La bioseguridad se refiere a los procedimientos utilizados para prevenir la introducción y propagación de organismos causantes de enfermedades en lotes avícolas. Debido a la concentración en tamaño y ubicación de las parvadas de aves en las operaciones de producción comercial actuales y los riesgos de enfermedades inherentes asociados con este tipo de producción, es preponderante que los productores de aves apliquen medidas de bioseguridad diariamente.
Desarrollar y practicar procedimientos de bioseguridad diarios como mejores prácticas de manejo en granjas avícolas reducirá la posibilidad de introducir enfermedades infecciosas como la influenza aviar y Newcastle, así como muchas otras.
Los criadores de aves de corral por contrato deben estar familiarizados con los detalles de los protocolos de bioseguridad de su empresa y trabajar en estrecha colaboración con los representantes de la compañía para implementar esos programas.
Antes de implementar programas de bioseguridad, los criadores o productores por contrato deben asegurase y verificar con el personal de la compañía avícola que las medidas tomadas sean consistentes y compatibles con las políticas de su compañía.
¿Cómo se propagan los microorganismos?
El método principal de propagación de microorganismos causantes de enfermedades entre parvadas de aves de corral es el uso de equipo contaminado o la exposición a ropa y calzado contaminados de humanos. Los animales infectados, como las aves silvestres y los roedores, también pueden ser una fuente de enfermedad para las aves de corral.
Los virus y bacterias que causan enfermedades se pueden transportar de una parvada a otra en equipos de transporte de aves, camiones, tractores y otros equipos agrícolas, así como en cajas y bandejas para huevos.
Los seres humanos y los animales también son medios importantes de transportar organismos que causan enfermedades. Se han encontrado microbios que causan enfermedades en la ropa, los zapatos, la piel y el cabello de humanos. Como resultado, muchas plantas de incubación e instalaciones de crianza utilizan protocolos de ducha dentro y fuera como parte de sus programas de bioseguridad.
También se sabe que animales como perros, gatos, ratones, ratas y aves que vuelan libremente son portadores de organismos patógenos. También es conocido que insectos como moscas, escarabajos y mosquitos son portadores de microbios patógenos. Otra forma de transmisión, pero menos riesgosa, es a través del aire.
Los siguientes pasos son un resumen de las medidas estándar que los productores de aves de corral pueden usar en sus granjas para aumentar la bioseguridad de sus parvadas:
Mantenga los visitantes al mínimo
El transporte humano de microorganismos es una de las amenazas más graves para la bioseguridad. La restricción del tráfico humano innecesario es un componente importante de un programa sólido. Los productores deben restringir los visitantes y asegurarse de que cualquier visitante de su granja tenga una buena razón para estar allí. Los productores deben proporcionar cubiertas protectoras, como botas, overoles y protectores en la cabeza(cascos), a los visitantes que trabajen o hayan tenido contacto reciente con aves de corral.
Esto incluiría amigos, vecinos, parientes, equipo y personal de servicios públicos. Los visitantes nunca deben ingresar a los galpones avícolas a menos que sean aprobados por el productor o el personal de la empresa. El tráfico a través de los galpones siempre debe fluir de aves más jóvenes a más viejas. Una medida útil es mantener registros de los visitantes que han estado en la granja. Si surge un problema, saber quién estuvo allí ayudará a limitar las infecciones adicionales en la parvada.
Los productores pueden colocar letreros en el ingreso de la granja que indiquen que la entrada a ésta y las instalaciones está restringida. Asimismo, los productores de aves de corral trabajan para educar a los miembros de la comunidad local sobre los riesgos para sus lotes y la necesidad de restringir el tráfico en sus granjas. Esto se puede hacer asistiendo a reuniones de la comunidad local o eventos sociales y hablando con grupos e individuos sobre este tema.
Limite las visitas a otras granjas avícolas
Los criadores de aves deben abstenerse de visitar otras operaciones avícolas a menos que sea absolutamente necesario. Siempre que sea necesario visitar otra granja, los productores deben asegurarse de tomar precauciones adicionales, como ducharse y cambiarse de ropa antes de llegar y lavar cualquier vehículo antes de ingresar a una granja. Será muy importante que los productores usen ropa protectora, incluidas botas, overoles y (protectores en la cabeza) cascos, y que limpien y desinfecten toda la ropa y el equipo antes de regresar a sus instalaciones. También será necesario ducharse y ponerse ropa limpia.
Mantenga a todos los animales fuera de los galpones avícolas
Los animales pueden ser portadores de organismos causantes de enfermedades a las aves de corral. Los productores no deben permitir mascotas como perros, gatos u otros animales en sus galpones. Algunos avicultores permiten que sus perros caminen por los galpones con ellos, pero esto es riesgoso porque los perros pueden haber estado expuestos a otros animales o aves que han sido contaminados con organismos patógenos. Los galpones avícolas deben mantenerse lo más cerrados posible para evitar que entren aves silvestres. Dado que las aves silvestres que utilizan los comederos y defecan en los galpones pueden ser una fuente de enfermedades.
Practique programas sólidos de control de plagas y roedores
Las ratas, los ratones y los insectos como las moscas y los escarabajos oscuros pueden transportar y propagar microorganismos. Los productores deben consultar con su compañía avícola y practicar programas efectivos de control de insectos y roedores. Eliminar o reducir la mayor cantidad posible de estas plagas reducirá el riesgo de contraer o propagar una enfermedad.
Evite el contacto con aves de corral o aves silvestres no comerciales
Los productores deben evitar todo contacto con fuentes no comerciales de aves de corral, incluidas las parvadas de traspatio, los colombófilos, las ferias, los espectáculos avícolas y los mercados. Estos tipos de aves de corral rara vez están completamente vacunados contra las principales enfermedades de las aves de corral y, a menudo, están expuestos a muchos tipos y lotes de aves. Las aves no comerciales representan contactos de riesgo extremadamente alto.
No se debe permitir a los empleados tener sus propias aves de corral y los vecinos con parvadas de traspatio deben ser informados sobre la importancia de llevar aves enfermas o no saludables a un laboratorio de diagnóstico lo antes posible.
Los avicultores también deben evitar las aves silvestres como patos, gansos y pavos. Los productores con estanques agrícolas deben estar particularmente preocupados por la posibilidad de transportar excrementos de aves silvestres alrededor de los estanques a sus galpones avícolas.
Es bien sabido que las aves silvestres son portadoras del virus de la influenza aviar, así como de otras enfermedades de las aves de corral. Los cazadores deben asegurarse de tomar las mismas precauciones de bioseguridad que si estuvieran visitando otra granja avícola (es decir, ducharse, cambiarse de ropa, desinfectar vehículos, etc.).
Inspeccionar los lotes diariamente
Su contrato exige a los productores o criadores que inspeccionen sus parvadas todos los días. La mortalidad debe recogerse a diario y eliminarse de forma oportuna y aprobada. La mortalidad acumulada y permitiendo que los cadáveres se descompongan antes de su eliminación aumenta el riesgo de propagación de enfermedades a través de roedores e insectos.
Los productores deben informar inmediatamente a su representante de servicio sobre los aumentos en la mortalidad o los signos de problemas de salud. Esto es requerido por contrato y asegurará una detección y respuesta rápidas en caso de que haya una enfermedad.
Los productores deben consultar con su compañía avícola antes de usar cualquier vacuna, medicamento o tratamiento farmacológico para un problema de salud en la parvada. La notificación oportuna de problemas de salud en una granja no solo ayudará a restringir infecciones adicionales, sino que minimizará las pérdidas tanto para el productor como para la empresa.
Maximizar el medio ambiente
Mantener la cama en condiciones relativamente secas (es decir, 20% – 30%) y proporcionar una buena ventilación ayudará a controlar el número de microorganismos. Las condiciones húmedas, combinadas con temperaturas internas cálidas, proporcionan un buen ambiente de crecimiento para la mayoría de los organismos que causan enfermedades.
Una buena ventilación también ayuda a reducir los microorganismos, ya que el aire fresco que entra y sale de la instalación avícola diluye las poblaciones de microbios y los elimina del galpón. La mala ventilación puede resultar en irritación del tracto respiratorio de las aves haciéndolas más susceptibles a infecciones bacterianas y virales.
Mantenga limpias las áreas alrededor de los galpones y los comederos
Mantener el césped y las malas hierbas cortadas alrededor de los galpones avícolas y retirar el equipo usado o la basura es beneficioso para mantener bajo control las poblaciones de roedores e insectos. La hierba espesa o las malas hierbas y el equipo viejo proporcionan refugio y hábitat para ratas, ratones e insectos que pueden propagar enfermedades. El alimento derramado se debe limpiar con regularidad y no debe permitirse que se acumule durante largos períodos de tiempo. El alimento derramado alrededor de los comederos atraerá pájaros, ratas, ratones e insectos.
Reconociendo los síntomas de la enfermedad
Es importante que los avicultores estén al tanto de los signos de enfermedad en sus parvadas. La detección temprana de enfermedades contagiosas puede reducir en gran medida el impacto y la propagación de esa enfermedad a otros lotes. Los signos clínicos asociados con la posibilidad de una enfermedad en una parvada de aves de corral son:
- Falta de energía y apetito
- Disminución de la producción de huevos.
- Huevos de cáscara blanda o huevos deformados
- Hinchazón de la cabeza, ojos, cresta, barbillas y corvejones.
- Decoloración púrpura de las barbas, crestas y patas.
- Secreción nasal
- Tos, sibilancias y estornudos.
- Falta de coordinación en movilidad
- Diarrea
- Mortalidad repentina o excesiva sin signos clínicos
Si se observan algunos de estos síntomas detallados anteriormente, los criadores a contrata deben notificar inmediatamente a un representante de su compañía avícola. Mientras que los productores independientes deben contactar a un veterinario avícola asociado a alguna organización estatal dependiendo de su país y región.
Resumen
La protección de las aves de corral de la contaminación por microorganismos es un componente extremadamente importante del entorno de producción avícola comercial. La introducción de un organismo patógeno altamente patógeno y contagioso en los lotes avícolas podría tener graves consecuencias económicas para los productores. La eficacia de un programa de bioseguridad se puede optimizar mediante la participación regional. Si bien cualquier nivel de bioseguridad es útil, si todos los productores de aves de corral en un área determinada utilizan los mejores programas de manejo, el programa en su conjunto será más efectivo.
Practicar procedimientos sólidos de bioseguridad todos los días como parte de un mejor programa de manejo ayudará a reducir la posibilidad de contraer una enfermedad y reducirá la propagación de la enfermedad en caso de que ocurra un brote.