La coccidiosis aviar, enfermedad causada por parásitos intestinales del género Eimeria (en pollos principalmente E. acervulina, E. maxima y E. tenella), es reconocida como una de las enfermedades más costosas para la industria avícola a nivel mundial (más de 3 millones de dólares anuales – Lillehoj, 2006).
Se trata de una enfermedad que cursa de modo clínico y subclínico, afectando a la integridad intestinal y, por ende, generando inflamación y pérdidas en los parámetros productivos por falta de una correcta absorción de los nutrientes y los costes metabólicos asociados a la infección y a la respuesta inmune del ave.
PLANTEAMIENTOS ESTRATÉGICOS CLAVE PARA UN CONTROL DE COCCIDIOSIS
Las herramientas para el control son limitadas (coccidiostáticos químicos, ionóforos y vacunas) y de ahí la importancia capital de:
- Una buena estrategia rotacional planificando el uso de los diferentes productos considerando sus tiempos de actuación eficaces.
- Los mecanismos de acción y los períodos de descanso que se precisan para maximizar su efectividad y la resensibilización de las Eimerias.
De esta manera, evitaremos la aparición de resistencias que favorezcan brotes agudos o efectos subclínicos, siendo estos últimos los de mayor repercusión económica en la integración.
La utilización estratégica de estas herramientas con mecanismos de actuación diferentes sobre los ooquistes, es una parte muy importante del éxito en los resultados y es la base para la confección de un programa de control de coccidiosis.
Esta estrategia rotacional debe basarse en criterios estrictamente científicos, aprovechando las ventajas de los distintos productos según cada momento y valorando las condiciones individuales de cada integradora.
ANTICOCCIDIÓSICOS VÍA PIENSO ASEGURAR LA ROTACIÓN DE LOS PRODUCTOS CON MECANISMOS DE ACCIÓN DIFERENTES
Hace muchas décadas que los coccidiostatos vienen siendo la principal herramienta para el control efectivo de la coccidiosis en la avicultura industrial.
Se clasifican en dos grupos:
- Sintéticos (comúnmente llamados Químicos).
- Ionóforos (obtenidos a partir de la fermentación fúngica).
Debemos considerar los distintos mecanismos de acción de las diversas moléculas y la evidencia científica que los soporta a la hora de establecer un uso rotacional, para así asegurar su máxima eficacia en cada situación.
No utilizar el mismo anticoccidiósico de manera continuada durante mucho tiempo
- Ionóforos: máximo 6 meses
- Sintéticos: en full máximo 3 meses y en shuttle máximo 4,5 meses
Permitir a las moléculas el descanso suficiente
- Ionóforos: mínimo 6 meses (dentro de la misma clase de ionóforo)
- Sintéticos: mínimo 9 meses
Mecanismos de acción de los distintos aticoccidiales
Ionóforos
Sintéticos o químicos:
El uso continuado de moléculas anticoccidiales puede llevar a la aparición de resistencias (reducción de la sensibilidad del parásito a un fármaco específico). Podríamos catalogar a las resistencias en tres tipos (WHO scientific Group, 1965):
- Adquirida, por reducción heredable de sensibilidad de ciertas cepas a moléculas tras su uso continuado.
- Cruzada, por intercambio de resistencia entre moléculas con idéntico modo de acción.
- Múltiple, por resistencia a más de una droga a pesar de tener diferentes modos de acción.
ANTICOCCIDIÓSICOS IONÓFOROS
Estudios realizados a finales de la década de los 70 (Weppelman y col., 1977), mostraron una correlación positiva en resistencias y sensibilidad entre ionóforos del mismo grupo monovalente (monensina, salinomicina y narasina) y correlación negativa entre el único ionóforo divalente (Lasalocid) con respecto a los ionóforos monovalentes.
- Estas correlaciones se explican según las actividades bioquímicas que utilizan.
Los ionóforos forman complejos liposolubles con cationes (K+, Na+, Ca++ y Mg++ son los más importantes biológicamente) que les capacita para transportarlos a través de la membrana celular del parásito, pero difieren en la selección de dichos iones.
Este mecanismo de transporte de cationes a través de la membrana rompe el equilibrio iónico celular de las Eimerias, obligando a un consumo excesivo de energía que limita su reproducción.
Además, provoca un aumento de la cantidad de líquido en el interior de la célula hasta llegar a la “explosión” de su estructura celular y la muerte del parásito.
Los ionóforos monovalentes (Narasina, Salinomicina y Monensina) actúan sobre los mismos iones monovalentes como Na+ y K+ (Burg, 1976 y Mitani y col.,1975).
Por otro lado, los ionóforos divalentes (Lasalocid), como modo diferencial, son capaces de transportar iones divalentes como Mg++ y Ca++ adicionalmente a los iones monovalentes (Pressman, 1968 y 1973).
Esta actividad adicional podría ser la responsable de la habilidad frente a cepas de coccidia no controlables por los monovalentes al tener una sensibilidad reducida (Weppelman y col., 1977).
Este mecanismo diferencial del Lasalocid podría explicar la mínima incidencia que tiene en el consumo de agua a diferencia de los monovalentes; que como en ocasiones se reporta (Radu y col., 1986; Wheelhouse y col., 1985b; B. L. DAMRON, 1994), sí generan descensos en dicho consumo.
Este punto adquiere una importancia relevante en épocas de calor ya que, si los animales ingieren menos agua, repercute también en menor consumo de pienso y, por tanto, en los resultados productivos.
Por tanto, la utilización de ionóforos divalentes en periodos de más calor podría ayudarnos a mantener mejores consumos, pesos y conversiones.
Un error típico es creer que se está realizando una rotación entre ionóforos de una misma clase en lugar de realizarla con ionóforos de distinta clase.
ANTICOCCIDIÓSICOS QUÍMICOS
Son altamente efectivos y excelentes herramientas para programas de limpieza o previo a la aplicación de las vacunas, pues facilitan la implantación con la mínima competencia de cepas de campo patógenas y agresivas.
- Es clave escoger estos productos asegurando que sean altamente eficaces tras periodos de descanso suficientes y aplicándolos durante los periodos concretos recomendados, ya que las Eimerias desarrollan resistencias frente a estos con una mayor rapidez.
VACUNAS
Se han establecido como una herramienta de rotación más junto a los coccidiostáticos.
- Las vacunas autorizadas en Europa son atenuadas a diferencia de EEUU.
- Deben ser aplicadas con rigurosidad y con las condiciones adecuadas en las granjas para asegurar que cumplan los ciclos necesarios.
- De esta forma, se generará una adecuada respuesta inmune y alcanzará todo su potencial.
Es importante la buena aplicación, condiciones de humedad y control para evitar problemas en la replicación con la consiguiente falta de inmunización.
Así como preparar la entrada a rotación con vacuna, con la menor población de ooquistes patógenos para facilitar la dispersión rápida de la vacuna.
Para ello, una limpieza previa con un químico altamente eficaz es una práctica habitual y recomendable.
ESTRATEGIAS ROTACIONALES
Estudiar la situación, valorar los resultados y planificar adecuadamente es CLAVE para mantener una estabilidad en el control de esta costosa enfermedad a largo plazo.
Diseñar las rotaciones alternando productos con mecanismos de acción diferentes nos llevará a evitar resistencias cruzadas, permitiendo:
- Expresar su máximo potencial genético en consecuencia de una excelente salud intestinal.
- Mejorar el nivel de bienestar animal.
- Maximizar los resultados económicos.
CONCLUSIONES
- Las herramientas son limitadas y deben ser utilizadas estratégicamente en base a la evidencia científica.
- La coccidiosis es una enfermedad de alto coste, tanto en su forma clínica como subclínica.
- Cada periodo de rotación es clave para el resultado óptimo y sostenible a largo plazo.
- La rotación con ionóforos debe realizarse alternando los monovalentes y divalentes para evitar la aparición de resistencias.
- Usar un anticoccidiósico químico por lo menos una vez al año para realizar una reducción drástica de coccidios en campo o previo a la vacunación para ayudar a su correcta implantación.
- Idealmente, planificar estrategias y opciones de uso de productos a largo plazo (mínimo 2 años vista) para obtener resultados exitosos y maximizar el potencial genético del ave.