Recientemente, la gallina Murciana ha recibido un importante reconocimiento por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Ha otorgado a la Asociación Amigos por la Gallina Murciana (AGAMUR) el sello “100% raza autóctona” para que los huevos y la carne que procedan de animales de esta raza puedan comercializarse mostrando este marchamo de calidad.
Con esta distinción, que reafirma la autenticidad de esta raza de gallinas, se recogen los frutos de casi un siglo de trabajo, el cual fue iniciado por Zacarías Salazar, un joven y brillante ingeniero agrónomo nacido en Lorca en 1887, que llevó a cabo en los años 20 del siglo pasado la fijación y selección genética de las gallinas de la vega murciana.
Más adelante, el trabajo fue continuado por la familia Aragón, cuya labor de conservación de la raza fue providencial.
Finalmente, fue culminado por la Asociación AGAMUR, que desde 2016 viene trabajando para la promoción de este tesoro cultural y zootécnico que constituye la gallina Murciana.
CARACTERIZACIÓN, FIJACIÓN Y SELECCIÓN DE LA GALLINA MURCIANA: LA LABOR DE ZACARÍAS SALAZAR
Manuel Moxó Quadrado, que fue un destacado avicultor de Cieza, describía en 1917 en la revista España Avícola el panorama genético aviar en España en los siguientes términos:
Existe en nuestro país un tipo de gallinas (no me atrevo a llamar raza) sin “Standar” determinado, sin rasgos característicos, al que se conoce con la genérica denominación de “Raza común” o “Raza del país”. Todo el mundo la conoce… Nada más vario. Tanto abunda, que seguramente puebla el 99 por 100 de los corrales españoles. En cada casa de campo que se visita, lo mismo al Norte que a Levante, se hallarán ejemplares del porte más variado y del plumaje más diverso, y en todas y cada una de las regiones de la Península, se repite el fenómeno de modo idéntico.
Pocos años más tarde de lo descrito, sería Zacarías Salazar, que conocía a la perfección la agricultura y ganadería murcianas, quien iniciara los trabajos de fijación y selección de la gallina Murciana.
Zacarías Salazar fue premiado en 1911 por una memoria sobre “La Agricultura en la provincia de Murcia” y además, entre 1913 y 1916, fue el primer director de la Estación de Agricultura General de Lorca dependiente del Ministerio de Fomento.
En 1923, Zacarías Salazar fue nombrado profesor de Zootecnia del Instituto Nacional Agronómico y de la Escuela Especial de Ingenieros Agrónomos y, simultáneamente a su labor docente, también director, en 1924, de la Estación Pecuaria Central situada en La Moncloa, Madrid (Barciela, 2011).
Allí, creó una sección de avicultura, siendo uno de los objetivos de la misma llevar a cabo un programa de selección y mejora de la gallina Murciana.
Para ello, según señalaba Ramón J. Crespo en su obra “Gallinas y Gallineros”, D. Zacarías se dedicó a recorrer la vega murciana adquiriendo aquellos ejemplares que mejor reunían los caracteres propios de las aves de la zona: buenas ponedoras, de huevo mediano y color crema rosáceo, plumaje uniforme, buen desarrollo y conformación.
Estableciendo así lotes de dichos reproductores en la Estación Pecuaria Central y realizando con ellos una intensa labor de selección y mejora.
Las fotografías 2 y 3 muestran reproductores de raza Murciana de la tercera generación obtenidas en la Estación Pecuaria Central y que Ramón J. Crespo dio a conocer en el diario ABC, en las que se observa una fijación importante de los caracteres morfológicos y de coloración del plumaje.
SITUACIÓN TRAS LA GUERRA CIVIL: LA PERSEVERANCIA DE LA FAMILIA ARAGÓN
La obra realizada por Zacarías Salazar en la Estación Pecuaria Central quedaría truncada, con toda probabilidad, con la irrupción de la guerra civil.
La Moncloa, un paraje idílico, se convirtió en el periodo 1936-1939 en frente de guerra, constituyendo un escenario de muerte y destrucción absoluta.
En la vega murciana las consecuencias de la guerra también serían considerables, pero cabe pensar que pervivieron las gallinas propias de la región.
Más adelante, conforme se fue desarrollando la avicultura industrial y comenzó, a partir de la década de los 60, la introducción de híbridos comerciales extranjeros más seleccionados y productivos que nuestras gallinas autóctonas, éstas fueron desplazadas y abocadas a la desaparición (Castelló, 2021).
Tanto es así, que Fernando Orozco, el más experto genetista avícola español, en su obra “Razas de gallinas españolas” publicada en 1989 daba por desaparecida la raza Murciana.
- Sin embargo, la labor realizada por la familia Aragón, que continuó manteniendo en Lorca un núcleo de dichas gallinas autóctonas, resultó crucial para la pervivencia de la raza.
Agustín Aragón González, tras la publicación del libro, se puso en contacto con Fernando Orozco.
- Éste realizó una visita a Lorca para conocer a los avicultores y a las aves que poseían, llevándose una muy grata sorpresa.
Este fue el punto de partida para “reconstruir” nuevamente la raza Murciana, estableciendo un plan de recuperación y de definición genética y morfológica.
Así lo anunciaba someramente Fernando Orozco en 1994 en la revista “Arte Avícola” en su número correspondiente a julio-agosto y con más detalle en el número de noviembrediciembre, en el que señala que hay ya un grupo de criadores que se han unido a la labor de la familia Aragón.
EL RENACER DE LA RAZA MURCIANA: LA AGRUPACIÓN AGAMUR
El grupo inicial de criadores ha ido en aumento y desde 2016 se han agrupado constituyendo la Asociación Amigos por la Gallina Murciana (AGAMUR).
Esta asociación, que cuenta con más de 40 socios, es la encargada de velar por la conservación y el fomento de la raza y de llevar el control del libro genealógico de la misma.
Reúne a criadores de muy diversos tipos, desde aficionados con pequeños gallineros a avicultores de producción ecológica, siendo la finalidad principal de todos ellos el mantenimiento de la raza y su cría en condiciones sostenibles y respetuosas medioambientalmente.
Aunque el número de animales inscritos en el libro genealógico no es muy elevado, —aproximadamente 350 y por ello la raza está catalogada como raza en peligro de extinción—, la tendencia ascendente de estos últimos años hace presagiar un futuro ilusionante para la raza.
Además, la incorporación de la Universidad Politécnica de Cartagena, de la Fundación Séneca que promociona el talento investigador, y de las empresas avícolas Pujante y Avilesa a este programa de conservación y fomento, contribuirán, sin duda, a conseguir el objetivo de conservar y promocionar la gallina Murciana.
En este sentido, el patrón de la raza ha sido perfectamente definido, diferenciándose dos variedades: por una parte, la variedad plateada y, por otra, la asalmonada (Francesch, 2006).
UN HITO MÁS: LA CONSECUCIÓN DEL LOGO 100% RAZA AUTÓCTONA
En 2013, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y el sector ganadero se unieron para desarrollar un distintivo que identificará las producciones procedentes de animales de razas autóctonas, el logotipo 100% raza autóctona.
En palabras del Ministerio, se trata de un distintivo que no solo aporta una información al consumidor sobre el origen del producto, sino que cuenta la historia que hay detrás de ese producto.
Una historia cuyas protagonistas son las razas autóctonas, como es el caso de la gallina Murciana.
A pesar de las numerosas amenazas a las que se ha enfrentado en el último siglo, como la introducción de estirpes foráneas más productivas o la aparición de nuevos estilos de vida, el trabajo de los avicultores y aficionados, apostando por su cría y conservación, ha hecho posible seguir contando su historia a futuras generaciones.
Es una historia que relata el valor insustituible de nuestras razas autóctonas, puesto que ellas son
- diversidad y riqueza de nuestras producciones ganaderas;
- cultura y tradición de nuestros pueblos;
- fuente de vida para nuestro medio rural generando empleo;
- sistemas de producción sostenibles medioambientalmente y protección de nuestra biodiversidad y de los ecosistemas
(MAPA, 2023).
Por tanto, a partir de ahora, este logo 100% raza autóctona supondrá una garantía más para que el consumidor tenga la total seguridad de que está consumiendo carne de pollo y huevos de gallina de raza Murciana.
En definitiva, esta gallina, tesoro biológico de la región de Murcia y que está a punto de completar su centenario, va alcanzando diferentes hitos en su camino, los cuales ayudarán a consolidar la raza y permitirán a la gallina Murciana tener un futuro esperanzador.
Así, las palabras pronunciadas por Ramón J. Crespo (1929):
Dentro de plazo breve, con toda seguridad, estas gallinas Murcianas estarán perfeccionadas zootécnicamente y contaremos con otro tipo levantino que será justamente apreciado y que demostrará una vez más la excelente calidad de las aves indígenas cuando se afinan y se saben fijar sus buenas condiciones mediante una selección bien dirigida,
vuelven a ser de plena actualidad con la consecución del logo 100% raza autóctona.
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