orgánica.
- Código 1: gallinas camperas, con libertad para salir al aire libre, pero sin exigencias ecológicas.
- Código 2: gallinas criadas en el suelo de granjas, sin estar enjauladas.
¿Por qué está ocurriendo esto ahora?
Porque el año 2025 era el plazo que muchas cadenas de supermercados se habían marcado para dejar de vender huevos con código 3.
Una transformación en marcha, aunque incompleta
A pesar de que todavía hay mucho por hacer, los avances son notables. Según el Informe de Transición a Sistemas Libres de Jaulas 2024, el porcentaje de gallinas enjauladas en España ha caído del 93% en 2016 al 67% actual. Eso significa que más de 9 millones de gallinas han dejado de vivir encerradas.
Además, en 2023 se produjeron en España más de 390 millones de docenas de huevos provenientes de sistemas sin jaulas, el doble que en 2020. En particular, el uso del código 2 se ha duplicado en apenas cuatro años. Y lo más significativo: el 96% de los consumidores en España está a favor de mejorar el bienestar animal, según datos del Eurobarómetro 2023.
El cambio empieza en la cesta de la compra
El mensaje del Observatorio de Bienestar Animal (OBA) es claro: si los supermercados no cumplen sus compromisos, los consumidores pueden hacer presión. A través de su web, han habilitado un espacio para firmar peticiones dirigidas a las cadenas que aún comercializan huevos de gallinas enjauladas, exigiendo más transparencia y acciones concretas.
Esta campaña no solo busca denunciar, sino también educar. Entender el código en un huevo puede suponer un gran cambio en la vida de millones de animales.
¿Qué sigue ahora?
El Observatorio ya ha comenzado a monitorear qué supermercados están cumpliendo con su palabra y cuáles no. Mientras tanto, siguen en conversaciones con las grandes cadenas para que retiren de sus estantes los huevos procedentes de gallinas enjauladas. En este caso, no hace falta esperar a leyes europeas: el poder de cambiar esta situación está en manos de los consumidores.