En la histórica ciudad medieval de Cuellar, a medio camino entre las ciudades de Segovia y Valladolid, encontramos la Graja Repal donde Antonio
Álvarez y su hijo Adrián han adaptado unas antiguas instalaciones de reproductoras para la obtención de huevo alternativo tipo 2.
La explotación familiar, está formada por dos núcleos ganaderos, encontrándose ya en su tercer lote. En el primero de los nucleos, localizado en las inmediaciones de la ciudad, encontramos 5 naves de 14 x 80m que alojan a unos 50.000 animales.
Mientras, camino del vecino pueblo de Íscar, el segundo núcleo ganadero se localiza en la Granja Los Barrancales con 6 naves de 14×50 metros. Una de estas naves presenta una característica especial: unas columnas centrales, que han podido amortiguar gracias a una de las soluciones completas para ponedoras ofrecidas por VencomaticGroup.
Adrián Álvarez, tercera generación de esta saga familiar, nos cuenta que su afición al mundo avícola le llega desde su abuelo, que comienza en esto de la avicultura con la cría de pollitos junto a una estufa en casa.
Durante más de treinta años su abuelo y su padre se dedican a las reproductoras tanto pesadas como ligeras, combinándolo con la recría.
“Tratándose de una granja antigua, era más fácil reconvertirla para ponedora en suelo de huevo tipo 2”
Sin embargo en 2013 debido a un conjunto de razones que no suenan extrañas para el sector, sucede una reconversión pasando a la producción de huevos en suelo tipo 2.
Tras un estudio de las condiciones de mercado y buscando la mejor manera de optimizar las condiciones particulares de su explotación ganadera y de los equipos que tenían en ella, no se lo piensan dos veces y se embaucan en esta nueva aventura que es la obtención de huevo alternativo tipo 2.
El mercado de la puesta era más factible y mejor para ellos, así que después de invertir en equipos específicos y de calidad para este tipo de ponedoras,
reconvirtieron la granja para abrirse un hueco en el mercado tanto español como internacional.
El mismo Adrián nos cuenta que “La renovación en equipamiento para adaptarnos a la producción de huevo en suelo ha sido una revolución”.
El aprendizaje del manejo de una gallina distinta a la que tenían, les ha llevado a un reciclaje intergeneracional que ha unido aún más a padre e hijo en este nuevo enfoque del negocio.
Durante el transcurso de nuestra visita nos comentan que ellos trabajan bajo integración puesto que este tipo de relación comercial “nos facilita la vida ya que no tenemos que buscar clientes en el mercado libre”.
“Estamos aprendiendo a manejar esta nueva gallina, es un reto para nosotros”
Además por el tipo de huevo que producen, en su mayoría blanco, la integración les garantiza la compra y valorización del mismo – gran parte va destinado a la venta en países del norte del Europa donde el huevo alternativo tipo 2 ya goza de un reconocido prestigio -.
La base del éxito es un buen comienzo
Las condiciones de manejo de esta nueva gallina suponen un reto muy importante para esta familia. Antonio nos confiesa que en el primer lote de animales llegaba a casa pensando en cómo hacer para que la gallina subiera al nido y pusiera el huevo donde correspondía, uno de los puntos más complicados pero a la vez más interesantes de la producción.
posibles es esencial que las aves encuentren rápidamente su camino al sistema de alojamiento.
Por ello, al principio le ponen la comida y agua en el suelo y las vigilan para que todos los animales tengan acceso a los mismos.
“Estamos muy contentos con los resultados del ponedero de Grandonest de Vencomatic”
Para que la gallina suba lo antes posible al nidal poco a poco van subiendo comida y agua al nido. Además también incorporan unas rampas para favorecer su escalada o la subida al mismo. Antonio nos cuenta que a pesar de sus temores iniciales, en una semana o dos la situación se ha solucionado y las gallinas ya suben al nido, siendo el porcentaje de huevos puestos en el suelo mínimo.
Como ellos mismos nos señalan esta condición depende básicamente de dos factores, el manejo adecuando de la gallina para guiarla y que vaya al nido a poner el huevo y las características propias del nido.
Es importante que la gallina llegue con menos de 16 semanas a la explotación para que se familiarice con la granja y la investigue antes de poner huevos.
“Conocer y saber dónde se encuentra el nido y habituarse a su nuevo entorno es fundamental para que a la hora de poner el huevo la gallina ya se encuentre preparada. Además la calidad y el ambiente de confort que le ofrece el nido es otro de los factores limitantes”
El nido Grandonest es un ponedero automático con suelo elevable y de gran profundidad con entrada ancha que permite el acceso fácil a las aves. Este ponedero proporciona a las gallinas una zona agradable y cómoda para la puesta del huevo.
“El suelo elevable ha sido una incorporación tecnológica fundamental”
Antonio cuenta muchas anécdotas recogidas a lo largo de su vida en relación a la estructura, materiales y diseño de los nidos. Viajó mucho con su padre en busca del nido que más se ajustara a su modo de comprender la idiosincrasia de un animal como la gallina ponedora.
Él mismo nos cuenta que “Vencomatic ha conseguido que me rinda al i+D +i y a la aplicación de la tecnología combinada con el conocimiento y manejo de la ponedora”
Los primeros nidos de la granja aportados por VencomaticGruop fueron montados por ellos mismos “vienen con instrucciones bastante detalladas por lo que fue bastante sencillo montarlo entre los dos en las primeras naves”
Este suelo elevable (figura1) hace que las aves tras la puesta sean expulsadas evitando el cloqueo y que el ponedero se ensucie.
Además el suelo del ponedero está cubierto con Vencomat, la esterilla que asegura que el espacio del ponedero permanezca limpio dando como resultados unos huevos de primera calidad (img2).
Este suelo para ponederos está compuesto de un suave caucho natural o PVC, un material respetuoso y agradable para las gallinas. Los tacos de esterilla minimizan el contacto con los huevos, favoreciendo la limpieza de los huevos.
“La durabilidad, facilidad de limpieza y la comodidad para las gallinas ha sido fundamental a la hora de elegir el nido de Vencomatic»
Imagen 2. Esterilla Vencomat
Los secretos de la recolección automática
Antonio comparte con nosotros que ya en los años setenta la recolección automática de los huevos suponía un reto para los de su familia.
Para favorecer la recolección automática, la rejilla en el fondo del nido tiene una inclinación de 6 grados haciendo que el huevo desembarque en la cinta transportadora del nidal suavemente.
Los rasgos característicos de la cinta transportadora del nidal son que está compuesta por dos mitades (una cinta para cada del nidal), que reduce el choque entre huevos y por tanto de fisuras, así como es la forma cuadrada de los orificios, que sujetan el huevo e impiden los movimientos.
Gracias a su particular diseño el traslado del huevo es muy seguro y el contacto entre la cinta y el huevo es mínimo lo que garantiza su calidad.
Figura 1. Suelo volcable del nido Grandonest
Por otro lado, los exclusivos empalmes de la cinta del ponedero realizado con un trenzado de flejes evitan que la cinta se rompa y se separe.
Además Adrian y su padre han incorporado el Vencoslat, el slat higiénico y resistente para la cría de las aves. La estructura abierta del slat permite que el estiércol caiga fácilmente.
“El traslado del huevo es muy seguro, siendo el contacto con la cinta mínimo, lo que garantiza la calidad”
La cinta de huevos del ponedero desemboca de manera suave en la cinta transportadora Vencobelt.
Gracias a esta cinta los huevos son transportados a un lugar central de recogida, de manera muy cuidadosa. La recogida del huevo se realiza en dos cintas independientes, una para cada lado del nidal, evitando choques y fisuras en los mismos.
Además el diseño de las varillas transportadoras y sus suaves conexiones permiten la inclinación de la cinta y curvas de hasta 180 grados adaptándose fácilmente a las condiciones de su granja.
Empaquetado, el final del proceso
Todo este sistema suave y respetuoso con la estructura y delicadeza del huevo recién puesto conlleva que en esta explotación el huevo fisurado en pico de puesta no alcance ni un 0,5% una vez llega a la clasificadora y empacadora.
En una nave contigua donde drenan las distintas cintas de transporte de las naves de producción en la Granjas Barrancales encontramos la empacadora. Cuando visitamos este establecimiento diseñado para el marcado, empaquetado y almacenamiento de huevos Adrian no duda en poner en marcha la empacadora PRINZEN PSPC30.
Además, gracias a la cuidadosa transferencia del huevo, así como su diseño compacto, flexible y uso fácil hacen de esta embaladora uno de los equipos ideales y preferidos de Adrián Álvarez.
Nos señalan que a este núcleo no lo han dotado de clasificadora puesto que el tipo de huevo que produce “alternativo tipo 2” no hace falta clasificarlo por tallas S, M, L o XL.
“Es habitual encontrar distintos tamaños en un mismo estuche del huevo alternativo tipo 2, el requisito que deben cumplir es una garantía mínima de peso en gramos”
Desde allí, los huevos producidos en esta explotación segoviana son trasladados a distintos puntos de la geografía Europea.
Antonio nos confiesa que “Confiar en los equipos de VencomaticGroup es estar al lado de la élite de la avicultura. Conocen el comportamiento de la gallina y adaptan los diseños al mismo, haciendo la vida del avicultor más cómoda y rentable”
A su vez, tanto padre como hijo nos dicen ver el mercado con optimismo, ganas e ilusión. Cada día que pasa sienten como el tipo de huevo que producen es más valorado por el consumidor, incluido el español.
La embaladora automática de huevos de consumo PRINZEN PSPC30 tiene una capacidad de 24.000 huevos/hora
En relación a la situación actual del sector dejan en el aire una frase para la reflexión “la competencia desleal a la hora de producir huevo alternativo debería ser vigilada, al final poner un dos y cambiar el código del tipo de producción es fácil y rápido, pero va en contra del productor y sobre todo del consumidor que termina pagando por un huevo que no ha sido producido como indica su etiqueta”
Gracias a la reconversión de su granja con la incorporación de tecnología aplicada a la producción avícola, la familia Álvarez ha encontrado una forma rentable de hacerse hueco en el mercado por medio de la producción de huevo alternativo tipo 2.