La resistencia a los antibióticos, una amenaza para el futuro Integridad Intestinal en Avicultura
La resistencia a los antimicrobianos es uno de los temas más importantes y urgentes del sector, ya que la producción animal está directamente relacionada con los alimentos que consumimos. La salud animal, que a menudo está influenciada por el cambio climático, afecta a la sociedad en su conjunto.
Fue formulada a principios de la década de 2000 por la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) con el objetivo de trabajar sin problemas en el equilibrio entre la salud humana, la sanidad animal y el medio ambiente.
Vitor Fascina, Gerente de Especialidades de Eubióticos en Royal DSM para América Latina, y Ana Paula Assef, jefa del Laboratorio de Investigación de Infecciones Hospitalarias del Instituto Oswaldo Cruz/FIOCRUZ, miembro de la Cámara Técnica de Resistencia Microbiana, de la Anvisa y especialista en resistencia a los antimicrobianos, hablan de esta relación directa de la producción animal con la salud humana en cuanto a la resistencia a los antimicrobianos y lo que la sociedad futura puede esperar a partir de ahora.
Vitor Fascina: Sí, es posible. Hay aditivos para alimentos balanceados que mejoran la salud intestinal y el crecimiento de los animales, como los eubióticos y las enzimas alimentarias, por lo que es perfectamente posible garantizar una nutrición adecuadas para los animales, al tiempo que mejoran la digestibilidad, garantizando una producción cada vez más sostenible.
Ana Paula Assef: El concepto de One Health influye en toda la cadena de producción y en toda la sociedad en su conjunto. En el pasado, toda la comunidad médica y científica pensó que sólo los antibióticos para el tratamiento de infecciones humanas serían responsables del aumento de esta resistencia bacteriana.
VF: Se necesitan nuevas tecnologías para reemplazar los antibióticos que promueven el crecimiento y reducir el uso excesivo de antibióticos en la producción animal. Algunos países ya tienen políticas para combatir o incluso prohibir el uso de antibióticos en la producción animal, como es el caso de los países miembros de la UE.
En Brasil, el Ministerio de la Agricultura ha estado trabajando para adaptarse al uso de moléculas que promueven el crecimiento. En 2007, por ejemplo, el uso combinado de antibióticos de amplio espectro —gram positivo y gram negativo — se restringió como promotores de crecimiento.
Más tarde, en 2016, se prohibió el uso de sulfato de colistina como dosis promotora y, recientemente, a través de la instrucción normativa No 1, de enero de 2020, siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se prohibió algunas moléculas más, como la tirosina, la lincomicina y la tiamulina como promotores del crecimiento.
Además, es esencial ser consciente de las prácticas de gestión como herramientas alternativas para combatir esa amenaza global.
AP: Tanto el control como la disminución del uso de antibióticos son fundamentales para todas las frentes. En la producción animal, cuanto menos antibióticos usemos en esta producción, menor será la presión sobre las bacterias.
Sin embargo, estas bacterias sufren la presión de los antibióticos. Cuando usamos antibióticos, matamos las bacterias susceptibles en este microbiota y las bacterias resistentes permanecen, colonizando a estos animales.