En aviFORUM Puesta 2022, Luis Carrasco, director de Agrinews, pudo entrevistar a Joan Fuster, jefe de producto de avicultura en Nanta, sobre la importancia del periodo de transición desde la recría a la nave de puesta y asegurar una buena calidad ósea en nuestras gallinas para afrontar ciclos productivos largos.
¿Por qué es tan importante el período de la transición desde la recría a la nave de puesta?
En general, desde el sector productor tendemos a pensar que la transición desde la recría a la puesta son dos fases independientes, pero para la pollita es una continuidad en su desarrollo fisiológico.
- Esto lo tenemos que tener en cuenta porque la pollita no entiende de fases, la tenemos que proteger mucho en este período, el cual yo lo interpreto como un “continuum”.
Se trata de una fase muy crítica porque la pollita está pasando por su segundo punto de mayores necesidades durante la recría. En este momento, está alcanzando la madurez, pero a la vez tiene que hacer la fijación del hueso medular y desarrollar todo el aparato reproductor. Por lo cual, es un periodo muy crítico y es importante protegerlo muy bien, ya que, además, coincide con el traslado.
- Si no manejamos bien este período, cuando llegue el momento del arranque en puesta, la gallina va a sufrir y padecer como una especie de balance negativo y una descalcificación temprana. Asimismo, este incidente le va a marcar para el resto del ciclo productivo.
En lo que se refiere a proteger la calidad del hueso de la ponedora, tenemos que implementar un paradigma de “prevención” y no actuar sobre un paradigma “reactivo”.
¿A qué te refieres cuando dices que debemos aplicar un paradigma de prevención?
Me refiero a que, tradicionalmente, tendemos a no preocuparnos demasiado por la osificación de la gallina hasta que empezamos a ver sintomatologías, como debilidad o pérdida de calidad de la cáscara. Es entonces cuando actuamos e intentamos ponerle remedio. Yo a eso lo llamo paradigma reactivo.
- Para realmente proteger la osificación de la gallina, tendremos que aplicar un paradigma “preventivo” que se trata de actuar antes de que veamos ningún síntoma.
Para eso, es fundamental y necesario empezar a trabajar desde el día 1 de vida en la osificación de la gallina.
¿Por qué es tan importante la reserva del hueso medular?
El hueso medular es una reserva de calcio que se genera 14 días antes de que la gallina ponga el primer huevo. Es una reserva de calcio de muy alta disponibilidad que la gallina tiene para poder utilizar cuando está formando la cáscara y se queda sin calcio alimentario.
Esta reserva de hueso medular es especialmente importante en el arranque de la pollita porque en ese periodo ocurren dos factores que ocurren la vez:
- La pollita tiene unas altísimas necesidades.
- Los consumos suelen ser bajos.
Por estos motivos, este periodo es tan crítico. El único modo que tenemos para conseguir que esa reserva de hueso medular sea la máxima posible es conseguir pollitas muy bien desarrolladas.
- Cuando hablamos de “desarrollo” no me refiero a peso, hago referencia a talla y pollitas que sean grandes y altas.
Una pollita que tenga un buen peso y que no esté desarrollada, no es una pollita óptima.
- Además, en lo que respecta al hueso medular, es una reserva que la gallina tiene para estos momentos en los que no dispone de calcio alimentario y la ponedora tiene que hacer “uso” pero no un “abuso” del hueso medular. Si hace un abuso, será perjudicial para ella.
- Por otro lado, dentro del hueso medular podemos ver diferencias entre una gallina alojada en un sistema de aviario respecto a una gallina de jaula.
Si estamos en un proceso tan crítico, ¿por qué es negativo abusar del hueso medular al principio?
La gallina ponedora tiene la facultad de usar su hueso medular. Sin embargo, si no si lo usa en exceso es un problema. De hecho, esta reserva solo la utiliza la gallina como fuente de emergencia. Lo ideal es utilizarlo lo menos posible.
El ejemplo más claro para explicar esto es que si coges una gallina en un sistema de libertad, donde ella puede comer lo que quiere, el animal hace una selección diferente de nutrientes entre la mañana y la tarde, ingiriendo muchisimo mas calcio por la tarde.
Esto se debe a que la gallina quiere generar la máxima reserva posible de calcio alimentario y, si consigue hacer eso, la cantidad de hueso medular que va a necesitar va a ser mínima.
Por contra, si una gallina acaba el día con una reserva de calcio alimentario baja, va a tener que necesariamente usar mucho hueso medular y eso afecta negativamente a la ponedora porque diariamente sufrirá un pequeño desgaste. Este desgaste diario acaba afectando al hueso cortical y la estructura ósea de la gallina.
Otro ejemplo muy evidente es haciendo una prueba a dos gallinas de la misma edad y de la misma instalación que solo se diferencian por una mayor reserva de calcio alimentario. Está demostrado que la que tiene una mayor reserva de calcio alimentario hará una mejor cáscara.
Por tanto, ¿estas reservas son fundamentales para lograr alargar la vida útil del animal?
Por supuesto. Si evitamos que el hueso cortical se vea afectado, se traducirá en una mayor persistencia de puesta, permitiendo una mayor rentabilidad al avicultor.
¿Existe alguna diferencia entre el sistema de jaula y los sistemas alternativos?
En lo que se refiere al hueso medular, curiosamente sí que hay diferencias. La principal distinción que tiene una gallina en un sistema aviario a una de jaula es una mayor actividad, lo que condiciona su hueso medular.
- Una gallina en un sistema aviario va a tener un hueso medular más reactivo con mayor biodisponibilidad y concentración de calcio, que va a hacer que se vuelva más eficiente en comparación a una gallina de jaula.
Esta mayor eficiencia de hueso medular está contribuyendo indirectamente a que el hueso cortical de la gallina de aviario se encuentre, normalmente, en mejores condiciones que una que está alojada en jaula.
- Por ese motivo, si tuviéramos en cuenta sólo este concepto, podríamos anticipar que una gallina alojada en un sistema aviario debería tener una mayor persistencia de puesta y mejor calidad de cáscara al final del ciclo que una de jaula.
¿Qué factores claves nos recomiendas para mantener una buena calidad ósea?
Hay dos grupos de estrategias. La primera iría encaminada a asegurar que esa pollita antes del arranque de puesta tenga la máxima reserva de hueso medular.
- Desde la recría, tendremos que conseguir que el desarrollo durante las primeras cinco semanas sea máximo.
- Es muy recomendable que en este momento se le suministre PullyCare para fomentar ese crecimiento.
- En este tiempo la pollita debe alcanzar el peso estándar. De la misma manera, ha de tener la máxima uniformidad posible.
- Cuando llegue la pollita a las 10-12 semanas, hay que intentar que no solamente mantenga el peso estándar previsto, sino si puede ser que tenga 30 o 40 gramos más.
- Además, es clave que cuando esa pollita arranque a poner, el pienso prepuesta lo utilicemos cuando estén produciendo hasta un 1%. Si alargamos ese periodo, estaremos perjudicando a la pollita.
- Evitar una fotoestimulación temprana, que siempre fuerza mucho más a la pollita.
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Por otro lado, el otro grupo de estrategias va ligado a qué podemos hacer para que la ponedora utilice el hueso medular lo menos posible.
- La principal es fomentar al máximo el consumo de pienso. El pienso debe tener el menor porcentaje de finos posible para que la gallina pueda comer. Si estamos dando una harina está perfecto, pero si detectamos que en un arranque de puesta la gallina no es capaz de comer lo suficiente, es preferible darle unas semanas migajas para fomentar el consumo antes que se derrumbe o descalcifique.
- Agrupar el pienso del día para que el 60% sea por la tarde.
- Suministrar dos o tres gramos al día de carbonato cálcico de entre 3 y 5 milímetros o de conchilla de ostra por la tarde a las ponedoras con ánimo de aumentar sus reservas de calcio alimentario.
- Sería muy interesante que la gallina esté con un sistema de alimentación diferenciado, es decir, que por la mañana coma un pienso y por la tarde otro, lo que definimos como el sistema “Split Feeding”. Este sistema es el que más se parece a lo que la gallina haría si estuviera en libertad y con posibilidad de elegir.
¿En qué consiste exactamente el sistema Split Feeding?
La gallina es el único animal que mientras produce tiene necesidades muy diferentes en el periodo de la mañana que el de la tarde.
En el período de la mañana, la gallina requiere de más energía y más proteína. En cambio, por la tarde requiere de más calcio.
En condiciones de libertad, la gallina selecciona este tipo de nutrientes en cada momento porque saben lo que quiere. Con una alimentación diferenciada Split Feeding, lo que estamos haciendo es acercarnos lo más posible a lo que esa gallina haría en condiciones de libertad y darle un pienso más proteico y energético por la mañana y con mayores niveles de calcio por la tarde.
No dudes en visualizar el manual de Nanta sobre el hueso medular de la gallina ponedora. Además, disfruta de la entrevista en formato vídeo.