La coccidiosis aviar, enfermedad causada por parásitos intestinales del género Eimeria, es reconocida como una de las enfermedades más costosas para la industria avícola a nivel mundial. A raíz de la publicación de Williams realizada en 1995, que estimaba el impacto de la coccidiosis sobre el coste de producción de aves en el Reino Unido, se han realizado diversas extrapolaciones de este impacto ajustándolas a los costes de producción actualizados y los cambios en la moneda.
Sin embargo, esto se hacía sin tener en cuenta los avances logrados en cuanto al incremento en la Ganancia Media Diaria, disminución de los índices de conversión y acortamiento de la edad de sacrificio, así como en los métodos de producción que han mejorado la sanidad, el bienestar y la productividad.
Adicionalmente, los métodos de prevención se han ampliado tras la incorporación de las vacunas como una herramienta en la estrategia de control junto a los anticoccidiósicos vía pienso.
En una publicación más reciente (Blake, 2020) con los datos más actualizados de varios países y utilizando el modelo de Williams, se indica que el coste actual de la coccidiosis ronda los 0,19€ por ave producida.
HERRAMIENTAS UTILIZADAS EN LA ACTUALIDAD PARA EL CONTROL PROFILÁCTICO DE LA COCCIDIOSIS
Manejo de la coccidiosis vía pienso
A partir de 1950 se comenzó a generalizar el uso de productos anticoccidiósicos incluídos en el pienso como tratamiento profiláctico, ya que la enfermedad podía ser controlada por la inclusión a bajas concentraciones de sulfaquinoxalina en forma continua (Grumbles, 1948).
- Fue éste un punto de inflexión en la producción intensiva de pollos y pavos, que nos ha permitido la utilización actual (Chapman, 2013).
Inicialmente sólo estaban disponibles productos de síntesis química (también conocidos como “Químicos”), pero a partir de la década de 1970 con la incorporación de un nuevo grupo de productos de fermentación (conocidos como Ionóforos), se amplió la batería de productos vía pienso.
Las moléculas anticoccidiósicas las podemos clasificar según:
- Mecanismo de acción
- Coccidiostáticos: son aquellos que inhiben o detienen el desarrollo de los parásitos, pero permiten el “escape” de ooquistes sensibles.
- Coccidicidas: son aquellos que dañan o destruyen irreversiblemente a los parásitos.
- Origen
- Síntesis química
- Fermentación (Ionóforos)
Síntesis química
Los sintéticos son producidos por medio de síntesis química y sus mecanismos de acción son distintos entre todos ellos, por lo que no se producen resistencias cruzadas como en el caso de los ionóforos.
Por su mecanismo de acción se comportan como coccidicidas, no permitiendo prácticamente la replicación de las Eimerias.
Por ello, su uso debe limitarse a intervenciones estratégicas durante un tiempo corto (ver más adelante en Mensajes Clave en el uso de los anticoccidiósicos).
Sin embargo, por su elevada efectividad, es altamente recomendable su uso estratégico cada cierto tiempo para realizar una limpieza o disminución de la carga de coccidias en las explotaciones, o bien antes del inicio de una rotación con vacunas para ayudar en el establecimiento de las cepas precoces y sensibles.
Esto por un lado limita la generación de una buena respuesta inmune frente a las coccidias, y por otro que su uso prolongado conduce a una rápida selección de cepas con sensibilidad reducida o resistentes.
Fermentación (Ionóforos)
Los ionóforos son productos de la fermentación de bacterias como Streptomyces spp. o Actinomadura spp. Se podrían considerar como moléculas antibióticas (tal y como sucede en EEUU);
sin embargo, una distinción importante es que los ionóforos no están relacionados ni con las moléculas antibióticas utilizadas en el pasado para incrementar la ganancia de peso y la eficiencia alimenticia, ni con los antibióticos usados en la medicina humana.
Por lo tanto, no contribuyen a la aparición de resistencias antimicrobianas.
Su mecanismo de acción radica en facilitar el transporte de ciertos cationes (como los monovalentes Na+, K+ y divalente Ca++) a través de la membrana celular del parásito, causando un gradiente iónico y una modificación del contenido, provocando daño osmótico y la muerte del parásito.
Esto se produce en los estadios extracelulares del parásito (esporozoitos y/o merozoitos).
Los ionóforos se comportan como coccidiostáticos, permitiendo un cierto grado de replicación de las Eimerias, facilitando la generación de una respuesta inmune.
A diferencia de los sintéticos, los ionóforos al permitir esos escapes de Eimerias (que a primera vista pudiera considerarse como una característica negativa), permiten que la selección de resistencias o de cepas con sensibilidad reducida se haga lentamente, permitiendo su utilización durante períodos de tiempo más largos que los sintéticos.
Clasificación de los ionóforos:
- Monovalentes: monensina, narasina y salinomicina
- Monovalentes glicósidos: maduramicina y semduramicina
- Divalentes: lasalocid
Los ionóforos de diferentes clases presentan una selectividad diferente por los cationes. Los monovalentes tienen una mayor selectividad para los iones Na+ y K+ , mientras que los divalentes para Ca++ y Mg++ .
Estas diferencias son las que hacen que las resistencias cruzadas entre moléculas de distintas clases sean limitadas, lo que permite alternarlos con el fin de darles el descanso recomendado (siempre y cuando se haga entre distintas clases, y no cambiando de un ionóforo monovalente a otro).
Combinaciones de molécula
Existen dos productos registrados en la UE que contienen mezclas de un ionóforo y un sintético: uno que combina nicarbacina/ narasina y otro nicarbacina/monensina.
Modalidades de uso de moléculas vía pienso
Dependiendo de diversos factores (época del año, rotaciones usadas recientemente, ubicación geográfica, tipo de ave producida, edad de sacrificio, etc.) se aplican como:
Programas completos o Full donde se utiliza un solo producto durante toda la cría de las aves.
Programas duales o Shuttle que consisten en la utilización de dos o más productos durante la cría de las aves
Vacunación frente a Eimeria
En la Unión Europea las vacunas autorizadas son las llamadas atenuadas que utilizan ooquistes derivados de líneas atenuadas de Eimerias, las cuales han sido seleccionadas por tener un ciclo de vida endógeno más corto en el hospedador, debido a una reducción en el número de los estadios de esquizogonia (ver Imagen 1).
Así se reduce el daño intestinal causado manteniendo un nivel adecuado de inmunogenicidad.
En general se considera que las cepas precoces de las vacunas atenuadas mantienen la inmunogenicidad, aunque se ha observado cierta pérdida de inmunogenicidad si la selección por precocidad ha sido muy intensa (Shirley, 1997; Soutter, 2020).
En un programa de control de coccidias a largo plazo donde se combinen la profilaxis a través de anticoccidiósicos en el pienso y las vacunas, se aprovecha la característica de que las vacunas de coccidia han sido elaboradas con cepas que no han sido expuestas a productos anticoccidiósicos, por lo que su uso permite la restauración de poblaciones sensibles a los mismos a nivel de la explotación.
- Se cree que los ooquistes frescos derivados de las vacunas son más infectivos que los coccidios residentes más viejos; este hecho daría una ventaja selectiva a poblaciones vacunales y permitiría la restauración de la sensibilidad de diversos productos después del uso de una vacuna atenuada (Peek, 2006).
La aplicación de vacunas requiere pautas y condiciones adecuadas para asegurar su eficacia considerando la:
- Temperatura
- Humedad
- Carga de eimerias de campo
Para facilitar el desarrollo y difusión adecuados evitando pérdidas vacunales por competencia de eimerias de campo (especialmente las patógenas o resistentes).
La aplicación de un programa full con químico previo al ciclo de vacunación es un factor de seguridad y éxito en la inmunización vacunal.
Restauración de la sensibilidad
Ante la generación de resistencias (ver tabla) es de máxima importancia una buena gestión de rotación para restaurar la sensibilidad y mantener la eficacia.
MENSAJES CLAVE PARA LA EFICACIA DE LOS PROGRAMAS ANTICOCCIDIALES
Toda estrategia de rotaciones debe ser planificada a medio-largo plazo, para maximizar la efectividad de los distintos productos disponibles (incluyendo a las vacunas como una herramienta de rotación más), para esto debemos seguir algunas recomendaciones básicas:
PUNTOS CLAVES
- No utilizar el mismo anticoccidiósico de manera continuada durante mucho tiempo
- Ionóforos: máximo 6 meses
- Sintéticos: en full máximo 3 meses y en shuttle máximo 4,5 meses
- Permitir a las moléculas el descanso suficiente
- Ionóforos: mínimo 6 meses (dentro de la misma clase de ionóforo)
- Sintéticos: mínimo 9 meses
- Rotar entre diferentes clases de productos ionóforos (monovalentes, ionóforos monovalentes glicósidos e ionóforos divalentes) o entre químicos.
- Usar un anticoccidiósico sintético (químico) una vez al año para realizar una limpieza de coccidias de campo a fondo.
- En caso de tener planificada la utilización de vacunas lo ideal es usarlo en full en el ciclo previo a la primera vacunación (Ronsmans, 2014).