La transición desde la recría a la puesta es un periodo crítico de 16 a 12 semanas que determinará los resultados productivos de las ponedoras
La evolución de la genética en avicultura de puesta ha conseguido que las gallinas ponedoras sean cada vez más productivas pero a su vez más exigentes. Con una producción de huevos en ciclos de puesta cada vez más largos unido a la demanda de producción de huevos alternativos, sin duda ninguna nos encontramos ante un nuevo paradigma y por tanto necesitamos implementar nuevas estrategias a todos los niveles.
- Invertir en la recría
- Facilitar la Transición desde la recria a la nave de puesta
- Promover la salud digestiva
Por otro lado tendemos a considerar la recría y la puesta como dos fases productivas diferentes, pero desde el punto de vista de la fisiología de pollita no hay dos fases sino un “continuum” en su desarrollo, que primero lleva a la pollita a su madurez reproductiva ( sobre la semana 18 ) y que posteriormente lleva a la pollita a su adultez o fin de su desarrollo ( sobre la semana 32).
Tenemos que facilitar este “continuum” de la pollita ayudándola tanto a nivel de manejo-instalaciones como a nivel de alimentación porque con ello estaremos consiguiendo que:
- Mejore la condición corporal
- Mayor tamaño de huevo
- Mayor persistencia del pico de puesta
- Mejor calidad de cáscara
LA IMPORTANCIA DE INVERTIR EN LA FASE DE RECRÍA
La recría se ha convertido en la parte más crítica y determinante de los resultados durante la fase de puesta.
A la ponedora actual le pedimos un huevo con tamaño y calidad de cáscara pero que además tenga un mayor pico de puesta y persistencia, un ciclo de puesta más largo y todo ello manteniendo una correcta osificación y bienestar de la gallina durante todo el periodo. Este objetivo solo se conseguirá si invertimos en la pollita.
Invertir en la recría es la forma más rentable de reducir nuestros costes de producción globales y aumentar nuestro beneficio.
Invertir en las primeras fases de la recría (0-6 sem) es muy importante ya que es en ese momento cuando se establece:
- Microbiota
- Desarrollo del digestivo,
- Inmunidad
- Talla
- Condición corporal
- Osificación de la futura ponedora
MONITORIZACIÓN DEL PESO CORPORAL
Tenemos que recuperar cualquier desviación negativa del peso corporal tan pronto se produzca pues de lo contrario obtendremos unas pollitas con menor talla, peor estructura ósea y por lo tanto con menor capacidad de reserva de hueso medular y menores series de puesta.
Pretender recuperar el peso de las pollitas en las últimas semanas de recría produce pollitas engrasadas, poco desarrolladas, con muy baja capacidad de ingesta y además propensas a los problemas de prolapso durante el arranque en puesta.
Invertir en la pollita significa:
- Suministrar pienso en migajas como mínimo durante las 4-6 primeras semanas de edad
- Conseguir el peso estándar o ligeramente superior al estándar antes de las 4-6 semanas
- Prolongar el uso de la migaja si es necesario hasta alcanzar el peso corporal objetivo
- Máxima talla-estructura ósea a las 12 semanas
El cambio del pienso lo determinará la condición corporal de la pollita y no su edad
- Uniformidad superior al 85% e ideal del 90% a las 16 semanas
EL PERIODO DE TRANSICIÓN DE LA RECRÍA A LA NAVE DE PUESTA (16-22 SEMANAS)
El periodo de transición que va entre las 16 y las 22 semanas es muy crítico para las pollitas porque es el momento en el que tienen su segundo mayor pico de necesidades.
En este periodo la pollita continúa con su crecimiento pero además con su madurez sexual, con el desarrollo de su aparato reproductor y con la fijación del hueso medular.
Y todo ello ocurre en un periodo de elevado nivel de estrés para las pollitas pues además de la aplicación de las últimas vacunas, coincide con el traslado a la nave de puesta, el cambio de instalación y muchas veces también cambio de pienso.
La pollita tiene grandes dificultades para gestionar todos estos cambios y es muy frecuente que este periodo de altas necesidades, coincida en el tiempo con un muy bajo nivel de ingesta de pienso.
En consecuencia la pollita no es capaz de seguir el ritmo ideal de su desarrollo e incluso no consigue una correcta fijación y maximización de la reserva de hueso medular.
Tenemos que ayudar a la pollita durante ese periodo, por un lado minimizando en la medida de los posible su nivel de estrés vía manejo e instalaciones y por otro incrementando su capacidad de ingesta de pienso.
El objetivo de este pienso es maximizar la capacidad de ingesta y la reserva de hueso medular. Con esta estrategia no solo estamos satisfaciendo las necesidades nutricionales del momento sino que también aseguramos que la pollita pueda afrontar el periodo de arranque en puesta con un alto nivel de reservas para evitar que sufra un balance negativo o grado descalcificación antes de alcanzar el pico de puesta.
Es recomendable usar migaja durante este periodo de transición (desde recría a puesta 16-22 sem.) para incrementar los consumos y evitar la selección de partículas.
Actualmente la tecnología de fabricación nos permite producir “migajas con estructura” que además de incrementar la ingesta de pienso, consiguen estimular la molleja y favorecer el peristaltismo y la asimilación del digestivo.
En el periodo de transición de recría a puesta (16-22 semanas):
- Pienso específicamente diseñado para maximizar la ingesta y la reserva de hueso medular
- Presentación del pienso en migaja, pero con “un migaja con estructura”
- Valorar hacer pasadas de pienso cada dos horas durante este periodo
- Mantener el mismo programa de iluminación y horario que la última semana de recria.
- Nidales limpios y con el mayor grado de penumbra posible.
- Las gallinas morenas necesitan el apoyo de las rampas
PROMOVER LA SALUD DIGESTIVA
Que la futura ponedora tenga una microbiota favorable y que mantenga a raya a los patógenos, es un objetivo que comienza el día 1 de vida de la pollita pues es cuando comienza a establecerse la microbiota que tendrá la futura ponedora.
La salud digestiva en recría es fundamental porque no solo afecta a los resultados de crecimiento sino también a la competencia inmunitaria de las pollitas.
- Invertimos muchísimo dinero en un amplio programa vacunal pero la rentabilidad de esta inversión puede verse comprometida si no somos capaces de mantener una buena salud digestiva en nuestras pollitas.
La enteritis necrótica y la coccidiosis subclínica son los principales desafíos para la salud intestinal de las pollitas durante las primeras 6 semanas de vida.
Durante la fase de arranque de puesta la pollita sufre un gran estrés y una cierta inmunosupresión.
- La brachispira es frecuente en sistemas alternativos y suele estar infradiagnosticada, provocando mayor patología cuando la salud digestiva no es óptima.
Pero hay que poner mucha atención en la “enteritis necrótica focal”, entre la semana 20-30 y que en una patología que se suele subestimar porque no provoca mortalidad, pero que afecta hasta al 50% de las gallinas y provoca bajadas de producción de hasta el 10% de puesta e incrementos de consumo de pienso de hasta el 20%.
RECOMENDACIONES
- Control calidad del agua de bebida
- Usar ácidos en agua para reducir el ph
- Control de la coccidiosis subclínica ( recuento > 10.000) durante arranque en puesta
- Vigilar la presencia de Brachispira y de Enteritis Focal Necrótica
- Controlar los parásitos internos