Es evidente que cuando los extractores están en funcionamiento durante las estaciones frías del año los sistemas de calefacción también se ponen en marcha y esto incrementa el coste del combustible.
Lo que es menos obvio a simple vista, es que el hecho de no proporcionar suficiente ventilación también puede tener implicaciones económicas debido a problemas de salud y de rendimiento de las manadas.
Así mismo no cumplir con los mínimos de ventilación puede comportar problemas de bienestar, por ejemplo pododermatitis, que conlleva que el ave experimente incomodidad y dolor dependiendo de su severidad.
La ventilación de mínimos es clave para mantener la cama seca y así evitar pérdidas económicas y problemas de bienestar animal.
La ventilación debe eliminar suficiente agua de la cama para impedir que esta se humedezca.
Este objetivo (3000ppm de CO2) no es fácil de conseguir durante el arranque de las aves, las naves tienen que ser muy estancas y los materiales de los cerramientos deben tener una buena resistencia térmica.
En periodos fríos si las naves están mal aisladas pierden temperatura en exceso y los avicultores tienen un coste excesivo de calefacción, entonces no utilizan ventilación mínima si no la “ventilación insuficiente” para ahorrar combustible, en estos casos los niveles de CO2 son excesivos.
Hoy en día evitar niveles altos de CO2 en nuestras naves de engorde cobra especial importancia ya que las miopatías que afectan a las pechugas parecen estar relacionadas con niveles altos de CO2 y por lo tanto un inadecuado aporte de O2, especialmente durante la primera semana de vida de las aves.
Nuestro objetivo durante los periodos fríos debe ser ventilar para extraer la humedad.
Si aplicamos una ventilación de mínimos para extraer la humedad de una nave nos aseguramos al mismo tiempo que estamos extrayendo el CO2 de la misma e introduciendo el O2 suficiente.
Esto es debido a que las necesidades de ventilación para extraer humedad son superiores a les necesarias para eliminar el CO2 y para aportar O2. Así mismo si controlamos la humedad de la cama también controlamos los niveles de NH3.
La Figura 1 nos muestra los niveles ideales de los gases que debemos encontrar en las naves y los problemas que supone excederlos
Consecuentemente, las aves agregan una gran cantidad de humedad a la nave (principalmente a la cama) y esto aumenta conforme las aves adquieren mayor edad.
A los 7 días de edad 1.000 pollos machos pueden agregar aproximadamente 2,60 litros/hora, pero a los 49 días agregan alrededor de de 17,11 litros/hora a la cama.
La única manera práctica de eliminar el exceso de humedad de la nave es mediante la ventilación
ORIGEN de la HUMEDAD en las naves de pollos y su ELIMINACIÓN
75 % del agua consumida por las aves se elimina de nuevo
1 litro de agua por Kg de gas consumido
Evaporación de los recuperadores de las tetinas
Capilaridad del suelo
Concepto de HR Humedad Relativa
Para entender cómo el aire de la ventilación puede sacar el agua de la nave en clima frío es necesario comprender el concepto de la humedad relativa (HR).
La cantidad de agua que un volumen de aire puede retener varía considerablemente de acuerdo con la temperatura del aire. El aire caliente puede retener mucho más agua que el aire frío.
En otras palabras, la capacidad de retención de agua del aire es relativa a su temperatura.
Por ejemplo:
A 4,4ºC, 28,32 m3 de aire saturado (100% de HR) pueden retener aprox. 186 ml de agua.
A 15,6ºC, 28,32 m3 de aire pueden retener casi 379 ml de agua. Pero como todavía contiene los mismos 186 ml, ahora está reteniendo sólo la mitad de su capacidad total. Esto significa que su humedad relativa se ha reducido del 100% a 4,4ºC al 50% a 15,6ºC.
La Tabla 1 muestra las cantidades de agua que el aire puede retener a diferentes temperaturas, la HR, e ilustra cómo el aire frío del exterior a -1,1ºC y 100% de HR (en verde) aumenta su capacidad de retención de agua de 4,5 litros/1000 m3 a 25,4 litros/1000m3 cuando se calienta a 26,7ºC (en azul).
Tabla 1. Cantidades de agua en litro que el aire puede retener (HR)
Manejo de la ventilación de mínimos
Desde el punto de vista del manejo de la ventilación para controlar la humedad existen dos puntos básicos, esenciales para mantener la humedad relativa entre 60 y 70% y así conservar la humedad de la cama a niveles aceptables:
1.-Proporcionar un flujo suficiente y homogéneo de aire por toda la nave para que cuando salga haya recogido suficiente humedad para mantener la humedad interior a un nivel deseable.
Durante el periodo en el que trabajamos con ventilación mínima, normalmente se tiene un pequeño número de extractores encendiéndose y apagándose cíclicamente.
El porcentaje del tiempo que se requiere que estén en marcha para proporcionar la tasa total de ventilación, se calcula dividiendo el número total de m3/hora necesarios, entre la capacidad en m3/hora de los extractores que se estén usando.
2.-Manejar el flujo de aire de la ventilación de tal manera que el aire entrante se acondicione antes de tener contacto con las aves o la
cama.
El logro de un buen flujo del aire con ventilación mínima requiere ajustar correctamente las entradas de aire y mantener la presión estática adecuada.
Se debería poder recorrer cualquier área de la nave mientras los ventiladores con temporizador cíclico para ventilación mínima están funcionando y no sentir el movimiento del aire.
Este es un buen indicador de que la edificación está sellada adecuadamente y las entradas de aire están debidamente ajustadas para ventilación mínima.
El diferencial de presión entre el interior y el exterior de la nave es lo que genera suficiente velocidad del aire entrante, se trata llevar este aire frío al punto más alto de la nave donde se encuentra la bolsa de aire caliente.
Es por ello que la nave debe ser estanca, sin entradas de aire frío del exterior indeseables, estos puntos de infiltración hacen que se reduzca la
velocidad del aire que ingresa.
La Figura 2 muestra los diferentes circuitos de aire dentro de una nave de pollos dependiendo de la presión negativa.
Para que el flujo del aire que entra al interior de la nave sea eficaz las entradas de aire deben estar abiertas por lo menos 5 cm.
Es necesario mantener este espesor (5cm) de la lámina de aire si queremos que éste llegue al colchón de aire caliente del techo.
También para asegurarnos que las trampillas creen la fuerza de inducción necesaria para atraer de nuevo el aire hacia su parte inferior y completar el circuito de ventilación.
Sin embargo, en la mayoría de las naves, si durante la ventilación mínima todas las entradas de aire de los muros laterales tuvieran una abertura de 5 cm, la presión negativa de la nave sería demasiado baja y se reduciría la velocidad a la que entra el aire frío, lo que aumentaría el riesgo de que éste llegara directamente a las aves.
Por lo general, no todas las entradas de aire deben estar abiertas durante la ventilación mínima. Sólo deben usarse algunas de las entradas, y las otras se deben mantener cerradas.
Las entradas que se vayan a utilizar deben estar distribuidas de manera uniforme a través de la nave, y todas deben tener la misma abertura
Se pueden determinar los ajustes precisos para la nave realizando pruebas de humo
Figura 2. Diferentes trayectos del aire según el nivel de presión de la nave
Ejemplo de CÁLCULO DE VENTILACIÓN MÍNIMA CÍCLICA
La Tabla 2 muestra las tasas de ventilación (por ave) para temperaturas entre -1 y 16ºC.
Estos valores deben ser utilizados como una guía, ya que es posible que estas tasas deban ajustarse según las condiciones ambientales, el comportamiento del ave y el peso total de las aves presentes.
Nunca deberán excederse los niveles máximos de HR, monóxido de carbono, dióxido de carbono y amoníaco
Deberán monitorearse el comportamiento y la distribución de las aves, ya que éstos pueden ser indicadores de problemas que deberán ser investigados.
Paso 1
Calcular la tasa de ventilación requerida.
Ventilación Total Requerida = 0,594 m3/h por ave x 30.000 aves = 17.820 m3/h
Paso 2
Calcular el porcentaje de tiempo que los ventiladores deben estar encendidos.
Se asume que se utilizan tres ventiladores con una capacidad de 16.978m3/h (a la presión de operación requerida).
Capacidad total de los ventiladores = 16.978 m3/h x 3 = 50.934 m3/h
Porcentaje de tiempo encendidos = (ventilación requerida total / capacidad total de los ventiladores) x 100
Porcentaje de tiempo encendidos = (17.820 m3/h / 50.934m3/h) x 100 = 35%
Paso 3
Calcular el tiempo real que los ventiladores pasan encendidos.
Se asume un ciclo de 5 minutos (300 segundos).
Tiempo real = 0,35 x 300 segundos = 105 segundos
Así, los ventiladores deberán estar encendidos durante 105 segundos y apagados durante 195 segundos.
VENTILACIÓN MÍNIMA PREGUNTAS QUE DEBEMOS HACERNOS al entrar a una nave de pollos
Distribución de las aves
¿Las aves están bien distribuidas?
¿Se están acurrucando?
¿Hay espacios claramente vacíos en la superficie de la nave en los que no hay aves?
Actividad de las aves
Observar a lo largo de las líneas de comederos y bebederos: ¿Hay actividad de las aves ahí?
Como guía, debe haber aproximadamente 1/3 de las aves en los comederos, 1/3 en los bebederos y 1/3
descansando.
Calidad del aire
Durante los primeros 30 a 60 segundos tras haber ingresado en la nave, hay que hacerse las siguientes preguntas:
¿La calidad del aire es aceptable?
¿La humedad está muy alta?
¿Se nota demasiado fresco?
¿Hay exceso de polvo?
Posteriormente a esta evaluación subjetiva debemos utilizar herramientas para medir la humedad relativa, el dióxido de carbono, el monóxido de carbono y el amoníaco que nos permitirán tener datos objetivos para confirmar o no nuestras impresiones iniciales
Conclusiones
La estanqueidad de las naves es clave para realizar una correcta ventilación mínima.
Sin un correcto aislamiento de las naves no se pueden mantener buenas condiciones de cría en periodos fríos.
Programar los tiempos de funcionamiento de los extractores que deben efectuar los mínimos de ventilación acorde al peso de las aves.
Mantener los mínimos de ventilación correctos a expensas de las variaciones externas de temperatura.
Trabajar con la presión estática correcta permitiéndonos que el aire frío exterior alcance el colchón de aire caliente del techo de la nave.
Si las camas se humedecen y el amoniaco es un problema, incrementar el mínimo de ventilación.
Si incrementar los mínimos de ventilación no solventa el exceso de humedad de la cama entonces se debe aumentar el aporte de calor.
La única manera adecuada de determinar si la configuración de la ventilación mínima es la correcta es la evaluación del comportamiento de las aves y
de las condiciones de la nave.