El gobierno de Estados Unidos ha confirmado hace unos días la presencia de una cepa altamente patógena de la gripe aviar en una explotación comercial de pavos en Indiana, primer caso en el país desde el fin del brote que el año pasado llevó a sacrificar 50 millones de animales.
La cepa H7N8 descubierta en un lote de 60.000 aves en el condado de Dubois es diferente de las del año pasado. Los productores dicen que tras la detección del brote, la respuesta ha sido rápida, con el sacrificio de las aves durante la noche.
Las pruebas preliminares indican que la cepa H7N8 encontrada en Indiana es de origen norteamericano. El USDA realizará diagnósticos para buscar una causa para la mutación del virus.
El del año pasado fue el peor brote de gripe aviar en Estados Unidos de su historia, por eso, el USDA ha almacenado millones de dosis de una nueva vacuna diseñada para combatir la cepa de 2015, que es diferente a la de Indiana.
Las autoridades de Estados Unidos no ocultaban su sorpresa por esta nueva cepa y en un nuevo estado, añadiendo que hay preocupación, pero no motivo para la alarma.
Sesenta y cinco granjas de ponedoras y de pavos se encuentran en menos de 10 kilómetros (6.2 millas) de la granja afectada, lo que significa 4,5 millones de ponedoras y entre un millón y dos millones de pavos.
Los productores que estén a menos de 10 kilómetros de la granja afectada no pueden mover productos o animales sin comprobar que las aves estén libres del virus.
La industria avícola de Indiana ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en la producción de pavo, el primero en la producción de pato y el tercero en la producción de huevos. También es un importante en pollos de engorde.