¡Las aves son dinosaurios! ¡Lo más probable es que los dinosaurios también sufrieran problemas de coccidios!
Tener en cuenta la evolución del sistema inmunitario y su complejidad es importante para establecer las reglas y estrategias de defensa en la avicultura moderna.
- Hoy tenemos desafíos de producción muy difíciles, donde el sistema inmunitario juega un papel fundamental.
- Por eso invertimos mucho dinero en un sólido programa de vacunación, especialmente en reproductoras y ponedoras.
- Los sistemas alternativos, la producción sin antibióticos, los animales en producción con ciclos cada vez más largos, representan nuevos paradigmas.
INMUNIDAD Y EVOLUCIÓN
Hace unos 300 millones de años los mamíferos y las aves se separaron en el proceso evolutivo. Desde la domesticación de las aves las hemos ido transformando y hoy, un pollo convencional, sentado y comiendo, tiene un metabolismo 7 veces superior al de un atleta corriendo 100 metros en los juegos olímpicos.
- La capacidad de los híbridos comerciales actuales es realmente extraordinaria y esta exigencia conlleva también un esfuerzo complementario sobre el sistema inmunitario de las aves.
EL PAPEL DE LA BOLSA DE FABRICIO
Existen muchas diferencias entre los sistemas inmunitarios de aves y mamíferos. Probablemente la más significativa sea la presencia de la bolsa de Fabricio en las aves.
- Este peculiar órgano es un lugar donde los linfocitos B, células que producen anticuerpos, son seleccionados y diferenciados para “atacar” objetivos específicos.
La mayoría de las vacunas utilizadas en la avicultura tienen como objetivo estimular esta inmunidad adaptativa.
LA INMUNIDAD ES MUCHO MÁS HOLÍSTICA
Pero la inmunidad es mucho más holística. Contamos con barreras físicas, donde el intestino juega un papel fundamental con la producción de moco y la integridad celular de sus enterocitos.
La segunda línea de defensa, con la convocatoria de diferentes tipos de células de defensa como son los monocitos, heterófilos, macrófagos, etc.
- En la inmunidad adaptativa, además de la inmunidad humoral, promovida por los linfocitos B, también tenemos la inmunidad celular, donde los linfocitos T entran en acción para identificar y destruir las células infectadas. Este tipo de inmunidad es particularmente importante en los virus respiratorios y en la protección de las áreas objetivo de replicación viral.
MANEJO Y PROGRAMAS DE VACUNACIÓN
En la avicultura actual, las “armas” más importantes que tenemos para proteger el sistema inmunitario son el manejo y el programa de vacunación. A estos dos fundamentos importantes se unen los inmunomoduladores, cuyo uso actualmente es cada vez más común.
MODUS OPERANDI EN PONEDORAS Y REPRODUCTORAS
Veamos el siguiente escenario, que muchas veces es nuestro “modus operandi” en ponedoras y reproductoras:
- Granjas grandes, vacunadas prácticamente todas las semanas y muchas semanas con vacunas diferentes.
- El objetivo es promover el contacto con agentes vacunales vivos y comenzar a desarrollar un sistema inmunitario capaz.
1. Cerca o durante el traslado
Cerca, o durante el traslado, aplicamos vacunas inactivadas para que el sistema inmunitario dé un “impulso” de anticuerpos a determinados agentes, ya sea para que las aves en producción estén mejor protegidas, o para que los anticuerpos maternos lleguen en mayor cantidad a su descendencia.
2. Desde la recría hasta la granja de puesta
Ahora avanzamos desde la crianza hasta las granjas de puesta. En ocasiones, las reproductoras presentan distintos estados inmunitarios, son colocadas en sistemas de producción variados, donde tienen que adaptarse y, en el caso de las reproductoras, también “acostumbrarse” a la presencia de machos. ¡Es un momento estresante, sin duda!
Ahora queremos que este grupo de animales empiece a poner huevos en el momento adecuado, a ser posible de manera sincronizada.
- La salud intestinal es especialmente crítica en esta etapa y el objetivo es que las aves consuman una cantidad similar de alimento.
3. Inicio de la puesta y pico de producción
Ahora inicia la puesta y posteriormente se alcanza el pico de producción y éste debe mantenerse el mayor tiempo posible. Todo ello, en gran medida respaldado por el sistema inmunitario, que debe ser uniformemente robusto y eficiente.
- Vemos que el tiempo avanza y queremos prolongar el ciclo productivo lo máximo posible. 80 semanas, 90 semanas, 100 semanas… ¿aún pueden dar más? 110 semanas? 120 semanas?
Los anticuerpos disminuyen ya que las aves no son vacunadas durante la puesta y caen a medida que las aves envejecen.
¿Qué podemos hacer para mantener un buen estado inmunitario?
¿Cómo podemos seguir afrontando el reto de la Salmonella, excretando menos Mycoplasma? ¿Cómo resistir los constantes desafíos respiratorios y mantener una buena producción, si es posible con menos huevos de segunda? |
INMUNIDAD PASIVA, INMUNIDAD ACTIVA Y LA BRECHA INMUNITARIA
Inmunidad pasiva
La primera línea de defensa, especialmente en las aves jóvenes, es la respuesta innata y la cantidad de anticuerpos maternos que se transmiten de las reproductoras a las crías a través del saco vitelino. A esto le llamamos inmunidad pasiva.
Con el tiempo, en aves con metabolismo acelerado, la disminución de los anticuerpos maternos es bastante rápida. Horas e incluso algunos días en algunas situaciones.
Inmunidad activa y brecha inmunitaria
La inmunidad activa, generada por el propio animal, ligada tanto a la respuesta innata como a la adquirida, tarda en desarrollarse y puede dejarnos en un periodo crítico, donde las aves correrán mayor riesgo, serán más vulnerables a agentes infecciosos y problemas intestinales. Es lo que llamamos la brecha inmunitaria.
EL PAPEL DEL SISTEMA DIGESTIVO EN LA INMUNIDAD
Uno de los sitios inmunitarios más importantes del cuerpo de un ave es su sistema digestivo. Por ello, es importante desarrollar un intestino sano, con alta integridad intestinal para que puedan expresar su potencial genético y alcanzar el rendimiento deseado.
El uso cada vez más frecuente de estrategias nutricionales destinadas a la inmunomodulación y mantenimiento de la función de barrera del intestino permite
- reforzar la respuesta innata,
- desarrollar la respuesta adaptativa y al mismo tiempo
- promover la integridad de las células epiteliales intestinales,
reforzando los complejos proteicos que mantienen los enterocitos unidos, y aumentando la calidad de moco, impidiendo la colonización de patógenos.
Los inmunomoduladores participan en diversos mecanismos de defensa, incluyendo el reclutamiento de una multitud de células y la activación de sus mecanismos de defensa aumentando el poder neutralizante de macrófagos y heterófilos frente a diversos agentes infecciosos.
Además, los inmunomoduladores favorecen la diferenciación y proliferación de poblaciones de linfocitos (B y T) regulando también las propiedades antiinflamatorias del propio intestino.
Por lo tanto, el uso de inmunomoduladores es una estrategia nutricional interesante ya que resulta en una mayor resiliencia en las aves.
Los crecientes desafíos de la avicultura, la sostenibilidad y el bienestar, hacen que soluciones integradas de programas de vacunación robustos, un excelente manejo y soluciones capaces de proteger la barrera intestinal y promover una mayor inmunidad sean fundamentales para mantener el estado de salud ideal y obtener los rendimientos deseados. |